La ignorancia es el peor enemigo de la civilización, y la ignorancia suele, en sus efectos y frecuentemente en sus impulsos, tan malvada como la misma maldad. Eugenio María de Hostos
La huelga de estudiantes en la Universidad de Puerto Rico nos presenta con un cuadro sintomatológico que puede ser malinterpretado y el mismo puede ponernos de frente con la penosa realidad de confundir la gimnasia con la magnesia.
Cuando tomamos los síntomas como si fuera el problema, terminamos con identificar e implementar intervenciones que no traen soluciones sino que agudizan la problemática. Por ejemplo hay dos problemáticas dentro de la realidad de esta huelga que vienen a mi mente. Una es la realidad colonial de Puerto Rico en donde gobiernos coloniales de turno ponen la universidad al servicio de los intereses ideológicos del imperio.
La otra problemática la podemos ver en su realidad de no ser una universidad autónoma, sino que dentro de nuestra realidad colonial pasa a ser una universidad financiada y controlada por el gobierno de turno y como si fuera una agencia de gobierno, el gobernador elige y/o destituye su presidente como si fuera uno/a de sus secretarías. Esto por supuesto a través del camuflaje de lo que se conoce como la Junta de Síndicos/as la cual dentro de nuestra realidad colonial y de no ser una universidad autónoma no responde prioritariamente a una agenda académica sino más bien, dentro del modelo neoliberal de dos torpezas.
Por un lado la reproducción, defensa, y propagación de la ideología de la clase dominante en el país la cual se caracteriza por asesinar la conciencia colectiva y el prohibirnos pensar. Y por supuesto, dentro de este modelo neoliberal de gobierno está la producción del dinero con la menor inversión socio-económica posible. O sea, su privatización. En todo esto, a mi juicio, es que debemos de encontrar el meollo del asunto de esta huelga porque para esta gente acomodada la educación es vista como un privilegio, por lo tanto, hace sentido el que se tenga que pagar por la misma.
Teniendo todo este claro, entonces tenemos que tener la capacidad crítica de entender que el recurrir responsablemente a la práctica de la huelga es un derecho intransferible de quienes tienen que negociar con grupos de poder. Por otro lado, hay que llegar al convencimiento que la educación, y en este caso en particular la universitaria, es un derecho que debe de estar fundamentado en el contexto de una práctica liberadora. Su privatización pasa a ser un privilegio que solo persigue la meta del control y manipulación del pueblo.
Asimismo debemos de tener la capacidad crítica de entender en esta huelga por lo menos tres estrategias indecentes por parte del gobierno colonial de Luis Fortuño en Puerto Rico. Por un lado está su táctica dilatoria la cual se caracteriza por alargar el asunto para matar el tiempo. Esto por supuesto tiene como meta el lograr el cansancio, desánimo, desmoralización y desesperación del estudiantado para que acepte sus estipulaciones.
De la misma forma está la táctica de la confrontación la cual ha sido un arma psicológica implementada vigorosamente por diferentes gobiernos en Puerto Rico como los de Pedro Rosselló y ahora Luis Fortuño. Su único propósito es el poder controlar por el uso de la fuerza ignorando en todo momento la capacidad de la cultura de la paz y solidaridad que existe en el diálogo, la mediación y la búsqueda de alternativas a la violencia. De aquí el uso de la fuerza de choque, lo cual el nombre lo dice todo.
Y por supuesto, el uso de la táctica de la desinformación en donde se persigue mentirle al pueblo diciéndole que quienes están en huelga por un lado son personas jóvenes que no tienen madurez y por otro lado la misma está controlada por estudiantes independentistas que solo persiguen el llevar al gobierno a la ingobernabilidad. No tengo la menor duda que son jóvenes, pero por el contrario, han demostrado tener mucho mas madurez y cordura que el gobernador Luis Fortuño, que el presidente la universidad José Ramón de la Torre y que la presidente la Junta de Síndicos, Ygrí Rivera de Martínez. Y por supuesto la diversidad ideológica política del estudiantado demuestra que esta es una huelga por los derechos a la educación.
Por lo tanto, sigamos respaldando a los/as estudiantes en sus demandas que se cimentan en el contexto de que la educación es un derecho del pueblo, no un privilegio de una clase gobernante. Educarnos es obtener una manera de destruir la ignorancia y empoderar al pueblo. Esto es parte del proyecto de la paz con justica.
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P. Luis Barrios
Iglesia de Santa María
New York, New York
22 de mayo de 2010
Lbarrios@jjay.cuny.edu
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)