El Paraíso Capitalista -- Antonio Zugasti

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

En un artículo anterior hablaba del capitalismo como una religión donde se da culto al dinero, a la riqueza, y para conseguirla se sacrifica todo, hasta millones de vidas humanas si es necesario. Pero las religiones para ser aceptadas necesitan también ofrecer un paraíso.

Y el capitalismo ofrece también un paraíso: su paraíso consiste en un consumo inagotable, tener de todo, todo lo que se nos ocurra
El atractivo de este paraíso se ha difundido por la sociedad, y hoy goza de una aceptación muy generalizada. Se define nuestra sociedad como sociedad de consumo. Se pregona que la posibilidad de consumir todo lo que a uno le apetezca es el pasaporte a la felicidad. Y la felicidad es, precisamente lo único a lo que los seres humanos no podemos renunciar.

Podemos ponerla en los sitios más dispares: el budista radical lo pone en la aniquilación del yo, y el multimillonario en u n yate de diez millones de euros. Pero nadie está dispuesto a renunciar a ella. Se prefiere cerrar los ojos al hecho incuestionable de que esta civilización consumista es insostenible en un planeta limitado como la Tierra.
El gran problema es que esta idea capitalista del paraíso ha sido asumida por sectores teóricamente anticapitalistas.

Erich Fromm en su libro ?Tener o Ser?? escribe:
«El socialismo y el comunismo rápidamente cambiaron, de ser movimientos cuya meta era una nueva sociedad y un nuevo Hombre, en movimientos cuyo ideal era ofrecer a todos una vida burguesa, una burguesía universalizada para los hombres y las mujeres del futuro. Se suponía que lograr riquezas y comodidades para todos se traduciría en una felicidad sin límites para todos».

La consecuencia ha sido que el ideal capitalista ha sido aceptado por gran parte de la sociedad, con la idea de que realmente el consumo abundante es un elemento básico de nuestra felicidad.

Pero también mucha gente es consciente de que si los seres humanos seguimos aspirando al paraíso capitalista del consumo, mal se presenta el futuro de nuestra especie. Para evitar este futuro es necesario reconocer, defender ?y disfrutar? que existen otros caminos de realización humana, plenamente satisfactorios y realmente sostenibles, lo mismo en el terreno ecológico que en el social.

Defender que el paraíso capitalista es engañoso, que la riqueza y el consumo no nos dan la felicidad y que otro bienestar es posible y totalmente necesario