INFORME SOBRE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD 2005 EN COLONIA. Mattias Jakubec

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La primera Jornada Mundial de la Juventud (WYD) se celebró en 1984 con Juan Pablo II y desde entonces otros encuentros del mismo tipo se organizaron en veinte ciudades distintas de continentes distintos. Cada vez entre varios cientos de miles a millones de jóvenes de todo el mundo se encontraron. Pero a las jornadas mundiales de la juventud sólo asisten católicos prácticamente, lo cual significa que el nombre es bastante confuso. Yo mismo tomé parte en la reunión del año 2000 en Roma como leader de un grupo austríaco y de ese modo conozco también el lado oficial de la Jornada muy bien por experiencia propia.

La Jornada 2005 en Colonia

Los puntos más importantes de la agenda de la Jornada en Colonia fueron:

.- 16/08/2005, tarde: Liturgias de apertura con la presidencia de varios cardenales alemanes en los estadios de Dusseldorf, Colonia y Bonn.

.- 17/08/2005 hasta el 19/98/2005: Catequesis (varias impartidas por obispos), conciertos y otras celebraciones.

.- 18/08/2005: El Papa Benedicto XVI llegó a Colonia y pronunció su discurso de bienvenida en un barco sobre el Rin.

.- 20/08/2005: Vigilia (liturgia al anochecer) con el Papa Benedicto XVI.

.- 21/08/2005: Misa de clausura celebrada por el Papa Benedicto XVI.

El encuentro de Benedicto XVI con judíos y musulmanes no tuvo mucho que ver realmente con la Jornada.

Aspectos que destacaría de esta jornada:

.- Toda la Jornada estaba orientada hacia la jerarquía. El Papa, los obispos y sacerdotes son los que enseñan, el papel de los jóvenes es escuchar y hacer preguntas. El objetivo principal es que los jóvenes estén en sintonía con la jerarquía.

.- La mayoría de los jóvenes participantes venían en grupos de organizaciones italianas, españolas y estadounidenses, las cuales en muchos casos se comportaban de modo muy cerrado. Las catequesis y otros actos de menor importancia estaban organizados por grupos linguísticos, con el resultado de que la gente se encontró separada por países o incluso por diócesis según su origen. También en los momentos más masivos e importantes, los grupos de distintos idiomas estaban situados en sectores distintos. Los actos multiculturales fueron poco frecuentes en el programa (el punto de encuentro austriaco ofreció algunos). Una participante alemana me dijo que su parroquia había alojado a personas de Macedonia durante los días anteriores y viajaron luego juntos a Colonia, pero tan pronto como llegaron fueron separados de sus huéspedes y no los volvieron a ver. Todo esto lleva a la conclusión de que los verdaderos contactos internacionales tuvieron lugar con grandes dificultades (tuve la misma experiencia en Roma en el 2000).

.- En las catequesis y en los sermones, términos como demonio, infierno o purgatorio aparecían con frecuencia como si no hubiese habido ningún desarrollo teológico desde hace cien años por lo menos. Yo mismo pude oir el sermón pronunciado por un obispo auxiliar alemán. Explicó cómo el demonio nos dificulta que creamos. El Papa traía indulgencia como un regalo para los jóvenes, la indulgencia por la cual se puede reducir nuestra estancia en el purgatorio (por cierto, esto también me pareció una ofensa hacia la Iglesia Protestante).

.- Además, observé muchos problemas de organización: voluntarios y traductores habían sido enviados por todas partes de la ciudad sin ningún plan, porque algunos despachos se habían trasladado de repente desde el centro de la feria de Colonia a algunas escuelas y locales de las iglesias en la parte más interna de la ciudad. El personal de servicios en los puntos de información no lo sabían y no parecía que tuvieran información adicional más que el folleto oficial y las páginas oficiales de internet. La mayor parte el espacio en los puntos de información se utilizaba para la venta de artículos de devoción (velas, pañuelos, rosarios, pegatinas, etc.) Su tarea, ofrecer información, tenía evidentemente prioridad menor. Las personas que trabajaban en esos mostradores eran a veces muy antipáticos, por no decir agresivos. Oí rumores de que había muy pocos voluntarios. Pero había obviamente dificultades con la asignación de voluntarios para que el trabajo se hiciera. Una estudiante de teología y además amiga mía quería ayudar en la distribución de las comidas, pero le asignaron la tarea de levantar un poblado de tiendas para los scouts, aún cuando no tenía la menor experiencia en levantar tiendas ni en la vida scout y no estaba preparada para pasar las noches en una tienda. Por otro lado, los scouts protestaron de que los voluntarios que les asignaron no tenían ninguna educación básica en habilidades scout. Hubo otros problemas en los puntos de distribución de comidas, mucha gente llegó tarde y se perdieron actos importantes. Las personas que sólo se registraron al llegar a Colonia tuvieron que estar tres días sin que les diesen comida en esos puntos. Un trabajo muy bueno fue el de los empleados de los transportes públicos de Colonia. Sus vacaciones habían sido canceladas y tuvieron que hacer mucho trabajo extra, estaban al límite pero a pesar de ello los encontré todo el tiempo serviciales y amables.

10 de octubre de 2005