El artículo anterior termanaba con la referencia a las tres incoherencias apuntadas por el Concilio Vaticano II como posible justificación de la crisis de Dios en la mdoernidad: el descuido de la educación religiosa, la exposición inadecuada de la doctrina y la falta de testimonio. A ellas hay que sumar una cuarta, más grave si cabe: la dificultad —por no decir imposibilidad— de compaginar las imágenes tan dispares y contrapuestas que en el cristianismo se transmiten de Dios. Veamos algunos ejemplos.··· Ver noticia ···