Enviado a la página web de Redes Cristianas
Fuente: evangelizadoradelosapóstoles
Más de 1,000 adultos fueron encuestados sobre los comentarios de Mary McAleese.
CASI OCHO EN 10 personas están de acuerdo con los comentarios de Mary McAleese de que la Iglesia Católica es un ?imperio de misoginia??, según una nueva encuesta de opinión.
Una encuesta de más de 1,000 adultos llevada a cabo por Amarách Research para Claire Byrne Live el día de hoy descubrió que el 78% de las personas está de acuerdo con sus comentarios.
El ex presidente irlandés, un devoto católico, hizo los comentarios en Roma la semana pasada. También dijo que se debe levantar el listón sobre las mujeres que se convierten en sacerdotes y pidió al Papa Francisco que aborde la desigualdad de género en la Iglesia.
?La falta de inclusión de las mujeres como iguales ha privado a la Iglesia de un discernimiento fresco e innovador; lo ha consagrado al pensamiento reciclado en una acogedora elite clerical masculina, herméticamente sellada, halagada y raramente desafiada por los empleados para trabajos en procesos secretos y cerrados.
?Se ha mantenido a Cristo y la intolerancia??, dijo en un discurso en una conferencia sobre los roles de las mujeres en la Iglesia.
MUJER, CREADORA DE SENTIDO, IDENTIDAD E HISTORIA EN LA CULTURA Y LA RELIGI?N
Karen Castillo Mayagoitia.
La mujer, en la historia de la humanidad, no sólo ha representado la mitad de la misma o ?mitad de otro??, sino que ha sido una totalidad; totalidad expresada en la integralidad y perfección de su cuerpo, totalidad vivida que ha ayudado y ha sido parte importante de la conformación tanto de la cultura como de la religión. En la cultura ha aportado desde su capacidad creativa, dando vida a una gran cantidad de expresiones con la habilidad de sus manos, a través de la expresión colorida de su conexión con la naturaleza, desde el movimiento rítmico del cuerpo hecho danza y expresión de alegría. En las religiones lo ha hecho desde su capacidad de comunicar y conectarse con lo sagrado, de hacer de su vida ritual y armonía, de ser altar y transmitir las más bellas oraciones, los cantos de alabanza y agradecimiento, una tradición que ha sido compartida y la sabiduría de la que también forma parte. Por ello, la mujer, desde su totalidad, ha sido creadora de sentido, de identidad y de historia.
Ha aportado también a la vida desde su ser mujer, con la totalidad de lo que es y con la especificidad que la conforma; con un caminar histórico que en ocasiones ha representado una carga, pero que también ha sido fuerza y esperanza; con grandes luchas contra estructuras patriarcales, pero también en lucha contra su propia realidad; con una experiencia religiosa que hace brotar deseos y descubrimientos a la vez que surgen cuestionamientos; con sus propias interpretaciones sobre lo que la rodea; con su entrega; con sus relaciones y convicciones.
Desde la diversidad de expresiones que ha creado la mujer en la cultura y en la religión es difícil pensar en un punto de partida para hablar de su papel; sin embargo, creo que sí hay algo característico de la mujer: su cuerpo. No sólo porque sea lo más evidente a la vista, sino principalmente porque es desde ahí que ha aportado al caminar de la humanidad.
Porque es desde el cuerpo que las mujeres expresamos nuestra religiosidad, es desde el cuerpo que creamos formas y damos vida a la cultura, es desde el cuerpo que nos comunicamos e interrelacionamos, es desde el cuerpo femenino que se entiende la fertilidad como un don creador. Y porque, lejos de ser el cuerpo un mal necesario, representa una expresión sagrada de la vida, de la creación y capacidad co-creadora. Pero también porque el cuerpo femenino, tristemente partido, herido o violado, ha sido la expresión desde la cual nacen caminares comunes y luchas hermanadas desde las mujeres en las diversas culturas y religiones.
Lo característico del cuerpo femenino son: el vientre que gesta la vida y los senos que alimentan y permiten el crecimiento y desarrollo; y por ello desde lo que para una mujer representa su cuerpo y la capacidad de ser madre es que quiero plantear algunas pistas sobre el papel de la mujer en la religión y la cultura.
Si hablo de maternidad no parto de una cuestión física o biológica, como tampoco de un determinismo, sino de la maternidad que envuelve una capacidad de amar, la maternidad que ha sido recuperada desde el Dios que también es madre, una maternidad compartida con la Tierra que nos alimenta y nos recibe al final de la vida, una maternidad que se vuelve punto de encuentro y diálogo entre culturas y religiones.
