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En los últimos cien años, los habitantes de este planeta ya hemos hecho méritos suficientes para que se nos englobe en una nueva etapa de la humanidad: La Edad de Plástico. En un futuro próximo, si sobrevivimos a la hecatombe climática que estamos provocando y conseguimos metabolizar el plástico como alimento, ya no seremos de carne y hueso, sino de plástico como los muñecos de Playmobil.
De momento, nuestra segunda piel ya es de plástico en su mayor parte, y, según los expertos, ya ingerimos microplásticos con total naturalidad en nuestros menús diarios. Por tanto, de aquí a nada y en función del tipo de plástico que consumamos, seremos flexibles o rígidos, trasparentes u opacos, irrompibles o frágiles, y de tantos colores como el arcoíris. Y, además, aunque seamos mas viejos que Matusalén tendremos siempre la cara tersa y sonrosada como manzanas recién cosechadas en otoño.
/Antoñán del Valle (León)