La lucha en Nicaragua -- Faustino Castaño. (Gijón ? Asturias)

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Estamos viendo últimamente, en la prensa, Internet, los noticiarios, en fin, toda la potente red informativa del que dispone el aparato ideológico del sistema dominante, muchos artículos y otro tipo de escritos e intervenciones referidos a la situación política en Nicaragua.

Aunque con formas variables, publicados en diversos medios y elaborados por distinto personal, todo ese material parece cortado por el mismo patrón, ajustado con el mismo cliché: todos dirigen una crítica agresiva contra el gobierno de Managua y censuran su actuación en los terrenos político, económico, cultural, religioso?? Parece ser que el detonante de la campaña antisandinista fue una decisión del gobierno de Daniel Ortega: la nacionalización de la Universidad Centroamericana ?UCA.

Al igual que en otras campañas contra los regímenes de Cuba y Venezuela, en la actual propaganda contra el gobierno de Nicaragua se pone énfasis en el carácter autoritario del sandinismo y la dureza de la represión contra los oponentes.

Lo peor del caso es que la información que aportan esa propaganda política no es falsa: la cúpula dirigente sandinista (Ortega y compañía) gobierna de la manera dictatorial que indica ese material informativo, y además el aparato policial que sostiene al régimen es tan brutal como el de cualquier tipo de dictadura (y no pocas democracias). Pero limitar la información a mencionar o comunicar esos hechos es una manera de desinformar al público que tiene como finalidad la conservación del sistema capitalista tal como es. Es necesario explicar esto.

Un antigua proverbio indio dice que si dos reinos están en guerra y uno de ellos no lo sabe, el otro lleva todas las de ganar. Eso es exactamente lo que está ocurriendo, a nivel mundial, en una guerra que se llama ?lucha de clases??, a la cual no quiere ni citar por el nombre el mencionado aparato ideológico del sistema porque no le interesa que la gente de alguna(s) clase(s) social(es) sepa siquiera que existe esa guerra y que está implicada en ella.

Interpretada la crisis nicaragüense a la luz de la lucha clases, a la que, no se quiere ni mencionar, las conclusiones a las que se llega son muy distintas de las que la propaganda antisandinista quiere presentar. Voy a intentar hacer ese análisis que el aparato informativo del sistema rehuye deliberadamente.

Soy miembro de un colectivo que se denomina Foro Cristiano GASPAR GARCÍA LAVIANA. Gaspar G. Laviana fue un misionero asturiano que ejerció como párroco en una localidad nicaragüense, Tola, desde 1969 a 1977. Allí tomó conciencia del abuso que los campesinos locales tenían que sufrir durante la dictadura de Anastasio Somoza.

Muy influido por el espíritu de la Teología de la Liberación, con frecuencia visitaba a los enfermos, siendo llamado muchas veces ante la falta de medios médicos a disposición de los campesinos. Criticó duramente la práctica del secuestro de las jóvenes que eran obligadas a ejercer la prostitución, secuestros que eran amparados por la Guardia Nacional somocista. En 1977 se incorporó a la guerrilla sandinista ante la imposibilidad de promover cambios políticos por medios pacíficos. Murió en diciembre de 1978, a los 37 años de edad, luchando contra las tropas somocistas.

Incluso si por convicción cristiana se está contra todo tipo de violencia, lo que es mi caso, hay que mirar con comprensión y compasión la opción de quienes se sienten empujados a tomar las armas para luchar contra la injusticia y la opresión. Uno no siempre puede elegir las circunstancias en las que se desenvuelve su vida; con frecuencia son las circunstancias las que le condicionan.

Esto debe ser tenido en cuenta para personas como Gaspar G. Laviana, el Che Guevara y todos los demás que dan ese paso. En casos como el de Cuba y Nicaragua la guerrilla revolucionaria consiguió su objetivo de derrocar el poder político opresor. Pero eso no significa la victoria final, en realidad es sólo el comienzo o primer paso para la transformación social.

El proceso político que sigue no es ni fácil ni breve. Los regímenes reaccionarios derrocados son sólo uno de los instrumentos de los que se sirve el poder imperialista que domina en el continente americano y en otras partes del mundo. Ese poder no va a dejar de actuar para conservar su dominio aunque se hubiese derrocado a sus figuras políticas locales. La guerra continúa ahora en otros campos de batalla: el de la economía sobre todo: los regímenes revolucionarios deben experimentar bloqueos económicos internacionales.

También el propio terreno político: aparecen otras figuras políticas, como Violeta Chamorro en Nicaragua, dispuestas a gestionar los intereses norteamericanos y los de las clases terratenientes. En concreto en Nicaragua vimos también revueltas armadas, ?la contra??, disturbios populares, tensiones étnicas, ?los misquitos???? y detrás de todas esas operaciones se encuentra el imperialismo que no renuncia al control que quiere ejercer sobre los pueblos sometidos.

