Agradabilísima noticia la que difundió ayer la Procuraduría General de la República en torno al denigrante caso de Jacinta Francisca Marcial, la india, pobre y mujer que fue condenada a 21 años de cárcel por el ?secuestro?? de seis grandullones policías de la Agencia Federal de Investigaciones, caso que fue adoptado por todos los organismos de derechos humanos desde el Centro Pro, de la Compañía de Jesús, hasta Amnistía Internacional, y que ha sido comentado profusamente por Análisis a Fondo.
La Procuraduría General de la República (PGR) informó que en el caso de la indígena otomí, Jacinta Francisca Marcial, se presentarán «conclusiones no acusatorias» por el presunto delito de secuestro contra servidores públicos, de acuerdo con las responsables y justas investigaciones del Ministerio Público de la Federación (MPF). Con ello, se actualiza la existencia legal de la figura denominada «duda razonable», «concerniente única y exclusivamente a la responsabilidad penal de la procesada.», dice el comunicado de la fiscalía general de la nación.
Jacinta Marcial está acusada de secuestrar a seis elementos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) en Querétaro, luego de que el 26 de marzo de 2006 un grupo de uniformados realizó un operativo en el tianguis del centro de Santiago Mexquititlán. Su único delito fue estar presente en el momento menos oportuno, en el lugar más inoportuno, el lugar en que los policías realizaron el operativo contra los comerciantes del tianguis de Santiago Mexquititlán, y fue captada por una cámara furtiva que sirvió como ?prueba?? de que ella había participado en la zacapela. Pero, imagine usted, amigo lector, a una india, como le he dicho, pobre y mujer, secuestrando a seis policías. Cuánta fuerza de mujer. Jajajaja.
Dicha operación se salió de control, por lo que comerciantes y policías tuvieron una confrontación y los vendedores pedían que se retribuyeran los daños causados en el operativo, por lo que algunos de los agentes permanecieron con los comerciantes hasta que sus compañeros regresaron. Posteriormente, los agentes regresaron a Santiago Mexquititlán, pero se dijo que los habitantes habían secuestrado a sus compañeros. Apenas el 21 de agosto, la delegada de la Procuraduría General de la República (PGR) en el estado de Querétaro, Norma Patricia Valdés Argüelles, afirmó que fueron más de 200 personas y no sólo tres, las que secuestraron a media docena de elementos de la desaparecida AFI y que se tenían pruebas sólidas contra la indígena.
El tres de agosto se cumplieron tres años de la detención de Jacinta Francisco, Alberta Alcántara y Teresa González, mujeres indígenas acusadas falsamente de haber secuestrado a los seis agentes federales de investigación durante los citados hechos ocurridos en la comunidad Santiago Mexquititlán, del municipio de Amealco, Querétaro. Los centros de derechos humanos Miguel Agustín Pro y Fray Jacobo Daciano, que han asumido la defensa de Jacinta Francisco Marcial, al mismo tiempo que continuaron con las acciones necesarias para que se le restituya su libertad, demandaron una vez más que, guiándose por el más estricto respeto a los derechos humanos, a las autoridades involucradas en su caso que actuaran con prontitud para reconocer la inocencia de las mujeres encarceladas y restituirle su libertad.
Desde que se hizo público el caso han sido numerosas las muestras de solidaridad, así como la exigencia de poner un alto a los abusos de las autoridades y corregir las aberraciones del sistema de justicia. También diversas instancias públicas han expresado su preocupación al respecto, entre ellas el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, el Instituto Nacional de las Mujeres y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Han considerado que la recomendación de ésta última, del pasado 19 de julio, en la que reconoce que fueron violados los derechos humanos de Jacinta, Teresa y Alberta, confirma su inocencia
(Texto sobre el famoso caso de Jacinta y Teresa, publicado por los entrañables hermanos del Observatorio Eclesial)
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LA MILITANCIA LIBERADORA DEL FUTURO??
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos. Eduardo Galeano
Montevideo, 4 de septiembre de 2009 ? Gabriel Sánchez
Sin lugar a dudas todo el mundo debería saber que existe una especie de desborde que ataca a determinados países de nuestra Suramérica, desde Chile, Perú, Colombia y México como buques insignias??y es esa especie de impunidad rampante, con que actúan las policía, el ejercito y las fuerzas de seguridad, atacando ciegamente a todo lo que no le huela bien y cargándose los derechos humanos más elementales en el proceso, con una especie de complicidad aviesa de muchos de los estamentos judiciales??
Podríamos decir que son blancos predilectos las naciones indoamericanas, los movimientos populares??Podríamos decir incluso que en muchos casos, en los tribunales de alzada se puede corregir las barbaridades y las ilegalidades de la policía, las fuerzas de seguridad y el ejercito??liberando a los inocentes, sin embargo??los miembros de esas corporaciones que son culpables de dichas tropelías, nunca pagan??
Pero en esta etapa de la lucha he comprobado que existe tres mecanismos que aunque parezcan ineficientes, suelen hacer su labor??con un buen índice de éxitos en el mediano y largo plazo??Ellos son las coordinaciones internacionales de movimientos sociales y populares, incluyendo los que defienden los derechos humanos, la difusión de las situaciones y la participación de los pueblos, de varios países, a través de mecanismos como campañas?? instrumentadas desde esas organizaciones??
En este caso especialmente uno tiene la impresión que la difusión internacional fue basta y que las campañas de las organizaciones defensoras de los derechos humanos muy importantes, estoy seguro que muchos firmamos a través de diversas campañas de organizaciones como Amnistía Internacional??Tal vez, si esas campañas, si gente solidaria de México y de muchos lados no se hubiera movilizado??a través de diversas formas, una de ellas la campaña internacional de firmas??tal vez, hoy tanto Jacinta, como Teresa estarían en prisión aún??
Por esto nos parece un toque de atención, cuando se ha formado en el ciberespacio, un ámbito alternativo que núclea en forma espontánea una red de paginas Web y portales de movimientos sociales-populares, de agencias informativas y diversas formas como foros, redes, prensa??alternativas??la militancia informática se vuelve un instrumento importante, que no puede ni debe ser soslayada, sin lugar a dudas nos acercamos aun tiempo en donde generalizar la información correcta es ya un acto de militancia revolucionaria??y en el futuro próximo este espacio jugará en la comunicación y en la coordinación necesaria de los movimientos sociales y populares un papel muy importante, es por eso que debemos vigilar de dos peligros que amenazan la libertad de este espacio, la regulación que los países desarrollados pretenden imponer y nuestra capacidad de elegir programas??sin ventanas traseras y de facial, gratis y libre acceso??
Y tomar conciencia que se transforma en una trinchera, cara a la segunda década del tercer milenio de singular importancia que requerirá renovados esfuerzos individuales y estructurales desde las organizaciones populares y sociales??y todos los movimientos liberadores??
(Información recibida de la Red MUndial de Comunidades Eclesiales de Base)