El subdirector general de Coordinación y Promoción de la Libertad Religiosa del Ministerio de Justicia, Juan Ferreiro, defendió ayer la práctica del rezo musulmán, «de modo individual», en la mezquita de Córdoba, durante su intervención en el seminario «Libertad religiosa y espacios compartidos: la Mezquita-Catedral de Córdoba», organizado por la Junta Islámica en la sede madrileña de la Universidad a Distancia (Uned).
«Si un individuo tiene una necesidad de culto y realiza su oración, en un momento concreto y sin que esté organizado, en el interior de la mezquita, puede hacerlo, pues su acción está asistida por el derecho», recalcó Ferreiro al término del encuentro, en respuesta a una pregunta de una asistente al simposio, quien denunció la expulsión de varios turistas musulmanes extranjeros del templo cordobés, después de que se hubieran inclinado ante el mirahb para realizar la oración islámica. Para Ferreiro, «este templo es un edificio que, si bien no es de titularidad pública, sí tiene un uso público», por lo que en su interior «tiene que imperar el derecho».
Mezquitas y cementerios
No obstante, el «número dos» de la Dirección General de Asuntos Religiosos matizó que el Estado «puede aconsejar, pero ha de evitar pronunciarse para no caer en el pasado confesional». El responsable de Justicia también defendió el «derecho fundamental» que asiste a las comunidades islámicas para solicitar la construcción de mezquitas y la cesión de terrenos para cementerios musulmanes, y animó a los responsables del culto musulmán a inscribir oficialmente sus templos, que podrían de este modo gozar de exenciones fiscales.
ABC trató de ponerse en contacto, infructuosamente, con responsables del Obispado de Córdoba, a fin de recabar una opinión respecto a las declaraciones del subdirector general de Promoción de la Libertad Religiosa. Además de Ferreiro, las jornadas contaron con la participación del presidente de la Junta Islámica, Mansur Escudero; la directora de la Casa Árabe, Gema Martín; y los teólogos Margarita Pintos y Juan José Tamayo, quien ejerció de moderador.
Pese a que a finales de enero la Junta Islámica había anunciado la paralización de sus petición para el rezo conjunto en la mezquita, ayer fue su presidente, Mansur Escudero, quien volvió a reclamar que el monumento «se convierta en un templo ecuménico».
«Sólo queremos que se permita el rezo a los musulmanes junto al mirahb, donde no hay signos de otras religiones, ni se celebra el culto católico, ni existen tumbas», afirmó Escudero, quien añadió que «los musulmanes incluso estamos dispuestos a pagar para poder rezar».
A su vez, el líder musulmán propuso la creación de una comisión encargada de «llevar a cabo» sus planteamientos, señalando que «no existe en nosotros ningún deseo de reivindicar tiempos pasados, ni nos mueve la visión romántica de una nueva época omeya en nuestra ciudad», sino que «nos mueve la convicción de que abrir un espacio de encuentro interconfesional, hoy, en la mezquita, supondría abrir una puerta a la esperanza de toda la humanidad».
La propuesta de la Junta Islámica data de 2004, si bien cobró especial fuerza a mediados del pasado mes de diciembre, topándose con la negativa del titular de la catedral, el obispo de Córdoba, Juan José Asenjo. A finales de año, Escudero realizó el rezo islámico a las puertas de la mezquita, reclamando un encuentro con los responsables episcopales que, a día de hoy, no se ha producido.
El líder de Junta Islámica informó que todavía se encuentra a la espera de que Benedicto XVI responda a una carta enviada por este organismo a través del Nuncio de Su Santidad en España, Manuel Monteiro de Castro, solicitando la conversión de la Mezquita-Catedral en un templo de uso ecuménico.
No es una prioridad
Por su parte, la directora de la Casa Árabe de Madrid, Gema Martín, aunque se mostró «de acuerdo con las reivindicaciones planteadas por la Junta Islámica» respecto al uso conjunto de la mezquita de Córdoba, apuntó que «no es un asunto prioritario entre los musulmanes de este país» quienes «lo que quieren es poder tener una mezquita digna en su entorno, cosa que ahora no sucede».
En su opinión, la cuestión fundamental para el futuro de los musulmanes en España se encuentra en el interior de la propia sociedad, «que todavía interpreta el derecho de culto que nos asiste como una amenaza sospechosa de radicalismo». Al tiempo, Martín advirtió que, si no se trabaja en pro de la integración, «abonaríamos el terreno para el victimismo, la reclusión en guetos y una hipotética reacción violenta».
Finalmente, Margarita Pintos aplaudió la posibilidad de que los musulmanes puedan orar en la mezquita, puesto que, «si bien no es una reivindicación prioritaria, sí es muy importante desde el punto de vista simbólico».