Por eso es desde ahí que podemos hacer una referencia a la importancia de la mujer en las iglesias y en la misión. Es decir, la mujer gesta una vida y un proyecto nuevo, que si bien siempre es fruto del amor a la vida, muchas veces también es expresión de defensa de la vida ante un acto de muerte. Por ello sabemos que muchas acciones que hoy se están llevando a cabo desde las mujeres en las iglesias han nacido de la necesidad de expresarse y resistirse a las estructuras de muerte presentes en la sociedad actual, ante la violencia intrafamiliar y de género, ante los abusos y los feminicidios, ante la falta de oportunidades y muchas veces también ante iglesias donde no son reconocidas.
Pero también ha sido el amor a la vida, en una vida abierta a las expresiones diversas, donde las mujeres estamos dando vida a los espacios de diálogo, de reflexión teológica, de compartir historias, de escribir credos comunes y oraciones de esperanza porque nos sabemos acompañadas y guiadas por un mismo Espíritu.
El papel es ser cuerpo que geste nuevas vidas bajo sus entrañas, alimentadas con su sangre como torrente de existencia, ya no con sangre que es derramada. Ser senos que alimentan y nutren desde unos brazos que abrazan y dan calor; ser pies que caminan y dejan huella; ojos que miran a la otra y al otro y que pueden admirarse de la belleza e indignarse de lo inhumano; oídos que escuchan las voces de gozos y la plegarias ante las fatigas; corazón que late y recuerda que hay vida; ser cada parte del cuerpo, pero especialmente poder ser voz, una voz que es escuchada y que sabe lo que dice, voz que no habla desde sí, sino desde una realidad, un reclamo y a la vez un deseo conjunto. Cuerpo en totalidad que es capaz de seguir construyendo alternativas porque está convencido de que otro mundo, otras iglesias y otra humanidad son posibles y necesarias.
Tan importante es la relación de Dios con el cuerpo que la expresión máxima de nuestra semejanza con ?l está en la encarnación de su hijo, en mostrarnos quiénes somos desde el cuerpo humano; por ello, no sólo fue ?dichoso el vientre que lo llevó y los pechos que lo amamantaron??, sino cada mujer que en su cuerpo ?escucha la palabra de Dios y la pone en práctica??; haciéndose hermana de su prójimo, semejanza de su Creador.
Así mismo quisiera incluir la idea de Wanda Deifelt respecto a esta relación:
?Reconocer que Dios se revela en el cuerpo presenta nuevas maneras de ver el mundo y a las posibilidades en él contenidas. Representa pistas para una espiritualidad lúcida y una práctica comprometida, en las que el cuidado de los cuerpos es prioritario. Ante la negación histórica hacia los cuerpos, afirmar que Dios se revela en el cuerpo exige una
EL CATOLICISMO EN EL SIGLO XXI. Un grupo de católicas piden más responsabilidad y visibilidad en el Vaticano
ANNA BUJ, Ciudad del Vaticano. Corresponsal
A lo largo de sus cinco años de Pontificado, el papa Francisco ha tenido palabras esperanzadoras para las 600 millones de católicas en el mundo. En sus primeros días como Pontífice incluyó por primera vez a las mujeres en la liturgia papal de lavado de pies. En su primera rueda de prensa a bordo del avión papal, en dirección a Rio de Janeiro, dijo que el papel de las mujeres en la Iglesia católica no debía ser limitado sólo a ser madres o trabajadoras.
?Es mucho más importante: es precisamente ser el icono de la Virgen, nuestra señora, lo que hace que la Iglesia crezca. Si pensamos sobre ello, ella es mucho más importante que los apóstoles. La Iglesia es femenina??, dijo Francisco en el 2013.
Con este mensaje, el Papa creó una comisión de estudio sobre el diaconado femenino en el 2016, y también ha elegido a mujeres para altos cargos de responsabilidad en el Vaticano. Entre ellas se encuentran Barbara Jatta, la directora de los Museos Vaticanos, que cada año visitan 6 millones de personas, o la viceportavoz de la oficina de prensa de la Santa Sede, la española Paloma García Ovejero, la primera mujer en este cargo. La última fue la también española Carmen Ros Nortes, subsecretaria del dicasterio para la Congregación de los Institutos de Vida Consagrada.
La retórica del Papa a favor de la inclusión no se ha materializado en actos políticos
Pero aunque ha habido algunos nombramientos, la retórica de Francisco a favor del mayor protagonismo de las mujeres en la Iglesia no se ha materializado en actuaciones políticas reales. La comisión sobre el diaconado todavía no ha presentado los resultados de su estudio, y Bergoglio cerró la puerta definitivamente el año pasado a la posibilidad de que las mujeres pudiesen ordenarse sacerdotes.
