J. Comblin, un canto de Iglesia (E. Silva J., María, C.Mesters) -- Xavier Pikaza, teólogo

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El Blog de Xavier Pikaza

Muchas comentarios he leído a la muerte de Comblin, pero ninguno más bello que los tres que ha puesto en mi blog Edegard Silva Junior, de la Comisión Pastoral de la Tierra.
Son sus palabras un canto, más que una elegía, a la vida y muerte de Comblin, hermano de la rica Bélgica, compañero y amigo de los hermanos de Brasil y de otros países de América Latina.

Hay en ellas amor a la iglesia, con sus comunidades contemplativas y al hermano obispo de Barra, con todos los amigos creyentes y el recuerdo de los grandes luchadores de la fe, de las tierras de San Salvador.

Sus palabras traen el recuerdo de los mártires antiguos, como las de Justino y compañeros, en la vieja Roma (en la imagen, una foto antigua de Comblin y dom Helder).

Después que el post ha estado colgado por unas horas (y viendo ha vuelto a encaramarse la voz de unos parásitos, que no saben crear, sino sólo destruir lo ajeno), quiero añadir un testimonio de María, una cristiana de Londres, atenta a los movimientos de Iglesia (¡gracias, María), y otro de Carlos Mesters, a quien casi todos los lectores de mi blog conocen… A todos mil gracias. Y quiero recordar también que el P. Edegard/Edgard es Presidente de la Congregación de Religiosos CRB, de Salvador-Bahia, Brasil

Testimonio del padre Edegard Silva Júnior, Presidente de la Congregación de Religiosos de Salvador-Bahia,+

José Comblin (22.03.1923 – 27.03.2011)
Es tercer domingo de cuaresma, el evangelio presenta a Jesús en el brocal de un pozo pidiendo agua a la mujer samaritana.
En la ciudad de San Salvador de Bahía llueve mucho.

Lejos del centro turístico, en la región metropolitana entre Salvador y Simões Filho, en un barrio pobre
y medio olvidado está el «Rincón de la Transfiguración», una comunidad de consagradas que viven la espiritualidad trinitaria.

En esta casa sencilla y acogedora se encontraba Jose Comblin.
Rodeado de gente sencilla había celebrado hacía pocos días sus 88 años de vida, con torta y vela para apagar.

Al lado de la capilla en un sencillo cuarto, en la mañana del 27 de marzo, acunado en los brazos de la Trinidad Santa, José se fue a la casa del Padre.

Me avisó Fray Fray Luciano de la Comisión Pastoral de la Tierra, e imediatamente me dirigí hacia allí.
En el caminho fui avisando a los amigos y amigas que pudiesen ir para allá.

Llegué al Rincón de la Transfiguración… Comblin estaba en la cama. El semblante tranquilo de quien murió como había soñado… me acerqué, cogí su mano, acaricié su rostro y recordé en aquel instante a tantas personas que les gustaría hacer ese mismo gesto…
y le dije en voz baja:

José, este apretón de manos es en mombre de Beozzo, del CESEP, del CEBI, de Carlos Mesters, de Ivone Gebara, de las facultades de teología donde diste clase, de Fray Betto, de Marcelo Barros,
del hermano Bruno de Taizé, de las Comunidades eclesiales de base…de tantos y tantas… y también de la Teología de la Azada!

En el cuarto de al lado estaba don Luiz Cappio, obispo de Barra, donde residía actualmente Comblin.
Nos invitó a celebrar la Eucaristía.

Llevamos el cuerpo de José a la capilla y en una sencilla celebración familiar con poco más de veinte personas entonamos las canciones que han marcado la historia de las comunidades.

Rezamos, oímos el testimonio de los amigos y de quienes conviviieron con Comblin.

Terminada la celebración nos despedimos. El padre José Comblin será sepultado en Paraíba.
Allí será sembrado su cuerpo, en la misma tierra nordestina que acogió al padre Ibiapina, al Padre Cícero, a Margarida Maria Alves, a Dom Hélder Câmara…

En el cuarto donde falleció, cerré algunos botones de su camisa, coloqué en el armario sus gafas
que estaban todavía sobre la cama.
Fuera la lluvia caía fina, iban llegado más personas, casi todas con el mismo sentimiento:
¡Muchas gracias José Comblin!

