La COPE se ha convertido en un referente diario del insulto y la mentira
La Iglesia celebró ayer la XLII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales con el tema central ?Los medios: en la encrucijada entre protagonismo y servicio. Buscar la verdad para compartirla??. Con este motivo, el Papa y la jerarquía católica española emitieron sendos comunicados sobre la responsabilidad social de los medios de comunicación a los que reclama más ética. La Conferencia Episcopal Española (CEE) considera que no hay «ningún derecho a comunicar» cuando se difama o calumnia, ni tampoco cuando los mensajes «pretenden fomentar el odio y el conflicto entre las personas y los grupos». Sin embargo, los obispos no parecen predicar con el ejemplo ya que la COPE -propiedad de la CEE- se ha convertido en un referente diario del insulto, la mentira y el enfrentamiento entre españoles.
Es el propio Benedicto XVI el que recuerda a sus fieles la obligación de echar mano de vez en cuando de ?la infoética??. Ratzinger sentencia en su mensaje para esta jornada que ?es necesario reafirmar que no todo lo que es técnicamente posible es también éticamente realizable??.
«La infoética» de la COPE
La CEE quiso celebrar esta jornada de las Comunicaciones Sociales difundiendo un documento titulado ?50 preguntas y respuestas sobre infoética??, que hace un análisis de cómo deberían comportarse los medios de comunicación. Los propietarios de la COPE, se refieren sin sonrojo a la libertad de expresión en los siguientes términos: ?Se dan casos obvios en los que no existe ningún derecho a comunicar, por ejemplo el de la difamación y la calumnia, el de los mensajes que pretenden fomentar el odio y el conflicto entre las personas y los grupos??.
El pleno del CAC
Estas cotas que la Conferencia pone a la libertad de expresión no parecen valer para su emisora de radio, habida cuenta de las críticas que ha recibido de órganos como el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), cuyo pleno, a finales de diciembre consideró que ?han incurrido en una vulneración de los límites constitucionales al ejercicio legítimo de los derechos fundamentales a la libertad de información y de expresión, lo cual supone, asimismo, un incumplimiento grave del régimen concesional al cual dichas entidades se encuentran sometidas??.
La Justicia avala el informe del CAC
La COPE recurrió ante la Justicia para que el CAC retirase su informe, sin embargo, el pasado 11 de abril, el Juzgado de lo Contencioso número 13 de Barcelona, desestimó su recurso y consideró que ?no es de recibo (ni es equitativo) que aquellos que por su condición de operadores en el sector audiovisual, gozan de una posición privilegiada y, por esa misma razón, pueden desempeñar su función crítica hacia los demás apurando los límites constitucionales, pretendan para sí un trato susceptible de excluir de raíz cualquier género de reproche, por inocuo que sea??. La justicia concluye, por tanto, que el CAC puede con tranquilidad absoluta mostrarse crítico con el papel de la cadena COPE, más aún teniendo en cuenta que es un órgano de relevancia dentro del sector audiovisual.
«Quién está detrás» de cada medio
En su celebración de la Jornada Social de las Comunicaciones de ayer, los obispos también difundieron un comunicado acerca de la situación de los medios españoles. Así, el obispo de Málaga, Antonio Dorado, explica que ?los grupos mediáticos actuales anteponen su ideología y sus intereses económicos a la veracidad de la información, que por otra parte nunca es objetiva?? por lo que recomienda a los ciudadanos un «consumo crítico».
El jesuita rebelde
Quien sí que tiene claro quién está detrás de la COPE y que ésta, en absoluto, responde al ideario cristiano, es Norberto Alcover, el jesuita que se enfrentó al mismísimo Losantos en el arzobispado de Madrid hace dos semanas en una jornada sobre medios de comunicación. Alcover critica que la emisora episcopal aparezca ante la opinión pública como ?extensión de un determinado partido político??.
Anticatalanismo
La COPE también ha sido criticada con dureza por parte de los obispos catalanes por fomentar mensajes contrarios al ideario cristiano. El abad de Montserrat, Josep María Soler ha ido más lejos y, en pleno debate sobre el Estatut, acusó a la emisora episcopal de fomentar un «clima de crispación e intolerancia». Recientemente se ratificó en lo dicho y reiteró que desde la COPE se emitían mensajes muy agresivos hacia Cataluña, lo que provocó la reacción incluso de la propia COPE, que negó atacar a Cataluña.
Los medios destructores
Además se ha ganado incluso una querella por parte de la presidenta de la Asociación 11-M, Pilar Manjón por menosprecio a las víctimas del terrorismo. En concreto ha denunciado a César Vidal y Jiménez Losantos, quienes la llegaron a acusar de montar un ?número sentimental?? inventado para despistar sobre los atentados.
Las querellas de la Policía
La COPE además fue uno de los medios que más se significó a la hora de difundir la llamada teoría de la conspiración, negada con rotundidad en la sentencia del 11-M. Sin embargo, desde la emisora se sigue insistiendo en que no se sabe toda la verdad. Además Federico Jiménez Losantos llegó a involucrar desde su púlpito radiofónico a las fuerzas de seguridad y al PSOE en los atentados. Tanto el Sindicato Unificado de la Policía (SUP), como el Sindicato Profesional de la Policía se han querellado contra Losantos por las manifestaciones vertidas en contra de ellos, durante la investigación y juicio del 11-M