Una de las jóvenes voluntarias que está preparando el encuentro de Cochabamba cuenta semana tras semana lo que sucede en torno a la preparación encuentro. Reuniones, encuentros, citas con movimientos juveniles, agendas llenas, noticias que poco a poco toman sentido. Cada uno de los voluntarios hasta ahora llegados de Chile, Portugal, Brasil, Suiza, España, Canadá, Paraguay y de las ciudades de Cochabamba , Oruro, La Paz de Bolivia con dos hermanas de la Comunidad de San Andrés y dos hermanos de la Comunidad de Taizé están divididos en grupos de trabajo según las diferentes regiones de Cochabamba.
A las reuniones de coordinación general los voluntarios van llegando con una pieza de una gran rompecabezas, cada pieza es muy importante y sirve de guía , brindando una señal, una pista que indica el camino que debemos seguir para armar este gran rompecabezas.
Las experiencias que vivimos son dignas de ser contadas: desde la desorientación hasta quedarse perdido en alguna parte de la ciudad. Pero esto sólo es el inicio, luego, las experiencias se traducen en expectativas, en ganas de trabajar, en entusiasmo que se transmite hacia los voluntarios en las visitas que hacen, descubriendo la realidad de Cochabamba, esta ciudad cuyas familias y comunidades religiosas les ha proporcionado acogida, haciéndolos parte de las mismas.
Puede parecer difícil, como lo indicó uno de los hermanos de la Comunidad, concebir en la realidad de mi país, la preparación de las Jornadas de Reconciliación. Sabemos muy bien que estas jornadas no serán una solución a los problemas de este país, sólo abrirá un espacio, libre, gratuito de ?encuentro??.
Durante las oraciones que tenemos en la Catedral situada en le centro de la ciudad se escuchan las protestas de los diferentes sectores sociales, cohetes que anuncian movilizaciones y marchas. Al rezar juntos y paralelamente a lo que sucede, podría tornarse contradictorio, pero no, al reunirnos en una oración comunitaria, no nos encerramos hacia los demás, no existe indiferencia a lo que sucede a nuestro alrededor, por que estamos en comunión y conscientes del malestar del pueblo que sufre. Mediante las oraciones nos sentimos cerca de los que ahora están lejos, de nuestras familias.
En varios puntos de Bolivia se desarrollan conflictos, es verdad, hay bloqueos de carreteras y movilizaciones, que ya forman parte de nuestra realidad, pero esto no impedirá que abramos nuestra vida, por que no existe bloqueo a nuestras ganas de vivir, a nuestra fuerza de querer compartir y vivir en paz con alegría.
Una vez terminado la construcción de este rompecabezas, nos quedaremos asombrados por la belleza del trabajo que se hizo en equipo. Pero aún falta, hay un camino y si no lo hay los estamos haciendo.