Y sucedió que, mientras ellos conversaban y discutían, el mismo Jesús se acercó y siguió con ellos; (Lc. 24,15)
El ámbito de dialogo, encuentro y donación mutua del ser humano y Dios ha sido siempre un lugar de debate??se ha entendido que en muchas ocasiones que es en la liturgia, en los sacramentos, en la vida eclesial, en la oración??pero existen muchas concepciones que restringen ese encuentro al ámbito de lo Fano (ámbito sacro) ? sustrayéndolo de lo profano (ámbito no sacro)??
En la cultura de Jesús existían pocos lugares de acceso a Dios??Lo paradojal es que el pueblo había tenido una experiencia cercana de encuentro en su propia historia había experimentado la experiencia de la auto comunicación de Dios?? y el centro de su liturgia era el memorial de la Liberación que Dios obro en medio de ellos, sacándolos de la casa de la esclavitud, rumbo a la tierra prometida. No obstante se reservaba el momento trascendente de esa relación en donde opera la gracia, para salvar (perdonar-liberar) a la liturgia, el templo y la organización religiosa (sacerdotes, ritos, leyes etc)?? (Cfr. Mc. 2, 17)
Juan el Bautista y su movimiento, desafían ese encerrar en lo sacro??la relación de Dios con su pueblo??pone el énfasis en el cambio de actitud y hace un gesto simbólico de la conversión, sustituyendo el templo por el río y la sangre, por el agua y anunciando la venida de un tiempo de presencia de Dios y llegada del Reino??y eschaton??juicio (Cfr. Mt.3,1-11)
En la misma línea Jesús, parece romper con este esquema de constreñir a Dios al acto religioso?? (Cfr. Lc. 6,5) Con su praxis (palabras y acciones), pone de relieve otros aspectos, Dios camina en medio nuestro??sale al encuentro de nuestras vidas??y especialmente siente ternura, com- pasión, por l@s pobres, l@s pecadores, l@s enferm@s, l@s que son marginad@s y despreciad@s?? y el viene a Liberarnos (reconciliarnos-salvarnos)
(Cfr. Mc. 2, 2-11)
ANTEPONE AL GESTO RITUAL LA LIBERTAD Y LA SOBERANIA DE DIOS, QUE SIEMPRE OPTA POR AMOR, ESE AMOR TAN ENTRA?ABLE DE JESUS DE NAZARETH, ES UN SENTIMIENTO PROFUNDO, QUE EN EL EVANGELIO SE TRADUCIRA ALGUNAS VECES COMO COMPASION, PERO QUE IMPLICARA UN ASUMIR EL SUFRIMIENTO DEL OTRO HASTA UN EXTREMO VISCERAL Y FISICO; Mt. 14,14; Mt. 9, 36; Mc. 6,34; Lc 19,41-43; Lc. 7,11-15)??
Incluso cuando fija el criterio del juicio final, lo que importa es el sentimiento-actitud-acción de amar, solidarizarse y actuar a favor del hermano más pobre, pequeño y más sufriente?? (Cfr. Mt. 25,34 Y ss)
El lugar de relación entre el hombre y Dios es la vida, la realidad, la historia??es por esto que el hombre al pretender comprender mejor esas dinámicas relacionales, debe partir del ámbito de encuentro con Dios??y este ámbito es a la vez lugar, historia y vinculación??es por eso que Elías viaja al Sinaí, porque es el lugar-ámbito de encuentro entre Yahvé y su pueblo (Cfr. 1Re. 19, 11-13)- (Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea necesario salvarse. Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se halla en su Señor y Maestro. Afirma además la Iglesia que bajo la superficie de lo cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre. Gadium et Spes Nº 10)
Es nuestra propia vida cotidiana, nuestra historia, ámbito de vinculación con los otros, en donde Dios se relaciona, nos llama, nos enseña y se auto comunica a la humanidad??ese es un don gratuito, realizado por amor, que si bien es un amor a todos, no es un amor genérico y anónimo, sino un amor que susurra nuestro nombre??Elías que haces aquí?? (Cfr. 1Re. 19,13)
