Juan José Tamayo: el abrazo de Francisco Camps a la imagen del apóstol Santiago es «una ofensa al cristianismo» y «un acto de profanación de lo sagrado» -- P. Cerdá Valencia

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Levante-EMV

El reputado teólogo Juan José Tamayo, secretario general de la Asociación de Teólogos y Teólogas Juan XXIII y vinculado a la Teología de la Liberación, declaró ayer a Levante-EMV que el abrazo de Francisco Camps a la imagen del apóstol Santiago es «una ofensa al cristianismo» y «un acto de profanación de lo sagrado». «En un hombre que ha demostrado una corrupción a ese nivel, es una falta de honestidad y una irreverencia absoluta» que -continúa Tamayo- raya en lo «simoníaco». La simonía, en el cristianismo, es la compra de lo espiritual (incluyendo la penitencia) por medio de bienes materiales.

Tamayo, a quien Roma acusó en 2003 de caer en la herejía del «arrianismo» -negación de la divinidad de Jesucristo y de su resurrección- considera que el presidente de la Generalitat acudió a la catedral a «manipular la religión en el Año Santo Compostelano de una manera descarada» y recurrió a la «treta» de la indulgencia plenaria de los pecados «para ocultar sus vergüenzas corruptas». «Como yo, muchos sectores teológicos creemos que por abrazar al apóstol Santiago no se le remiten todos los pecados y comportamientos corruptos cometidos en su vida política».

A juicio del autor de Dios y Jesús, si se ha incurrido en un comportamiento pecaminoso, «hay que arrepentirse de los pecados cometidos y, si es el caso, que haya un acto de devolución o restablecimiento». Es decir: «Si Camps ha beneficiado a determinadas empresas a cambio de favores, lo tiene que reparar a las terceras personas que se han visto afectadas. En este caso, a la ciudadanía valenciana», remacha Juan José Tamayo.

El teólogo palentino, que se declara «crítico con las devociones populares que oprimen a la ciudadanía» como es en su opinión la tradición jubilar, insiste en que Camps «no puede presentarse como absuelto de todos sus pecados».