?Quienes se esperaban que iba a decir sí a los matrimonios gays o abrir las puertas a las mujeres sacerdotes, y todas estas cosas que un sector progresista pensaba, se decepcionaron ellos mismos porque se crearon unas expectativas falsas. Si esperan que un Papa elegido por 115 cardenales tuviera eso como prioridad, se equivocaron absolutamente??, opina la vaticanista argentina Elisabetta Piqué, autora de Francisco, vida y revolución (2014).
Ahora, un grupo de más de cien mujeres católicas de todo el mundo, laicas y religiosas, quieren aprovechar el altavoz del balance de los cinco años de Francisco en la Santa Sede para reclamar más poder de decisión y visibilidad en puestos de responsabilidad de la Iglesia católica. Se reunieron en Roma en ocasión del día internacional de la Mujer en la quinta edición de Voices of Faith, un evento destinado debatir la igualdad y el liderazgo femenino.
El evento no se celebró en la Santa Sede por la presencia de tres voces incómodas
Era la primera vez que no se celebró en una de las salas del Vaticano, sino en una aula cedida por los jesuitas. Según las organizadoras, esto se debe a que el Vaticano no aprobó la lista de participantes, que por primera vez pidió con antelación,
La publicación de información religiosa National Catholic Reporter, señaló que el cardenal Kevin Farrell, prefecto del dicasterio para Laicos, Familia y Vida, quería vetar la presencia de tres voces muy incómodas: la expresidenta irlandesa Mary McAleese ?entrevistada en la página siguiente?, la ugandesa Ssenfuka Joanita Warry ?una católica que defiende los derechos LGTB, y es homosexual?, y la polaca Zuzanna Radzik, que promueve incluir a los jóvenes en la Iglesia..
?El mundo está cambiando y las mujeres están hablando alto. Tenemos que trabajar para que la Iglesia católica escuche sus voces y que estas participen en cuestiones que no se están observando??, dijo en una rueda de prensa la directora general de Voices of Faith, Chantal Götz.
Alina Oehler, 26 años?Mis amigas piensan en obispos, cardenales?? no imaginan que una mujer pueda ser relevante??
Las ponentes coincidieron en que la Iglesia debe cambiar de mentalidad para evitar que las jóvenes huyan cada día más de la fe al no sentirse representadas por una jerarquía masculina, en especial en países occidentales. Según un estudio de la Universidad de Georgetown, sólo un cuarto de las mujeres que se identifican como católicas en EE.UU. va a misa una o más veces por semana. El informe cifra en 37,3 millones las católicas del país.
?Creo que para empezar deben tomarnos en serio en todos los niveles, tanto en las comunidades locales como en la jerarquía. Yo, como mujer joven, he tenido malas experiencias en mi parroquia. El sacerdote no me tenía en consideración al estar casada, y sólo escuchaba a mi marido. Cuando empecé a trabajar como periodista me volví interesante??, cuenta la teóloga alemana Alina Oehler, de 26 años.
Ella quiere que las mujeres empiecen a tener voz en el Vaticano para que sus amigas no la miren como un bicho raro cuando va a misa los domingos. ?Cuando hablan de la Iglesia piensan inmediatamente en hombres, en obispos, cardenales, en el Papa. No imaginan que una mujer pueda tener un papel relevante??, recuerda. Oehler está planteando este debate en la reunión que el Vaticano ha organizado este marzo para escuchar a jóvenes de todo el mundo y preparar el Sínodo de los Obispos sobre la juventud de octubre, en el que no se admiten mujeres.
La gran batalla sigue siendo el sacerdocio femenino: ?por favor, hablemos de ello??
La gran batalla sigue siendo el sacerdocio femenino. ?Pongamos sobre la mesa los argumentos de por qué una mujer no puede ser sacerdote. Por favor, hablemos de ello??, pide la directora del Catholic of Siena College de la Universidad de Roehampton (Londres), Tina Beattie. Pero si la respuesta es otro no, tienen más enfoques para un mayor reconocimiento. Por ejemplo, crear espacios de diálogo para que este tema no siga siendo tabú, que los sacerdotes empiecen a hablar de la lacra de la violencia machista, o crear programas en las parroquias para estudiar el liderazgo femenino a lo largo del cristianismo. Y por supuesto, reclamar el informe que les permita acceder al diaconado.
?Ha llegado el tiempo de decir que ya no podemos parar??, subraya Beattie. Cuando se acababa de convertir al catolicismo del presbiterianismo, un obispo le negó la palabra por ser mujer. Desde entonces lucha, como las otras, para que eso nunca vuelva a suceder.
http://www.lavanguardia.com/vida/20180322/441804448858/mujeres-iglesia-catolica-papa-francisco.html
Cardenal Ouellet: La Iglesia y la sociedad necesitan reflexión profunda sobre la mujer
de evangelizadorasdelosapostoles en Iglesia Catolica Romana, Mujeres e Iglesia,Vaticano
El Cardenal Marc Ouellet, Prefecto de la Congregación de los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina destacó que la importancia del ?tema de la mujer?? requiere que tanto la Iglesia como la sociedad ?realicen una inversión colosal de pensamiento y de acción??.
