La Iglesia utiliza el aborto legal como arma política

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Impulsado con fuerza por la Iglesia católica en la antesala a las elecciones de marzo próximo, el tema del aborto en España saltó al primer plano como nuevo ángulo de ataque contra un gobierno que busca la reelección, señaló Prensa Latina en su Especial Mujeres del Tercer Milenio. La ofensiva eclesiástica se hizo evidente en el penúltimo día del año pasado, cuando en un acto en el centro de Madrid, importantes exponentes de la jerarquía católica acusaron a las autoridades de defender ?normas que disuelven la democracia??.

En su artículo, Víctor M. Carriba, corresponsal de Prensa Latina en España, abunda en que en esa ocasión los arzobispos Antonio María Rouco Varela (Madrid) y Agustín García-Gasco (Valencia) dijeron que los derechos humanos están en retroceso en España y hablaron de la existencia de una cultura del laicismo radical.

El blanco de la embestida fueron las leyes sobre el matrimonio entre homosexuales, el divorcio y el aborto como peligros para la democracia española.

A partir de ese momento, se levantó una ola de presiones en torno a las clínicas que realizan abortos legalmente y de estigmatización de mujeres, hombres e instituciones que defienden el derecho a la interrupción del embarazo.

En respuesta, indica Carriba, las y los profesionales y trabajadores de algunos centros que practican ese procedimiento se declararon en huelga, mientras cientos de personas de ambos sexos se ?inculparon?? públicamente a favor del aborto.

En España existe desde 1985 una ley que permite la interrupción
voluntaria del embarazo hasta la vigésima semana de gestación, pero sólo en los casos de violación, malformación fetal y grave peligro para la vida o la salud física y psíquica de la mujer.

Es decir, que la persona verdadera y directamente interesada y afectada no puede ejercer el libre derecho a decidir sobre su embarazo, sino ese fallo corresponde a terceros, como los médicos, ginecólogos, psiquiatras y otros especialistas, puntualiza el documento.

Estudios del Ministerio de Sanidad indican que en la década transcurrida entre 1996 y 2006 la cantidad de abortos se duplicó hasta 101 mil casos, mientras que en el lapso de 2005-2006 creció un 10.8 por ciento.
En el país, la gran mayoría de las intervenciones son realizadas en clínicas privadas y sólo un 2.5 por ciento tienen lugar en centros públicos.

Pero el problema tiene, además, una importante arista en materia de educación y de posibilidades brindadas por el Estado.

En este sentido, agrega que los programas escolares no incluyen una asignatura de educación sexual, el acceso a los métodos anticonceptivos tampoco forma parte de la oferta de la seguridad social y sólo se venden por receta médica, con excepción de los preservativos.

La situación, acentuada por el carácter político adquirido por el tema tras los ataques de la iglesia al gobierno, repercutió con fuerza en la campaña de los partidos con vistas a las elecciones generales de marzo próximo a tal extremo que el Partido Socialista Obrero Español, del presidente del gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, quien busca la reelección, tuvo que introducir modificaciones en su programa electoral en el asunto del aborto.
La propuesta de los socialistas ahora llama a una reflexión sobre la ley vigente y la posibilidad de modificarla, atendiendo al debate social y con el fin de garantizar la igualdad en el acceso y la calidad de esta prestación sanitaria.

Y también se traza como objetivo defender los derechos de las mujeres y de las y los profesionales sanitarios, todo ?dentro de una estrategia de salud reproductiva destinada a prevenir embarazos no deseados y, por tanto, a reducir el número de abortos??.

Por el lado de la confrontación desatada por la Iglesia, voceros del gobierno elevaron el tono de su defensa propia al criticar la hipocresía de la jerarquía eclesiástica católica, la cual ?sólo se acuerda del aborto y del divorcio cuando gobierna la izquierda??, finaliza Victor M. Carriba, en el Especial Mujeres del Tercer Milenio, de Prensa Latina.