Historia de la intolerancia en España -- Jaime Richart

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La historia de España puede resumirse en la historia de la intolerancia. Es lo que la distingue de los países euro­peos en general. Allí, desde hace siglos, en muchos casos, no se han prevalido los poderes políticos y menos los reli­gioso ni del dogma ni de la Inquisición ni de las verdades absolutas. Y la política, también en general, y dentro de las democracias burguesas, se ha caracterizado por la flexibi­lidad sin invocar a toda hora la rotundidad de las leyes y de las Constituciones. Porque lo fácil, cuando se dispone de toda la fuerza militar y represiva, es la intransigencia. Lo difícil es el pulso que requiere manejarlas civilizada­mente. El progreso, en esta materia, se cifra en el prohibi­do prohibir. Lo difícil, en política y en casi todo, es la tole­rancia que aquí es en la práctica un valor desconocido. Aquí siempre es el ?no?? por metodología, aquí es la con­tumacia, la obstinación, la legalidad?? La legalidad de los despótas, para lo que y cuando les conviene a ellos, es lo que prevalece. Porque cuando no les conviene, no es que no la invocan, es que la sofocan -la legalidad- con actitu­des y comportamientos indeseables, que es lo que han he­cho los componentes del partido en el gobierno respecto a las leyes fiscales y a las leyes que coartan y condenan la malversación, la prevaricación o la obstrucción a la Justi­cia…

Aquí no, aquí sólo la fuerza, sea de los ejércitos, sea de las policías o sea de la cerrazón paleta. Aquí es la razón de la fuerza y no la fuerza de la razón lo que más o menos siempre ha gobernado y gobierna. Desde tiempo inmemo­rial, pero especialmente desde el caudillaje hasta ahora, es lo único que los que heredaron los modales y el tremen­dismo del caudillaje saben aplicar.

Por algo millones en España no queremos que confun­dan nuestra españolidad con la de los ladrones, los venta­jistas y la de todos esos miserables que la centran exclusi­vamente en poner banderas en los balcones o llevar ban­deritas de lo mismo en su muñeca. Me refiero a esos y esas que mangonean en este país, directa o indirectamente y en la práctica, desde siempre…

16 Octubre 2017