El “deseo” es más determinante y poderoso que la “prohibición”
Desde la venida de Jesús, las fuerzas demoníacas han quedado aplastadas; los demonios se someten al poder y al nombre de Jesucristo (F. Bovon, El Evangelio según Lucas, vol. II, 79). El demonio quedó derrotado para siempre
Se derrotó al demonio, pero ¿cómo? ¿mediante rituales, exorcismos y ceremonias? Nada de eso. Jesús no instituyó “exorcistas” ni decretó ritos y liturgias para expulsar demonios ··· Ver noticia ···