El clima de tensión sigue en Honduras desde el Golpe de Estado ocurrido el 28 de junio. Ayer (9), Jose David Murillo Sanchez – padre de Isis Obed Murillo Mencia, el joven de 19 años que fue asesinado el domingo 5 de julio, mientras se llevaba a cabo una protesta pacífica en espera del presidente Manuel Zelaya – fue detenido por la policía Nacional.
Según Vía Campesina en Honduras, David Murillo fue capturado mientras salía de de la oficina del Comité de Familiares Detenidos y Desaparecidos de Honduras (Cofadeh). Informaciones de testigos apuntan que tres policías vestidos de civil capturaron el ambientalista y lo trasladaron al departamento de Juticalpa, en Olancho, donde se encuentra detenido en las celdas de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC).
David Murillo ha sido un activista de Movimiento Ambientalista de Olancho (MAO). De acuerdo con informaciones de Minga Informativa de Movimientos Sociales, la DNIC afirma que «David Murillo cometió delito porque dejó de presentarse a los juzgados de Juticalpa». En 2002, enfrentó, de facto, acusaciones de amenazas a muerte, pero, en la ocasión, obtuvo una carta de libertad provisional.
Sin embargo, los movimientos sociales siguen las movilizaciones contra el Golpe y en apoyo al retorno del presidente constitucional, Manuel Zelaya. El Frente de Resistencia popular contra el golpe de Estado realizó, ayer, la toma de la carretera – que conduce de Tegucigalpa al sur de Honduras – con el fin de bloquear el tráfico vehicular.
Según informaciones de Vía Campesina, «el objetivo de estas tomas de calles en varios departamentos del país es para golpear la economía a los empresarios golpistas». Las acciones ocurrirán hasta el 12 de julio, cuando seguirán otras actividades en resistencia al golpe.
Mientras tanto, las manifestaciones de los movimientos sociales no quedaron sin respuesta. De acuerdo con Vía Campesina, el gobierno de Micheletti anunció ayer que la Comisión Nacional de Banca y Seguros de Honduras «cancelará las cuentas bancarias a los dirigentes sociales y populares, a organizaciones obreras y campesinas, a sindicalistas y a la propia familia del Presidente Zelaya».