Mezclados entre la congregación mayormente negra de la Iglesia Misionera Bautista del Nuevo Natalicio, los feligreses hispanos escuchan con atención al obispo Eddie Long. Es una escena inusual para la iglesia mayormente afroestadounidense, pero la población hispana en el área ha crecido de apenas un 1% en 2000 a casi 9% hoy. Y la iglesia reconoce a sus nuevos vecinos de un modo que las iglesias negras no solían hacer.
Sensibilidad cultural
Long trata de atraer a feligreses hispanos con la contratación de una banda hispana de música y un pastor hispano, además de ofrecer servicios dominicales en español. E incluso se ha puesto a aprender español.
«Mi mensaje ha estado dirigido a estimular a los afroestadounidenses, pero tengo que tener sensibilidad cultural», dijo el obispo, cuya congregación incluye a más de 25 mil feligreses. «Ahora me concentro en los principios bíblicos que son relevantes para todos». Los servicios de Long son traducidos al español -además de otros idiomas-, pero Long quería hacer más.
Desafíos
Su plan implica desafíos. La mayoría de los hispanos en Estados Unidos asisten a iglesias que empezaron en sus propios vecindarios, o bien concurren a iglesias predominantemente blancas con misiones numerosas dirigidas a los inmigrantes de habla hispana.
Pero Long dice que las iglesias negras tienen una lección especial. Al igual que los negros que los precedieron, los nuevos inmigrantes hispanos lidian con la pobreza, la búsqueda de empleo y de una buena educación, además de querer una voz en la política pública.
«Nosotros pasamos por eso», dijo Long. «Y como estamos empezando a dar vuelta la página, podemos dar una mano a nuestros hermanos. Es cuestión de que la gente trabaje conjuntamente y use la fe para mejorarse a sí».
La idea de asistir a una iglesia afroestadounidense le pareció al principio extraña a Julio Alberto Rodríguez, que había presenciado los servicios de Long en la Florida por televisión. Pero cuando Rodríguez se mudó a la zona de Atlanta hace algunos años, fue a visitar su iglesia.
«Al principio, uno se siente un poco fuera de lugar siendo hispano entre tanta gente de color. Me preguntaba ‘¿Qué estoy haciendo aquí?'», dijo Rodríguez. Pero se incorporó a la feligresía y ahora trabaja como instructor personal en el ministerio de la iglesia para la salud física.
‘Mi casa es su casa’
El religioso Eddie Vélez, que desde hace 13 años es miembro de la iglesia y que recientemente fue designado pastor para conducir el culto en idioma español, ha estado tratando de ganarse a los nuevos residentes hispanos, difundiendo el nuevo lema de la iglesia, en español, «Nuestra casa es su casa».
«Todos somos iguales. Todos somos una familia», afirmó Bernardo Reyes, que toca la guitarra en la banda de Nuevo Natalicio y que frecuenta la iglesia desde hace unos seis meses. «Me hace sentir importante que estén pensando en mí».
