Objetivos:
Descubrir un Cristo vivo y trabajando al lado de su pueblo
Analizar el caminar comunitario en el compromiso con la vida
– Leer Lucas 20. 27 – 38
Para orientar la reflexión
Los saduceos:
Fueron personas que leían y estudiaban, una buena parte de ellos eran poseedores de mucha riqueza material, gozaban de influencia y desempeñaron altos cargos públicos. Su nombre proviene de un sacerdote llamado Sadoc (siglos 4 y 3 antes de Cristo) negaban la resurrección, la existencia de ángeles y demonios, la predestinación, a la cual anteponían el libre albedrío, de ello deducían que enfrentamos los resultados de nuestros actos buenos o malos y Dios no esta preocupado por nuestro actuar
Según los evangelios, en muchas ocasiones Jesús fue interrogado por personas que se consideraban sabios y entendidos, sin embargo uno encuentran que esas personas no tenían la intención de aprender algo de Jesús, mas bien la intención que se buscaba era provocar la ocasión en la que Jesús cometiera algún error que les sirviera de pretexto para colocarlo en dificultades, recordemos que los Saduceos no creían en la resurrección, entonces ¿para que elaborar y dirigir esta pregunta?.
En el pasaje de este domingo, encontramos en la pregunta que le hacen los saduceos, pistas que nos permiten conocer situaciones de las mujeres en aquel tiempo.
Sabemos que la mujer era considerada una mas entre otras pertenencias de los hombres y uno de los papeles que «debía» desempeñar era procrear para «continuar con la descendencia»
La pregunta era que al resucitar de quien iba a ser esposa la mujer si se había casado con los siete hermanos.
Jesús les enseña que lo que tendría que ser la ocupación primaria no es lo que ocurre después de muertos sino antes «Los que viven en este mundo toman marido y mujer. Pero los que sean dignos de vida futura y de resurrección de la muerte no tomaran marido ni mujer» (34 – 35) Al dar Jesús esta respuesta no deja lugar a interrogantes pues los que sean dignos de resurrección no vivirán bajo las leyes conocidas. Lo que ocurra después de morir esta en manos de Dios, lo que ocurra antes de eso es responsabilidad de todos y todas en tanto estamos viviendo
En las palabras de Jesús hay la determinación de romper los esquemas de las leyes impuestas que amargaban la vida, leyes que por ejemplo en el caso de las mujeres les imponía casarse con el hermano de su difunto marido únicamente con la finalidad de asegurar la descendencia o de «continuar con el apellido» como se diría actualmente
La situación de opresión ya no tiene valides en el reino que Jesús trae, en la perspectiva de el reino de Dios, la mujer no tendría que estar sujeta a imposiciones que la coloquen como un ser de segunda o tercera clase, como una propiedad mas del hombre
Ese reino que trae Jesús no es únicamente para el mas allá, el dice el reino ya esta entre ustedes. (Luc 17. 21) las relaciones entre seres humanos, hombres, mujeres debe reflejar el reino ahora, cambio de relaciones injustas por relaciones justas, dignas en esta vida, el núcleo eclesial, la familia, la comunidad de fe debería ser germen, fermento en la masa (sociedad) practicando este cambio con conciencia y convicción, no por moda o por intereses de gestión económica
El mensaje de este día esta muy relacionado al tema del martirio y ese tema nos sitúa en el momento, en la época previa de la conmemoración, celebración de los mártires de la iglesia salvadoreña y como la Iglesia de cristo es una sola, los mártires de la Iglesia mundial.
Este domingo como pueblo de Dios en El Salvador, preparamos, mentes, corazones, vidas dispuestas a recordar en el fragor de la lucha por la justicia a los mártires, su testimonio, su vida de fe, esas vidas que nos iluminan y nutren nuestro duro caminar por el camino de liberación
Jesús en este texto nos dice, refiriéndose a Dios Padre: «No es Dios de muertos sino de vivos por que para él todos viven» Esta dándonos una clara visión de que la vida eterna empieza con la vida que nosotros tenemos ahora
Y con el mismo amor que movió y dio voz a los mártires tenemos que decir que en estos días la familia de escasos recursos económicos sufre la violencia y la demagogia de su gobernante, el insulto de un «aumento» que no es justo al salario mínimo, viene a sumarse al sin numero de burlas que el gobierno actual hace a los económicamente pobres en este país, viene a dañar aun más las pocas expectativas de vivir, niega en la practica todo un discurso supuestamente humanitario, se niega con este proceder injusto, la vida, vida digna y abundante que busca y promueve el Evangelio de Jesucristo, por medio de su Iglesia y también mediante organizaciones de la sociedad civil que luchan incansablemente por la justicia
La justicia burlada, negada por el gobierno actual es un atentado contra la vida que procede y promueve nuestro Dios, el Dios de los vivos
En este mes, con mas presencia que en todos los días del año recordamos que hay personas que aun después de enfrentar la muerte física siguen estando presentes en medio del pueblo cristiano y continúan activos/as mediante nosotros y nosotras en sus luchas y ministerios.
