¿O no fue Dios el que fundó la Iglesia católica?
Jiménez Losantos ha publicado un artículo titulado Lo que pasa en la COPE. Recuerda una amplia recopilación de críticas muy severas, difundidas contra la cadena radiofónica de los obispos. Entre las voces contrarias a esta emisora, hay algún que otro prelado y sacerdotes de prestigio. También narra la carta enviada por el ?jesuita Martín Patino, colaborador de El País, a cada uno de los 80 obispos españoles??, denunciando a la COPE. A propósito de este jesuita, habría que subrayar que Martín Patino fue durante años la mano derecha del cardenal Tarancón. Este dato, tan significativo, lo omite Losantos.
La reinstauración democrática habría sido distinta y más difícil si el número 1 de la Iglesia no hubiera sido Tarancón. ¡?Tarancón al paredón??!, gritaban los franquistas porque el presidente de los obispos fuera abierto, partidario de acabar con la dictadura. Tarancón era un moderado, en la línea de Pablo VI y de Juan XXIII. Tarancón representaba la Iglesia del Concilio, cada vez más inexistente La COPE de la transición nada tenía que ver con ésta, convertida en una plataforma para el rencor.
Viene de lejos
¿De ahora? No es de ahora. Viene de lejos. Se pregunta Losantos tras la recopilación de ataques a la COPE: ?¿Cuándo se escribieron o se dijeron todas estas cosas sobre la COPE y, en especial, contra el programa La Mañana? ¿Ayer, anteayer, hoy mismo? No. En 1997 y 1998, cuando Antonio Herrero dirigía La Mañana. Lo que pasa en la COPE ahora es lo mismo que pasaba entonces. Los que atacaban a Antonio [fallecido hace diez años] son los mismos que me atacan hoy a mí??.
Antena 3
Asegura Losantos que tales ataques se hacían ?exactamente con los mismos argumentos y exactamente con el mismo propósito: liquidar la COPE como hicieron con Antena 3. En esa tarea coincidieron en esos últimos dos años de vida de Antonio [Herrero], Gobierno y Oposición, PP y PSOE, clérigos y políticos nacionalistas, especialmente catalanes, y Prisa, Prisa, Prisa, amén de los medios satélites de Barcelona y Madrid??.
Ni eximente ni atenuante
Es cierto: ?Lo que pasa en la COPE ahora es lo mismo que pasaba entonces??. Pero ello no puede ser utilizado como un atenuante y menos aún como un eximente. Como no debe ser comparada la COPE con Antena 3. Esa cadena la promovió el empresario de prensa Asensio y más tarde fue adquirida por el dueño de La Vanguardia, Javier Godó. Es decir, que Antena 3 era una emisora privada que terminó siendo adquirida por Polanco.
?nico eje
¿Cuáles fueron las motivaciones de los distintos cambios de propiedad de Antena 3? Cada uno que los interprete como crea más adecuado, pero ?en relación con la COPE- hay una diferencia abismal. La COPE no pertenece al sector privado, porque la Iglesia no es una empresa que compite en el mercado. Ni debe ser identificada como defensora de la derecha. Sin embargo ése es el único eje doctrinal que existe, mezclado con los intereses de la camarilla que, con el escandaloso nihil obstat de Rouco Varela y compañía, se ha apoderado de una emisora cristiana.
Rifirrafe dialéctico
Hace unos días, con la crisis del PP de fondo, hubo un rifirrafe dialéctico entre Losantos y Luis Herrero, a lo largo de años vinculado a la COPE y en la actualidad eurodiputado del PP. Discutían sobre Rajoy, Aguirre, los barones, las bases y lo que fuere. Y en ese punto de la bronca, Herrero pidió que los micrófonos episcopales debían ser equidistantes de unos y otros contendientes.
La prueba del nueve
He aquí la prueba del nueve de que la COPE se comporta como una emisora no de la Iglesia, sino del PP. Puesto que este medio es el órgano del PP, no nos pronunciemos a favor de Rajoy o a favor de Aguirre y seamos exquisitamente neutrales, vino a decir el eurodiputado popular. Pues ni eso. La COPE no es ni portavoz de la derecha en su conjunto. Está al servicio de aquellos que Losantos juzga representantes del PP verdadero. En la actualidad es una radio que apoya a Aguirre, descalifica a Rajoy y pone siempre a parir a Gallardón.
En La Noria
Hace unos días en La Noria reiteré que la COPE era el mayor escándalo de la Iglesia. Me replicó un joven capellán tratando de desviar el asunto a ámbitos más tranquilos. Pero nunca hasta la fecha hemos oído ni un solo argumento sólido que justifique, desde hace doce años, la blasfemia cotidiana que supone esta cadena radiofónica. Nadie que pueda explicar cómo es posible utilizar el nombre de Dios peor que en vano. Porque desde la COPE hablan en nombre de Dios. ¿O no fue Dios el que fundó la Iglesia?
Enric Sopena es director de El Plural