Henri Boulad: «La Iglesia en el abismo» -- Oriol Domingo

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La Vanguardia

Henri Boulad, el jesuita egipcio más destacado en los ámbitos eclesial e intelectual, lanza un SOS para la Iglesia de hoy en una carta dirigida a Benedicto XVI. La misiva ha sido transmitida a través de la Nunciatura en El Cairo. El texto circula en medios eclesiales de todo el mundo. La epístola comienza con estas palabras: ?Beatísimo Padre.Me atrevo a dirigirme directamente a usted por cuanto mi corazón sangra al ver el abismo en el que va cayendo nuestra Iglesia??. Boulad es un respetado referente en una zona crucial de la Iglesia. Boulad deja constancia de que su análisis ?tiene su fundamento en un conocimiento real de la Iglesia universal y de su situación hoy en día??. Este conocimiento es fruto de la amplia experiencia pastoral y teológica del autor de esta carta al Papa.

Henri Boulad (1931) es una personalidad indiscutible que vive en una zona crucial para la Iglesia católica, el ecumenismo y la política internacional. Es jesuita egipcio-libanés de rito melquita. Es rector del Colegio de los Jesuitas de El Cairo. Ha ocupado cargos de responsabilidad en la Compañía de Jesús, facultades de teología y Cáritas en Oriente Medio y África del Norte. Conoce la jerarquía católica egipcia a la que ha tratado como presidente de los superiores religiosos de Institutos en Egipto. También conoce a relevantes obispos y teólogos católicos de Europa. Ha visitado unos cincuenta países en los cuatro continentes. Ha publicado unos treinta libros.
Causas de una caída. Boulad se limita a apuntar diez de las causas de esta caída de la Iglesia:
– Práctica religiosa en decadencia.
– Seminarios y noviciados vacíos y vocaciones en caída libre.
– Muchos sacerdotes abandonan el sacerdocio. Entre los que aún quedan, en Europa y en el Tercer Mundo, hay quienes viven en concubinato.
– El lenguaje de la Iglesia es anticuado, anacrónico, aburrido, repetitivo, moralizante, inadaptado a la época actual.
– Hay que inventar un nuevo lenguaje que vuelva a expresar la fe de manera significativa para el hombre de hoy. Sólo será posible si hay una renovación profunda de la teología y la catequesis.
– Un gran número de cristianos se vuelve hacia las religiones de Asia, las sectas, New Age, el ocultismo.
– En moral, las exhortaciones del Magisterio repetidas hasta la saciedad sobre el matrimonio, la contracepción, el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, el matrimonio de los sacerdotes, los divorciados que se vuelven a casar sólo engendran hastío e indiferencia. Se necesita una línea que sea más evangélica.
– La Iglesia católica, que ha sido maestra de Europa durante siglos, parece olvidar la madurez de esta Europa.
– Las naciones más católicas de antaño (Francia, hija mayor de la Iglesia, o el Canadá francés ultra católico) han dado un giro de 180 grados y entran en el ateísmo, el anticlericalismo, la indiferencia.
– El diálogo con las otras Iglesias y las otras religiones acusa un retroceso inquietante.

?La Iglesia católica no es el Vaticano??

La postura de Boulad es coherente con la que mantiene desde hace años. Se refleja así en 31 jesuites es confessen, libro de entrevistas realizado en el 2003 por dos catalanes: el jesuita Josep Maria Benítez y el filósofo Valentí Gómez-Oliver.

?Es urgente comprender ?según Boulad? que el jefe de la Iglesia universal no es el Papa sino Jesucristo. Es urgente comprender que la Iglesia católica no es el Vaticano. Es urgente darse cuenta que la Iglesia es por esencia múltiple, multiforme, plural y pluralista, y no únicamente latina y romana.

Es urgente restablecer en la Iglesia un clima de confianza y diálogo, y dejar de proceder mediante condenas. Es urgente lograr que los derechos del hombre proclamados a tiempo y a destiempo por la Iglesia sean vividos y practicados por ella??.

Un sínodo general para una triple reforma urgente. Boulad reclama un sínodo general en la Iglesia universal con participación de todas las confesiones cristianas. Sostiene que ?la Iglesia de hoy necesita una urgente triple reforma??.

1. Una reforma teológica y catequética. ?sta repensaría la fe y la formularía de una manera coherente en el mundo contemporáneo. Una fe que no signifique nadayque no dé sentido a la existencia no es más que un ornamento y una superestructura inútil que cae por su propio peso.

2. Una reforma espiritual. El objetivo es vivificar la mística y repensar los sacramentos para darles una dimensión existencial y articularlos con la vida. La Iglesia es hoy en día demasiado formal y formalista. Da la impresión que la institución y una cierta fachada externa asfixia al carisma.
Una reforma pastoral. Se trata de repensar íntegramente las estructuras heredadas del pasado.