Enviado a la página web de Redes Cristianas
En las revistas digitales «Religión digital» (RD), y «Plural.com», se hacen eco hoy de una carta abierta del grupo de curas madrileño, conocido como «Foro de curas de Madrid», al señor arzobispo. Me parece muy interesante trasmitir, de alguna manera, las ideas más interesantes de esa misiva a mis lectores del Areópago. No comentaré todas, pero sí lo haré con las que me han parecido más urgentes e importantes. Procuraré hacerlo muy brevemente y con la mayor claridad posible.
Reconocen, y agradecen, la cercanía y el estilo dialogante de D. Carlos. Evidentemente, sin citar a nadie, se entiende que ese estilo pastoral lo destacan, y agradecen, porque, de alguna manera, es una novedad, y significa un cambio notable con las formas y modos del anterior titular del arzobispado, cuya distancia y frialdad ha podido corroborar el que esto escribe: dos cartas largas, sinceras y claras, mías personales, al señor cardenal; otra carta del Consejo Pastoral Parroquial dirigida igualmente al señor arzobispo; otra carta del párroco, que soy yo, al máximo órgano de dirección de la Diócesis, el Consejo Episcopal, así como cartas intermedias al señor vicario de la Vicaría IV, la nuestra; otra al señor notario de la diócesis, y hasta al Vicario judicial, sólo merecieron, muy al final del mandato de monseñor Rouco, una llamada telefónica del vicario judicial, que agradecí. Pero de las anteriores cartas y comunicaciones por Correo electrónico, que no he citado, ni respuesta, ni aviso de llegada; nada. (Pero yo sí que tengo las constatación de Correos, de la entrega de esa correspondencia). Y no solo en la lejanía de los despachos y gabinetes, sino en la misma Visita Pastoral, la actitud de displicencia del señor Cardenal, por decir algo suave, con el Consejo de Pastoral, resultó escandalosa para los miembros del mismo.
Les resulta inexplicable la actitud sectaria y ultra conservadora de 13Tv y de la Cope, algo que corroboro en todos sus términos y detalles. Y los curas destacan que no solo los contenidos ideológicos y los análisis socio-económico-políticos son opuestos a una mentalidad que podemos llamar eclesiológica conciliar, y ajenos, alejados y contrapuestos al Evangelio, no solo es que no defiendan a los excluidos y marginados de la sociedad, sino que, además, en un estilo inimaginable e irreconocible de prepotencia social, -que cultural no, porque no pueden-, ?a menudo en algunos de sus programas y, más en concreto, en muchas de sus tertulias, se escuchan opiniones no sólo contrarias a tales personas sino ofensivas para las mismas, pues se las desprecia y ridiculiza??. Son palabras del Foro, nada exageradas, y que, en mi opinión, aun quedan cortas, y que firmo en su totalidad. (Y yo pregunto, ¿qué ofrece para la propagación del Evangelio y de la Palabra de Dios, y de los valores del Reino, el comunicador estrella que ha fichado la Cope, a bombo y platillo?
Las esperanzas de cambio en la diócesis de Madrid no son alentadoras. Había, tanto en ambientes clericales, como laicos, segmentos y círculos que contaban muy poco en el organigrama de la diócesis, casi excluidos, muchos del Foro entre ellos, y que hoy ven con desilusión cómo la perspectiva y probabilidad de cambio en este campo es muy tenue, casi imperceptible. La íntima sensación de no poder sumar la propia valía, los propios planteamientos, los pensamientos, la sabiduría acumulada en tantos años de ministerio, (como es el caso de tantos curas de Madrid, o mi propio caso, pues haré, Dios mediante, dentro de dos años, mis bodas de oro presbiterales, con múltiples, variadas y ricas experiencias, desde la pastoral de ciudades como Sâo Paulo, Río de Janeiro, mi evangelización por Amazonas y Mato Grosso, o en ambientes españoles, como los industriales de Torrelavega, o los ricos de Madrid, como en la parroquia Sagrados Corazones, al lado del Bernabéu, o de barrios obreros y sindicalistas, como Vallecas, teniendo la sensación de que todo eso no ha servido para nada, y que se convierte en antigualla que se arrumba en el rincón).
Poca, o ninguna, esperanza pastoral, o bíblico-teológica en la formación de la (pomposa) Universidad San Dámaso, de la que no salen jóvenes curas con mentalidad conciliar, ni en lo pastoral, ni en lo litúrgico, ni en lo socio-político, ni en los medios indispensables para realizar en la idócesis de Madrid un «Catolicismo reformista», o mejor, procurar instgalar un cristianismo evangélico, comunitario, frterno, testimonial, y verdadero buque insignia de la Iglesia en España. Es decir, lo contrario de los que ha sucedido en las tres últimas décadas, sobre todo las dos últimas. Y me ha interesado mucho un punto, que considero de gran significado e influencia pastoral, con el que estoy muy de acuerdo: el de la vuelta a tiempos oscuros y plúmbeos en la práctica y realización del Sacramento de la Penitencia o Reconciliación, con una insistencia inútil, contra corriente psicológica y social, y, ¡sobre todo, teológica y evangélica!, de la confesión auricular. El recordatorio que hace el Foro de curas madrileño de este tema me parece, además de importante, muy útil y oportuno.
A los que siguen pacientemente este blog no les costará nada darse cuenta de que no he tenido que violentarme gran cosa para demostrar mi conformidad con los puntos señalados por mis colegas del Foro de curas de Madrid.