Esa pedagogía de Dios??nos compromete con nuestra historia, con la historia de nuestros pueblos, que son ámbito de revelación y relación (es por eso que cualquier reflexión, profundización, espiritualidad e incluso oración debe partir de esa historia, de esa realidad, que tienen un nombre concreto, un tiempo concreto y unas circunstancias concretas (Cfr. Jn 3,14-17)… (Tiene pues, ante sí la Iglesia al mundo, esto es, la entera familia humana con el conjunto universal de las realidades entre las que ésta vive; el mundo, teatro de la historia humana, con sus afanes, fracasos y victorias; el mundo, que los cristianos creen fundado y conservado por el amor del Creador, esclavizado bajo la servidumbre del pecado, pero liberado por Cristo, crucificado y resucitado, roto el poder del demonio, para que el mundo se transforme según el propósito divino y llegue a su consumación. Gadium et Spes Nº 2)
Porque Dios no ha enviado a su Hijo al mundo para condenarlo??lo envió al mundo??para que el mundo se salve??y es en ese mundo donde la salvación se verifica??al ser levantado entre el cielo y la tierra?? (Salvación que es vinculación con su intimidad a través de nuestras vidas??de los acontecimientos, del devenir de los fracasos, las luchas y los sueños de nuestros pueblos (Cfr. Jn. 3,14-17)
Por esto necesitamos con ojos de fe??un VER – MIRAR??al otro, a los acontecimientos concretos?? a la historia y a la lucha del pueblo??
Este mirar con ojos de fe??nuestra realidad??nos descubrirá actuando en ella, en tanto personas y en tanto miembros de una sociedad??
Y LUEGO NECESITAMOS ESCUCHAR A JESUS??
Aquí ocupa siempre una lugar privilegiado la relectura de las propias circunstancias, del momento histórico, de la lucha del pueblo y la comunidad como parte de ese pueblo, por eso esa relectura es iluminada…con La Palabra de Dios, en una relación biunívoca, y sobre??es decir La Palabra ilumina nuestra realidad y nuestra realidad nos enriquece en descubrir el sentido de La Palabra??. es La Palabra que confrontada con la realidad nos ayuda a JUZGAR que es presencia del Señor y que rumbo nos llama a tomar?? (Para cumplir esta misión es deber permanente de la Iglesia escrutar a fondo los signos de la época e interpretarlos a la luz del Evangelio, de forma que, acomodándose a cada generación, pueda la Iglesia responder a los perennes interrogantes de la humanidad sobre el sentido de la vida presente y de la vida futura y sobre la mutua relación de ambas. Es necesario por ello conocer y comprender el mundo en que vivimos, sus esperanzas, sus aspiraciones y el sesgo dramático que con frecuencia le caracteriza. He aquí algunos rasgos fundamentales del mundo moderno. Gadium et Spes Nº 4)
Si ese proceso tocó nuestro interior (entendiendo que la conversión es un proceso permanente que abarca toda nuestra vida)??nos llevara a comprometernos con la presencia del Señor en nuestra realidad y a ser COOPARTICIPES EN ?L DE LA CONSTRUCCI?N DEL REINO, es decir nos lleva a ACTUAR, JUNTO A TODOS LOS HOMBRES Y MUJERES PARA CAMBIAR NUESTRA HISTORIA, A UNA M?S JUSTA, HUMANA Y FRATERNA??( Para que este deber pueda cumplirse en el ámbito universal, corresponde a los laicos el puesto principal. Procuren, pues, seriamente que por su competencia en los asuntos profanos y por su actividad, elevada desde dentro por la gracia de Cristo, los bienes creados se desarrollen al servicio de todos y cada uno de los hombres y se distribuyan mejor entre ellos, según el plan del Creador L.G. Nº 36)
Entendemos que ese partir de la vida, de la realidad, es Ver esa realidad. Juzgar, confrontándola e iluminándola con la Palabra y sentirse llamado y urgido a Actuar en medio de esa realidad??es más que un recurso metodológico es una espiritualidad que hace de la vida, lugar de encuentro??como lugar del hecho teológico??es en la lucha cotidiana del pueblo al que pertenecemos en donde actuamos para transformar en ?l la historia en Reino?? (Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma humanidad: «He aquí que hago nuevas todas las cosas». ? Evangelii Nuntiandi Nº 18)
(Información rcibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)