Muchas personas que fueron fieles y amaron la vida de las personas de este pueblo, han dejado legados importantes para la vida de los cristianos/as, les seguimos recordando por su vidas tan humanas y tan de pueblo, por su entrega y compromiso evangélico, siguen vivos y vivas, vibrando en las luchas justas, en los corazones de todos y todas las que siguen su ejemplo, así como ellos siguieron el ejemplo de Jesús
La Iglesia Cristiana, la Iglesia comprometida con el Dios de vivos y vivas, esa iglesia sin apellidos, la Única, Santa Iglesia Católica (universal) Apostólica, de las y los pobres de El Salvador y en el mundo recibimos en este tiempo el llamado de Dios para mantenemos fieles en la predicación del Cristo resucitado, del Jesús que amo y ama la vida
Estamos llamados/as a predicar en la práctica al Cristo que vive con su pueblo, que esta presente en sus dificultades, sus luchas, sus alegrías
San Pablo nos dice en su primera carta a los corintios: «Ahora bien, si proclamamos un Mesías resucitado de entre los muertos, ¿Cómo dicen algunos ahí que no hay resurrección de los muertos? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucito Y si Cristo no resucito, nuestra predicación no tiene contenido, como tampoco la fe de ustedes» (1Co 15:12-14)
El compromiso con la vida sufre en nuestros tiempos, no solo enfrenta la violencia de gobiernos injustos sino también a jerarcas y personas que al interior de las estructuras eclesiales han olvidado, han perdido horizonte de reino, el Tentador, los ha hecho correr tras la fama, el poder y la fortuna, también engañan, utilizan y manipulan a algunas personas del pueblo de Dios
En estos días tan difíciles para el pueblo de Dios, reflexionemos responsable, personal y comunitariamente, en que situación esta nuestro compromiso con la vida.
En medio de situaciones económicas tan antihumanas, en esa situación tan difícil, la fe y coherencia evangélica es puesta aprueba pues no en pocas ocasiones se presenta la tentación en los juegos amañados de estructuras jerárquicas que manipulan el Evangelio, en una situación tan complicada para la Verdad de Dios en su historia, Dios nos llama ha recordar que nuestro compromiso como Iglesia de Cristo no es el compromiso con obispos, pastores/as, o estructuras eclesiales que no siempre se mueven por el interés en el Dios de vivos, sino que en algunas ocasiones se mueven solo y únicamente por obtener beneficios económicos, personales, familiares.
En este tiempo en que es necesario revisar con quien es nuestra fidelidad cristiana seria importante incorporar en el pensamiento y la praxis que nuestro compromiso es única y exclusivamente con el Dios que resucito a Jesús, con el Dios de Abraham, Isaac, Moisés y los profetas y profetizas del Antiguo Testamento y en la historia eclesial
En este periodo martirial Dios hace un llamado al corazón de aquellas personas que se han perdido en las fascinaciones de las estructuras y jerarquías eclesiales para que se encuentren con el Cristo de los mártires, Dios en su gran amor les da oportunidad de volver al Camino del pueblo, dejar atrás sus vanas glorias y recuperar su dignidad de hijos e hijas de Dios y así incorporarse en espíritu y en verdad, al Comino de liberación
Nosotros/as que somos Pueblo de Dios recordemos que los mártires de la Iglesia, ya han resucitado en su pueblo, viven en cada uno/a de nosotros/as en tanto somos coherentes con el Evangelio, mas allá de estructuras eclesiales, pueblo de Dios somos y él no nos abandona, muy por el contrario nos acompaña en nuestras luchas.
El Dios de vivos, el Dios de la vida, el Dios que levanto a los mártires y les da vida eterna, continua actuando, dentro y fuera de las instancias eclesiales, pidámosle ayuda, que su Santo Espíritu nos de sabiduría, sencillez de corazón, para orientar correctamente los pasos en esta construcción de la vida en medio de tantas señales negativas dentro y fuera de la Iglesia y con tantas acciones de muerte en nuestras sociedades
El Santo Espíritu que animo y acompaño a Mons. Romero, los mártires jesuitas, Maria Cristina Gómez, David Fernández y muchos y muchas otras mas que fueron fieles testigos/as del Dios de la vida siguen junto a nosotros/as. Ellos y ellas continúan vivos/as en la medida que no dejamos, que nos mantenemos fieles al reino de Dios y su justicia; así, la Iglesia de Cristo se mantiene comprometida con la vida, no en el discurso, no solo en la palabra y el gesto, sino en una vida entregada a Dios
Este domingo se nos llama, como hombres y mujeres que construimos el Camino en el cual tratamos de ser nuevas personas, a vivir, experimentar en nuestras vidas al Jesús activo, Jesús actuante, que esta muy presente en las acciones buenas y justas, esta presente en nuestras alegrías y sufrimientos, llamado a legrarnos porque Cristo continua trabajando al lado de las personas que hacemos hasta hoy, resonar su Palabra y su ejemplo en un eco que no tienen fin
La resurrección que nos ofrece Dios se refleja ya en nuestras vidas, Dios nos invita a vivir como hombres, mujeres, personas nuevas ahora, personas que fortalecen la Iglesia Comunión Comunidad inclusiva, participativa, horizontal, donde todos/as somos valiosos/as en la defensa, promoción de la vida
Tenemos la esperanza de la resurrección y la vida eterna pero también tenemos el compromiso de hacer posible que comencemos a saborear ya, hoy, en nuestro tiempo una vida mejor ahora, preocupémonos por lo que hacemos o no hacemos en esta vida y no por lo que tendremos o no tendremos en la otra, porque de esta vida, hoy daremos cuenta a Dios y al pueblo suyo, todo lo que hagamos o no hagamos por nuestros prójimos y prójimas determinara si nuestra fe esta en el Dios de los vivos
Preguntas para reflexionar
¿Qué tan coherente es nuestro discurso inclusivo con la práctica?
¿Cuál podría ser un ejemplo claro de resurrección en el pueblo?
¿Será este tipo de resurrección en el pueblo algo importante para los cristianos y cristianas?
* Instituto Ecuménico Diaconal Esteban. Colaborador de la Iglesia Cristiana Luterana de Honduras