Se puede caer en el error de distanciar la fe de la vida humana cotidiana. La fe la podemos transmitir a través del diálogo explícito sobre temas de fe, en los momentos de oración en común, y también al tomar decisiones en cada etapa de nuestra existencia y en todas las facetas de nuestra vida.
Pero, la comunicación de la fe y de los demás valores humano-cristianos hay que comunicarlos y expresarlos en correlación entre fe y vida. Se trata de vivir las decisiones sencillas en actitud de fe: los acontecimientos de la vida familiar, de la Iglesia, de la sociedad, el modo de pasar el domingo o de responder a las diversas propuestas que nos vienen del mundo del trabajo, del comercio, del ocio.
El camino de la vida se hace con pequeños pasos que hay que pensar y recorrer diariamente con alegría. El secreto de la santidad está en lo cotidiano, que es lo que contiene la clave de la santidad humilde, tanto en la vida comunitaria como en la vida familiar y social. Más allá de las apariencias clamorosas, donde Dios habita es en el secreto de la cotidianeidad oculta; ahí hay que encontrarle y hablarle.
En la búsqueda de la alegría y de la felicidad, la libertad humana debe contar también con los factores ajenos a ella. Por lo que, con valentía hay que afrontar las dificultades, comprender el sentido de los acontecimientos e introducir, en el programa de actuación, la espera, la paciencia, saber sacar lo positivo del fracaso, aprender a aceptar la realidad, a saber pedir ayuda??
Nuestra oración habrá que pedir al Señor que nos estimule a seguir luchando y a verle presente dondequiera que estemos. Como respuesta hemos de procurar no diferenciar entre lo religioso y lo humano. Por lo que no hemos de perder la unión con el Señor en la vida diaria y procurar unidad y coherencia entre los diversos momentos de nuestra existencia. Viviendo la vida diaria, de manera consciente, entramos a formar parte de la vida de toda la humanidad. Y a esa vida de la humanidad entera hemos de sumar nuestro tiempo y nuestro esfuerzo para que mucha gente tenga el coraje de volver a empezar y vivir.