Juan José Tamayo Director de la Cátedra de Teología de la Universidad Carlos III de Madrid: «La Iglesia camina hacia el ‘harakiri’» -- Ricardo S. Rico

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El Norte de Castilla

El palentino Juan José Tamayo, director de la cátedra de Teología y Ciencias de las Religiones de la Universidad Carlos III de Madrid, habló ayer de su nuevo libro, ‘Otra teología es posible’, en una charla en Palencia.


-¿De qué habla en su libro?

-De que, tradicionalmente, la teología ha dado respuestas del pasado a preguntas del presente y por eso ha estado tan alejada de la vida cotidiana, incluso de los propios cristianos, porque se ha presentado como algo lejano, ajeno. Por eso ha sido una disciplina inocua en el concierto de los saberes, conservadora en el campo político y anticientífica en el terreno de los grandes avances. Lo que quiero demostrar es todo lo contrario, que la teología es una disciplina crítica, que ayuda a pensar y que contribuye a la transformación de la sociedad, de las religiones, en dirección a la justicia, la solidaridad y la igualdad y se pregunta por los nuevos desafíos. –

¿Qué desafíos?

-El primero, el pluralismo religioso. Ninguna religión tiene en propiedad la verdad, todas las religiones tienen que ir en búsqueda de la verdad y es una búsqueda inagotable, porque la verdad de las religiones es misterio. Ninguna religión tiene el monopolio de la salvación, todas pueden ser caminos de salvación y también de perdición. –

¿Que opinión tiene del aborto?

-Es un campo que hay que plantear desde los derechos sexuales y reproductivos, no desde una determinada concepción mítica de la vida. No me defino a favor o en contra, defiendo que no se puede imponer una decisión a las mujeres. Ni un ministro como Ruiz Gallardón, que es el más integrista de todos los de Rajoy, ni una ley eclesiástica, ni una ley civil, ni un varón, tiene derecho a interferir en la conciencia.

¿La Iglesia se enroca cada día más en el conservadurismo?

-Por el camino que va, el final va a ser hacerse ella misma el ‘hara kiri’, acostumbra ella misma a responsabilizar de la crisis de fe a factores externos, el secularismo, el laicismo, el hedonismo… Una crítica desde dentro tenía que empezar por reconocer los errores que viene cometiendo en España en los últimos 25 años.