En su intervención en la Asamblea Plenaria de la Pontificia Comisión para América Latina, con el tema de ?La mujer, pilar en la edificación de la Iglesia y de la sociedad en América Latina??, el Cardenal puso de relieve ?la necesidad de un reconocimiento teológico y práctico más concreto de la mujer en la Iglesia y en nuestra sociedad??.
No obstante, reconoció que ?la ejecución de prácticas eclesiales más abiertas a su presencia e influencia tarda en realizarse por razones que no son solamente de orden histórico y cultural??.
Sin embargo, destacando la importancia de este aspecto, el Cardenal se centró en la ?investigación teológica que debe hacer su parte en este tema, con el fin de eliminar cuanto obstaculiza la promoción de la mujer y valorizar su dignidad a partir de las fuentes de la revelación cristiana??.
Además, sobre la cuestión ?debatida de la ordenación sacerdotal reservada a los varones??, recordó que este asunto ?ha hecho correr ríos de tinta y continúa suscitando la crítica de los adeptos a una concepción absolutamente paritaria de la igualdad entre el hombre y la mujer, desde el punto de vista de los roles que se les asignan en los diferentes ámbitos culturales??.
No obstante, señaló que ?no discutiré aquí la cuestión concreta del ministerio ordenado para la mujer, para concentrarme en el fundamento teológico del ?misterio? de la mujer a la luz de la Trinidad y de la relación nupcial de Cristo y la Iglesia??.
El Cardenal Ouellet planteó ?la cuestión teológica del fundamento trinitario de la diferencia sexual??. Y se preguntó si hay ?un arquetipo de la mujer en el misterio íntimo de Dios??. A continuación, planteó: ?¿Podemos apoyarnos en la teología de la Imago Dei para afirmarlo???.
E incluso fue más allá: ?¿Cómo no caer entonces en el grosero antropomorfismo, típico de ciertas religiones, que consiste en proyectar en Dios la sexualidad humana???.
Frente a la identificación, heredada de la tradición judía, del varón como imagen de Dios, destacó cómo ?el cristianismo aportó una liberación de principio a esta subordinación de la mujer, gracias a la actitud innovadora de Jesucristo respecto a las mujeres y a su impacto sobre su papel activo en la Iglesia de los orígenes, como lo atestigua el Nuevo Testamento??.
Este simboliza ?la apertura de una nueva era en el reconocimiento de la dignidad de la mujer y de su igualdad con el hombre??.
Sin embargo, el proceso de asimilación de esta nueva visión no fue inmediato, sino que llevó siglos. ?Se superarán poco a poco las influencias culturales que afectan el reconocimiento de la igualdad del hombre y de la mujer??.
En su argumentación, recurrió a la interpretación del Papa San Juan Pablo II, quien ?indicó la relación íntima entre el Espíritu Santo como amor que da vida, y la mujer que da la vida??.
Posteriormente, el Prefecto de la Congregación de los Obispos se detuvo en ?el arquetipo de la maternidad en Dios que la Tradición tiende a situar también en el Espíritu Santo??.
??l es confesado en el Credo como aquel que ?da la vida?, y es descrito en la Santa Escritura como cercano a la Mujer, sea de la Virgen María en todo su misterio, desde la Anunciación hasta Pentecostés y la Asunción, sea de la Esposa del Apocalipsis con la cual aspira el regreso del Señor Jesús??.
Además, destacó que ?el Espíritu Santo fecunda continuamente esta maternidad de María-Iglesia a través de la economía sacramental, especialmente en la celebración del misterio pascual donde él procede a la efusión eucarística del Verbo encarnado que, acogida en la fe de la Iglesia, la constituye como Cuerpo y Esposa de Cristo. De ahí la denominación Ecclesia Mater que está vinculada a su participación íntima a la propiedad nupcial-maternal del Espíritu del Padre y del Hijo??.
En su conclusión, el Cardenal Ouellet resaltó que ?el tema de la mujer es de tal importancia hoy en día que requiere que la Iglesia y la sociedad realicen una inversión colosal de pensamiento y de acción, para iluminar correctamente las elecciones de la sociedad y para permitir que la imagen de Dios en el hombre y la mujer, en dolor y deseo de comunión, alcance la divina semejanza del Amor sin la cual no hay ni felicidad posible para la humanidad ni sociedad digna de este nombre??.
https://www.aciprensa.com/noticias/cardenal-ouellet-la-iglesia-y-la-sociedad-necesitan-reflexion-profunda-sobre-la-mujer-22882?utm_source=boletin&utm_medium