Enviado a la página web de Redes Cristianas Hablo de jubilación porque me encuentro en ese colectivo. Somos herederos de otra cultura, de otras costumbres, de otro modo de vivir. Nuestros abuelos procuraban ahorrar de sus pingües ingresos, tenían miedo a la vejez. Nuestros padres hicieron lo mismo, y si no les dio tiempo a disfrutarlo lo dejaron para sus hijos, que a su vez hicieron lo mismo que sus antecesores pero con menos preocupación porque ya hoy confían en la Seguridad Social, (confiar???). Pero tienen una idea: No bajar su nivel de vida, seguir viviendo igual que antes de la jubilación haciendo frente a la nueva crisis.
Seguir, mientras la naturaleza responda, a la misma altura. Mantener el gasto para mantener el consumo, así mantendremos la producción que origina la necesidad de trabajo. Por otra parte el ahorro privado en manos de los Bancos está también al servicio del país, porque no lo guardan cerradito en un cofre, eso ya sé hacerlo yo, la utilizan fomentando la industria, el comercio, distintas necesidades de la sociedad ayudando a que España prospere al mismo tiempo que ellos se benefician. Estamos hablando de una ahorro que antes de llegar a nuestras manos ya había cotizado al bien común por el capítulo de rendimiento del trabajo personal, que cuando a ti te genera unas ganancias vuelve a cotizar un 21% para sufragar los múltiples beneficios que la sociedad te brinda, y supongo que las entidades bancarias, a juzgar por sus estados de cuentas, también se benefician. Suponemos que después de satisfacer a sus correspondientes Consejos de Administración con sus correspondientes puertas giratorias.
¿Qué nos ocurre hoy a los jubilados de la antigua escuela y a los ahorradores de la nueva? Parece que premien tu esfuerzo con un 5% en plazo fijo. A pesar de la manifiesta reducción de personal y mecanización de servicio. Estos son nuestros recortes amén de otros muchos, de lo cual también participan, perdiendo, aquellas ONGs a las que cada cual tiene especial inclinación, y aquellos familiares que sin posibilidad de trabajar viven a la sombra de sus mayores. Ante este panorama habrá que decir a la juventud actual: El ahorro es una pérdida y un sacrificio tonto. Consumid vuestros ingresos en aquello que más os plazca. España se empobrecerá??
Huelva Información 13 de febrero de 2016