Enviado a la página web de Redes Cristianas
El arzobispo de Canterbury respalda la medida, resistida por sectores tradicionalistas.
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, apoya la iniciativa.
LONDRES.- La Iglesia Anglicana se dispone a votar el lunes en Inglaterra sobre la polémica ordenación de obispos mujeres, después de años de lucha entre tradicionalistas y liberales.
El sínodo general de la iglesia oficial del Reino Unido votó ayer viernes en favor del principio de un debate profundo sobre el asunto antes de la votación.
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, jefe espiritual anglicano, advirtió a la iglesia que está «mirando hacia el abismo» en este tema, y añadió que votar en contra postergaría una decisión hasta 2015.
«Al igual que la mayoría de los miembros del sínodo y la mayoría de los miembros de la Iglesia de Inglaterra, soy un firme partidario de la opinión de que debemos actuar rápidamente para resolver esta cuestión porque yo, al igual que la mayoría de ustedes, deseo ver mujeres obispos en la Iglesia de Inglaterra», sostuvo.
Sin embargo, una enmienda de último minuto otorgaría a las parroquias tradicionalistas la posibilidad de escoger un obispo hombre que comparta sus opiniones sobre el clero femenino.
Los partidarios de las mujeres sacerdotes se oponen a esta opción, porque consideran que finalmente consagraría la discriminación de las mujeres.
Aumenta presencia femenina
Los tradicionalistas, agupados en la asociación «Forward in Faith» (Adelante en la fe) se han opuesto a la consagración obispal femenina, aunque todos los sectores reconocen que la modificación probablemente será aprobada.
Desde su incorporación a la Iglesia Anglicana en la década de 1990, las mujeres han aumentado su proporción en el sacerdocio. Ya en 2010 se ordenaron más mujeres que varones. Más de un tercio del clero anglicano es de sexo femenino.
El tema ha generado fricciones en el acercamiento con la Iglesia Católica, cuya constitución apostólica «Anglicanorum coetibus» de 2009 abrió la puerta para que comunidades anglicanas ingresen a su seno y reconozcan el primado del Papa, manteniendo sus tradiciones litúrgicas y espirituales.
En un comentado impasse ocurrido en 2010, durante un viaje del Papa Benedicto XVI a Gran Bretaña, el Pontífice fue recibido en la histórica Abadía de Westminster por una mujer sacerdote, Jane Hedges, a quien correspondía, por protocolo, recibir al ilustre visitante.
La ordenación de mujeres como sacerdotes también ha provocado una «fuga» del clero anglicano más cercano a las posiciones tradicionalistas. Cerca de 500 clérigos se incorporaron a la Iglesia Católica desde que se autorizó esa modificación, y se espera otro éxodo similar si se aprueba la disposición que será sometida a votación este lunes.
Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base