Alberto Garzón (Blog)
Hace siete años emergió una grave crisis financiera internacional que asustó de forma notable a las clases dirigentes de todo el mundo. Pensaban que la más grave crisis desde la Gran Depresión podría significar el fortalecimiento político de la izquierda en todo el mundo; sabían, de hecho, que las políticas necesarias para detener la hemorragia –el rescate del sistema financiero y los recortes para la mayoría- iban a ser fuertemente contestadas por la izquierda. Incluso Sarkozy habló de “refundar el capitalismo”, poniendo así la venda antes que la herida. Era 2008.
Pero lo cierto es que fue la derecha la que tomó la iniciativa. La crisis pareció pillar desprevenida a una izquierda que en gran medida había interiorizado el fin de la historia y que había asumido amplios postulados del sentido común neoliberal. Por lo general, la izquierda se limitó a pedir una vuelta a la época dorada del capitalismo. Es decir, un poco más de la vieja receta socialdemócrata. Con la izquierda noqueada, la derecha se dedicó a rescatar a las grandes empresas y las grandes fortunas, a inyectar billones de euros y dólares al sistema financiero, y a recortar en las conquistas sociales y económicas de todo el mundo desarrollado. ··· Ver noticia ···