(texto brasileño en http://www.cebi.org.br/noticia.php?secaoId=1&noticiaId=1879)

Unas aclaraciones de María, de Londres

Quería decirte que Comblin se levantó el domingo, se duchó, se vistió, y?? cuando vieron que no llegaba a la capilla para la celebración, fueron a su cuarto a buscarle y le encontraron ya sin vida,
creo que sentado en una silla.

No estaba muy bien de salud, también había ido a Salvador para hacerse estudios médicos. Anda por ahí una versión que dice que murió en el hospital de Salvador, pero no es así, sino como lo cuenta el padre Edgard.

Comblin ha sido enterrado según su deseo en el santuario del padre Ibiapina (un santo del pueblo, del siglo XIX) en Paraíba -a donde fue trasladado por carretera desde Salvador, pasando por los estados nordestinos donde él trabajó-, tras el funeral celebrado después de recibir el 28 por la noche y el 29 por la mañana la visita de despedida del pueblo.

Hace unos días estaba plantando allí un árbol, «para que dé sombra a mi túmulo», dijo.

Un abrazo. María

Como el profeta Amós, el padre José Comblin incomodaba
Por fr. Carlos Mesters, biblista, fundador del Centro de Estudios Bíblicos (CEBI)

El padre José Comblin ha muerto. La gente de las Comunidades por donde él andaba no lo llamaba Comblin, sino «Padre José». Padre Comblin incomodaba a las personas de poder, pero era amado por los pobres que lo acogían cariñosamente como padre José.

Había nacido en Bruselas (Bélgica) en los años 20 del siglo pasado y en los años 50 vino a trabajar y anunciar la Buena Nueva aquí en Brasil.

El profeta Amós era de Judá en el Sur y fue a trabajar y anunciar la Buena Nueva de Dios en Israel, al Norte, en el santuario de Betel. A Amasías, el sacerdote de Betel, no le gustó y denunció al profeta ante el rey Jeroboán, diciendo que ya no se podían tolerar las palabras de Amós. Y mandó decir a Amós: ?Oye, profeta, márchate de aquí, vete a tu tierra de Judá. Vete a ganarte la vida allí con tus profecías. No me vengas más a profetizar aquí en Betel, porque aquí es el santuario del rey y el templo del rey??.

Amós le mandó decir: ?Yo no soy profeta ni hijo de profeta. Soy campesino, crio ganado y cultivo higos. Yavé me llamó cuando cuidaba el rebaño y me ordenó: ?Vete a profetizar a mi pueblo Israel?!?? (Amós 7,10-15).

Como el profeta Amós, el padre José Comblin incomodaba a los hombres del poder en el tiempo de la dictadura y fue expulsado varias veces. Incomodaba también a los que ejercen el poder en la Iglesia. Algunos llegaron a decir que ya no se podían tolerar las coisas que decía, y le prohibieron hablar en varios lugares.

Como el profeta Amós, el padre José nunca se presentó como profeta. Se presentaba como ser humano cristiano y sacerdote, cumplidor fiel de su deber. Puedo dar testimonio de que cuando le invitaban a hablar en las comunidades y en los grupos del CEBI, el padre José convencía a las personas por la sencillez de su manera de hablar y dialogar, por el testimonio de su sinceridad y profundidad de vida y por la enorme cantidad de información que tenía para confirmar las cosas que decía y las denuncias que hacía.

Aunque ausente, sigue presente. Como el profeta Amós, «su cuerpo fue sepultado en paz, pero su nombre vivirá a través de las geraciones» (Eclo 44,14).

Eternamente agradecido.
Fray Carlos Mesters, O.Carm.
Convento del Carmen, São Paulo, 28 de marzo de 2011
http://www.adital.com.br/site/noticia.asp?lang=PT&cod=55064

PD de X. Pikaza
El mejor trabajo que he leído estos días sobre J. Comblin es el de José Martínez de Velasco

José Comblin, in memóriam http://blogs.21rs.es/trastevere/con su referencia a http://www.atrio.org/2010/09/%C2%BFque-nos-esta-pasando-en-la-iglesia/ y a otros artículos en http://2006.atrio.org/?author=92Cf. También

http://www.atrio.org/jose-comblin/
http://www.comitesromero.org/prensa/EntrevistaComblin.html

http://comunidadereflexionyespiritualidadeva.blogspot.com/2011/03/fallece-jose-comblin.html