Otro Mundo es posible
?Sube a una tierra que mana leche y miel??. Esa era la invitación y la promesa. Una tierra que producía frutos abundantes, pero no para satisfacción de algunos, sino para que, colaborando y compartiendo, todos pudieran comer juntos, en torno a la gran mesa de la hermandad.
Ningún territorio es propiedad de nadie. Cada pueblo es elegido y llamado para abrirse e ir al encuentro del otro, derribar las fronteras y destruir las banderas que dividen, amenazan y secuestran la verdad. Ver noticia original en …