Todo con la finalidad de que no se puedan realizar cambios en la economía que perjudiquen los intereses de las clases superiores y de la potencia dominadora. Instrumento esencial para influir sobre la mente de la población es el aparato ideológico: sistema educativo, religión, prensa. La intensa campaña mediática que comentamos, insiste hasta la saciedad sobre el conflicto del gobierno de Nicaragua con la Universidad jesuita y con la Iglesia en general.

Cada tipo de sociedad tiene el sistema educativo, universitario que le conviene para reproducir la mentalidad que le sustenta. Una sociedad clasista se dota de instrumentos de formación que generen en la población aceptación de la estructura de clases con la desigualdad que genera y en la que se basa. Un régimen que tiene por objetivo construir una sociedad socialista debe dotarse de los medios educativos para promover los valores que la sustenten: la igualdad y la solidaridad social que son la esencia del ideal que persigue.

Esto implica actuar sobre el sistema educativo, controlar sus instrumentos, ponerlo al servicio de la política que se quiere realizar. La Universidad Centroamericana ?UCA, y otras privadas que pueda haber en Nicaragua y en otros países son máquinas de fabricar burgueses, gente procedente de esa clase, que se puede costear su formación y que se forman para seguir siendo una clase privilegiada. En uno de sus escritos, Gaspar G. Laviana informaba sobre un médico que extirpó el apéndice cuatro o cinco veces a un campesino al que le cobraba un dineral por cada operación.

Tal doctor había estudiado en la UCA u otra universidad similar. Universidades privadas para preparar gente para una sanidad privada y profesionales para empresas y negocios privados. Ese tipo de gente aborrece lo público, lo estatal, lo socialista que promueve la igualdad de los ciudadanos. No se resignan a la intervención estatal, se resisten y promueven revueltas contra el gobierno que intente socializar.

Otro factor que conspira contra los reformadores sociales es la Iglesia que se asigna la misión de proclamar el Evangelio de Jesús de Nazaret pero desde hace muchos siglos secuestra ese mensaje y traiciona a su Maestro. Tengamos presente la persecución que esa Iglesia realizó contra la Teología de Liberación que nació en su seno precisamente en Iberoamérica. Una de las figuras eclesiales de Nicaragua más hostiles al gobierno sandinista es Rolando José Álvarez Lagos, obispo de Matagalpa, cuya actuación no evoca en absoluto al Jesús del Evangelio. No puedo creer en una Iglesia que tales obispos tiene.

Acusan de dictadura al gobierno sandinista, pero éste al menos salió de elecciones. ¿Quién eligió a Rolando y a los demás obispos católicos de orbe? Los miembros de la Iglesia no podemos elegir ni siquiera al párroco de nuestro barrio. Es cierto que de la Universidad también salen algunas dignas personas como los mártires de la UCA de El Salvador, y que hay bastantes sacerdotes y religiosos/as que siguen fielmente al Maestro Jesús. El actual papa Francisco, dignamente, intenta superar el desgraciado legado de largas etapas de deformación eclesial. Pero ejemplos individuales aparte, como instituciones, la Iglesia y la Universidad son unos puntales ideológicos de la sociedad burguesa.

Por último, como elemento de influencia ideológica a favor del sistema de dominación imperante debemos mencionar a la prensa, los medios informativos. La campaña mediática que comentamos se encuadra en una ofensiva que pretende derribar al gobierno legítimo de Nicaragua. Entre el arsenal de argumentos utilizados contra el sandinismo se insiste en que éste no respeta los Derechos Humanos.

El principal de los derechos (y deberes) humanos es el de luchar contra la opresión y la explotación. No siempre se pueden elegir las circunstancias y características de esa lucha; si antes aclaré que había que mirar con comprensión y compasión a quien se veía obligado a recurrir a la violencia si no tenía otro medio de defenderse, esto se aplica también para quien no tiene otro medio de resistir a la ofensiva económica, política, religiosa e ideológica de los enemigos de la humanidad. Sin esa fuerte resistencia, el régimen sandinista sucumbiría como el de Goulart en Brasil (1964), el de Juan Bosch en la República Dominicana (1965), el de Salvador Allende en Chile (1973), el de Maurice Bishop en Granada (1983), el de Noriega en Panamá (1989), el de Salvador Correa en El Salvador (2010), el de Fernando Lugo en Paragüay (2012), el de Dilma Rousseff en Brasil (2016)??

Para luchar contra el capitalismo y el imperialismo no se puede esperar a que sean santos quienes se les enfrenta. Por lo demás, el hecho de que el gobierno de Ortega tenga tales enemigos como el clero retrógrado, la intelectualidad del supremacismo clasista burgués, los grandes terratenientes, la prensa mercenaria, la CIA??. es algo que honra a ese gobierno. Algo bueno debe estar haciendo ese régimen si suscita la hostilidad de tal caterva de fieles servidores del capitalismo imperialista.