¿Dónde está el dinero, qué pasará cuando aparezca? Juan Torres López
Temas para el Debate
La gente normal no puede entender lo que está ocurriendo con las finanzas, con los bancos y con el constante chorro de dinero que los gobiernos ponen a su disposición. No se explican de dónde sale y se pregunta dónde está yendo y para qué sin recibir respuestas claras porque ni siquiera los grandes expertos saben a ciencia cierta lo que está ocurriendo.
Sabemos el montante del dinero dedicado a salvar a los bancos pero poco más.
Un estudio reciente de la Unión Europea indica que los gobiernos europeos han dedicado, hasta ahora, unos 3,7 billones de euros (5,3 billones de dólares) a evitar el hundimiento de los bancos.
El Reino Unido es el que ha dedicado una mayor proporción (781.300 millones de euros) seguido de Dinamarca (593.900 millones) y Alemania (554.2000 millones) y finalmente por España (130.000 millones que seguramente aumenten muy pronto).
Se trata de cantidades fabulosas, sobre todo, si se tiene en cuenta que a ellas habría que añadir los apoyos que ha dado el Banco Central en forma de concesión de facilidades financieras o la emisión directa de dinero que igualmente se ha llevado a cabo.
Cifras tan fabulosas han sido suficientes, al menos, para evitar la debacle y para lograr que las economías puedan ir tocando fondo de momento, aunque no se pueda descartar, como señalaré después, que vuelvan a producirse nuevos ramalazos de crisis.
Ahora bien, aunque son cantidades ingentes también sabemos que, seguramente, resultarán insuficientes…
Pero lo que en mi opinión constituye el principal problema de estos planes billonarios es que se están resolviendo en una especie de circuito cerrado: el dinero que sale del gobierno o de los bancos centrales, según el caso, llega a los bancos pero estos lo dedican a rebajar su volumen de endeudamiento o a compensar las pérdidas patrimoniales que ha ocasionado su irresponsable gestión de estos años atrás, en muchos casos, incluso simplemente volviendo a depositar en los bancos centrales el dinero que reciben de ellos mismos.
Y así, solo una pequeñísima cantidad de esa dinero está llegando en realidad a la economía, de modo que el crédito a empresas y consumidores sigue racionado y el efecto de los recursos públicos sobre la actividad económica es muy escaso y se produce demasiado lentamente.
Ahora bien, de momento, los bancos utilizan la mayoría de los recursos billonarios que los planes de rescate ponen a su disposición para tomar aire y recomponer sus balances (a costa, naturalmente, de que los contribuyentes se hagan cargo en los próximos años de las pérdidas que han acumulado) pero ¿qué va a ocurrir cuando más o menos lentamente, empiecen a disponer de nuevo de liquidez suficiente?
La respuesta es fácil porque en cierta medida ya la estamos observando en los primeros bancos que comienzan a salir del agujero: incrementar de nuevo el crédito, favorecer el endeudamiento y dirigir el dinero allí donde sea más rentable.
El dinero brotará de nuevo pero el peligro es el destino que va a tener ese brote de inusitada liquidez que vamos a empezar a ver dentro de podo.
Hay que tener en cuenta que en los últimos meses se ha creado una liquidez inaudita (bien en forma de créditos, de ayudas directas, o de emisión de dinero) que ahora está conteniéndose dentro de los balances bancarios pero que cuando salga pondrá en los mercados un volumen de medios de pago gigantesco, nunca antes visto.
Si no se reforman las condiciones en que vienen desenvolviéndose las finanzas internacionales, lo que sucederá, o mejor dicho, lo que ya está empezando a suceder, es que todo ese dinero irá preferentemente a los mercados financieros especulativos generando nuevas burbujas, aunque ahora de mucha mayor dimensión y peligrosidad.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=88133
LA HISTORIA SIN FIN…
«Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.» Abraham Lincoln
Montevideo, 5 de julio de 2009 – Gabriel Sánchez
Tal vez hoy como nunca, las dinámicas económicas globales, nos muestran con meridiana claridad, cuál es el combustible que mueve el barco del sistema capitalista y como nunca se puede vislumbrar la causa de la crisis…
La mayoría de los gobiernos del mundo, que vieron como ante sus ojos se desmoronaba el sistema y pudieron comprobar todas las falacias que la filosofía neoliberal había contado, sin embargo optaron por una salida que apuntalaba el sistema, que es transferir monstruosas cantidades de papel moneda desde los bancos centrales (el bolsillo de la sociedad), hacia los mega bancos que perpetraron la estafa para pagar la deuda de los banqueros…Esto ya esta teniendo dos consecuencias, el factor de ajuste (el que pagará la parte más dura de esa transferencia), serán los trabajadores y el problema cuando la transferencia logre dar liquidez al sistema bancario, será reproducir la situación…claro que esta vez será más grave y más profunda…
No existe voluntad de cambio, porque las actitudes de acumulación y lucro no cambian, ni en los grandes capitalistas, ni en el sistema financiaron mundial (los grandes banqueros), ni en los gobiernos que actúan como sus empleados, enriqueciendo a unos pocos y empobreciendo a la mayoría…
La pregunta es las organizaciones de trabajadores, que actitud tomarán, el conjunto de la clase trabajadora, que camino seguirá el adaptarse al sistema o el resistirlo…no parece haber caminos diferentes o se acepta o se resiste…
Es por eso que esperamos que esta discusión se este procesando por las grandes centrales de la organización de los trabajadores, porque si con visión cortoplacistas, simplemente se reivindica algunas cuestiones coyunturales, no sólo se fracasará a corto plazo (los trabajadores deberán pagar este despilfarro de los ricos), sino que también se hipotecará el mediano y largo plazo…El sistema tiende a reproducir las condiciones de la crisis y a corto plazo, estaremos viendo estallar una nueva burbuja…, los trabajadores deben movilizarse y comenzar a articular respuestas políticas…De las actitudes que tomemos ahora, dependerá el mundo de nuestros nietos y sus hijos.-
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)