El pastor Ilo Utech, luterano de Nicaragua, confirmó hoy que el Obispo de la Iglesia Luterana en El Salvador, Medardo Gómez, pidió audiencia al Fiscal General de la Republica y a la Comisión de seguridad de la Asamblea Legislativa, para exponer y discutir el tema de la inseguridad ciudadana, de la que es victima la misma iglesia luterana por su defensa de los derechos humanos.
En horas de la tarde, el Obispo será recibido por la Procuradora de Derechos Humanos, Beatriz de Carrillo y el delegado de la ONU, Manuel Sevilla, para abordar el tema de la violencia y el caso del matrimonio Carrillo asesinados el sábado 4 de noviembre por desconocidos, cuando cerraban las puertas del templo después de un culto en Jayaque, la Libertad.
La comunidad luterana salvadoreña después de los crímenes de cuatro de sus miembros en meses recientes, se encuentra atemorizada y demanda justicia y solidaridad para que los crímenes no queden en la impunidad. El obispo Gómez, también confirmó que días antes de ser asesinados, los pastores Carrillo-Calzada habían sido amenazados de muerte.
Ellos eran defensores de los derechos humanos, y los desconocidos que los sorprendieron cerrando las puertas del templo no tuvieron testigos. Primero dispararon al automóvil donde se encontraba la pastora Jesús. Acto seguido buscaron a su esposo en las puertas del templo y le dispararon.
El líder luterano dijo que antes del atroz crimen del matrimonio Carrillo, un feligrés de la iglesia luterana Resurrección también murió, victima de la violencia que imponen los famosas pandillas maras. Antes, un sobrino del prelado, Marcos Antonio Trejos Baraza, integrante del conjunto musical de la iglesia, fue ultimado por dos delincuentes que pretendían robarle su automóvil.
El pastor Utech, líder de la iglesia Fe y Esperanza de Managua, expresó que se solidariza con la iglesia hermana de El Salvador y en nombre de la comunidad luterana de Nicaragua pide al gobierno una investigación de los cuatro luteranos que fueron víctimas de la violencia.
Utech también comentó que El Salvador se ha convertido en el país mas violento en América Latina, después de Colombia.