1- Es imposible imaginar a Jesús formando parte de un frente en contra de la libertad de expresión y la conciencia humana. Es imposible imaginarlo aunque este frente esté formado por eclesiásticos y religiosos. Pero ocurre que el jesuita Juan Masiá ha optado por el silencio y por cerrar su blog en Religión Digital debido a presiones jerárquicas en su contra. Ignoran que, a veces, el silencio vale más que mil palabras.
2- Es legítimo pensar que Jesús respeta la libertad y la conciencia de todos, incluido las de Masiá. Lo respeta aún en la hipótesis de que su pensamiento y sus escritos no se ajustasen a la ley de la ortodoxia oficial. También Jesús fue acusado de quebrantar la ley.
3- Pedro -un amable, dialogante y cristiano lector vasco residente en Madrid- abre un interrogante. ¿Por qué no ejercer la objeción de conciencia ante la autoridad eclesiástica teniendo en cuenta que dicha autoridad apela a su práctica en otros asuntos?
4- El internauta Pedro cita un párrafo del libro «Creer después de Freud», del psicoanalista y jesuita Carlos Domínguez Morano. Este es: «El término «obediencia» está ausente en los Evangelios para describir las relaciones interpersonales en el seno de la comunidad. La «obediencia» se aplica tan sólo a la relación con Dios o al dominio que ejerce Jesús sobre los elementos naturales o los demonios. Esa obediencia a Dios puede conducir a la desobediencia frente a los hombres y a la misma transgresión de la normativa religiosa».
5- Esta postura recuerda la opinión expresada por el católico Joaquim Xicoy (1925-2006), que fue president del Parlament de Catalunya en dos legislaturas. Un día, pocos meses antes de su fallecimiento, se celebró una jornada sobre la declaración conciliar «Dignitatis humanae» en el Seminario de Barcelona. Participaban los arzobispos Lluís Martinez Sistach y Jaume Pujol. Muchos de los ponentes, como Rafael Navarro Valls, defendieron la objeción de conciencia ante leyes laicas. Y Joaquim Xicoy planteó en el coloquio este interrogante: «¿No creen que los cristianos también tendríamos que tener el derecho a la objeción de conciencia ante ciertas actitudes y normas de la jerarquía de la Iglesia?».