Se empeñan nuestros obispos en hacer en muchas ocasiones una gran reunión de jóvenes de todas las partes de la diócesis, o de todas partes de España o bien encuentros mundiales de la juventud. Es un empeño que se fundamenta en la idea de preocuparse por los jóvenes.
Si les digo la verdad, el empeño es considerablemente inútil. Los jóvenes acuden a un acto en el que no tienen voz, en el que ven a muchos otros jóvenes, y en el que en ocasiones se gastan un dinero bastante elevado sus padres para poder acudir. Yo recuerdo lo de Toronto, al que no acudí, pero en la que entonces era mi parroquia, se hizo un esfuerzo por vender bollos a la puerta de la parroquia, y el resto acoquinaban los padres y algo la parroquia.
No recuerdo cuanto salía al final por persona, pero el precio final no está al alcance de muchas familias. El caso es que fueron, se hicieron fotos por todas partes, se situaron a 100 metros del Papa por la gran cantidad de jóvenes, y regresó cada uno a sus parroquias para en unos meses guardarse las fotos en un álbum y solo saber decirme de lo “guay” que se lo habían pasado.
Lo mismo pasó con Colonia, y lo mismo pasará con otros encuentros mundiales, y lo mismo con la misión joven. No sirven absolutamente para nada. Pienso debieran ahorrárselo, y pensar que para ver al Papa debiera viajarse directamente a Roma, evitar grandes aglomeraciones, y de paso peregrinar por esa Italia cargada de mártires y lugares donde lo religioso lo empapa todo. Todavía recuerdo con mucho agrado el pueblo de Asís.
Lo que los jóvenes necesitamos es obispos que abandonen ese lenguaje académico que tanto les gusta emplear. También necesitamos que se nos respete dentro de la iglesia.
Tampoco me parece que deban proponernos ciertos santos, beatos o candidatos como un modelo a seguir en todo. En Italia quieren proponer como un beato para los jóvenes a un adolescente fallecido con 15 años con un cáncer fulminante. Pues lo siento, su testimonio no sirve para nada. Los jóvenes no andamos pensando en la muerte, y ya pueden redecorar lo que quieran la vida del chico este y añadirle citas que jamás dijo, y decir de él que sacaba muy buenas notas, que tenía amigos a tutiplén, que lo acosaban las chicas de lo guapo que era o que su sonrisa era profiden, que eso no va a servir para nada.
Hay una beata o santa en Italia que negándose a perder su virginidad ante un acosador, muere asesinada. Nos lo quieren presentar como modelo de castidad. ¿Edad de la niña? No llegaba a los doce. A mi es que una cría de esa edad no tiene mucho que decirme. Condenar hay que condenar la violación, pero el ejemplo que se nos quiere enseñar es cuanto menos inútil. Habría que preguntarse si la cría no habría acabado con 18 años, de no ser por su muerte, casándose en su pueblo porque se quedó embarazada o de madre soltera.
Mi pregunta: ¿ acaso el evangelio no es suficiente que hay que buscar otras cosas? A mi la biografía de los santos si me ha interesado, es por lo que personalmente creo puedo aprender de cada uno de ellos, discrepando o bien aceptando, pero de algunos que nos quieren promover no vamos a aprender nada.
El Camino Neocatecumenal muchas veces presenta grandes cantidades de jóvenes, su situación no la envidio, la verdad es que muchos de ellos llevan la Fe del partido político. Creen en la Iglesia como quien cree en un partido político. Si Kiko dice que hay que asistir todos a un acto del cardenal, todos acuden en masa. Si Kiko pide futuros sacerdotes, como quien pide voluntarios, un tropel levanta la mano. Si Kiko dice que hay que ir a Roma a llenar actos del Papa se van a Roma. Kiko juega con ellos como le conviene, procura siempre llenar los actos del Papa, hacer acto de presencia en todos los actos diocesanos o bien que lo hagan los suyos. Esta política llevada por el camino me resulta ridícula, pues yo no veo ni al Opus, ni a los Focolares, ni a otros movimientos hacer lo mismo. Si hablo del Camino es porque es curiosísimo lo que llenan y lo que se empeñan por destacar allá donde vayan, y más si en cuanto a jóvenes siempre anuncian tener mas que nadie.
Durante 15 años la forma de aprender de los jóvenes ha sido mediante ensayo error. No arrimo la mano al fuego porque me quemo, no insulto porque ofendo, respeto porque es bueno para mí y para los demás, etc. Sin embargo llegados a una cierta edad, comienza una moral abstracta y para nada fundamentada en lo que es la experiencia, ni siquiera es entendida por la razón. Aquí es donde aparecen jóvenes que obedecen y otros que desobedecen. El empeño de cierta gente es que el magisterio está para aprenderlo y obedecerlo. Pero cuando la experiencia le lleva la contraria en mi opinión debiera este ser revisado porque o lo que enuncia no se enuncia bien, o bien hay puntos del mismo que andan equivocados. Pero como la política actual es contraria a revisionismos, se produce un divorcio entre la razón y ciertas enseñanzas morales de la Iglesia, las cuales si se llevan en extremo hasta la insistencia produce que muchos se vayan por divergencias tan insignificantes como el usar un preservativo.
Pues si esta a va ser la política eclesial actual, ¡¡que futuro más negro nos espera!!.