Honduras un pueblo que ha sentido la opresión por años, con altos índices de pobreza que se reflejan en la mortalidad infantil, analfabetismo, enfermedad y carencia de vivienda con una apropiación de sus recursos naturales por monopolios extranjeros, su mano de obra barata es vendida a precios de gallo muerto a la maquilas transnacionales.
Pero lo que más ha sentido es su marginación de las decisiones políticas, considerado por las clases dominantes como incapaz de poder tener criterios se han dado a la tarea de poner en sus mentes a candidatos y posiciones políticas ya masticadas por los dos partidos tradicionales liberal y nacional que durante años han llevado a una crisis política que solo la miopía de una clase dominante cerrada en su ambición de una riqueza sin fin, no pudo ver esto aunado a una corrupción que descaradamente es vivida en el manejo de la cosa pública y para desgracia con ganancias para cierto sector de corruptos de la empresa privada.
Hoy la gota que rebasó el vaso es algo tan sencillo que increíblemente nadie lo esperaba ni las clases dominantes ni el movimiento popular, simplemente se dio por el sentimiento reprimido de un pueblo arto de la política tradicional y es que una simple consulta popular que no tenía ningún carácter ?vinculante?? o sea de obligatoriedad simplemente eso era una encuesta, donde la gente podía opinar con un simple sí o no, llevó al temor de los medios de comunicación más fuertes a revivir fantasmas ya desaparecidos de los ?come niños??, ?de los que quitan casas?? , en fin una ideología que en todo el mundo se creía enterrada y más propia de la guerra fría.
Hoy quiero recordar la lectura de la palabra de Dios bajo el tema del éxodo, tenemos un Dios que se acerca al sufrimiento de su pueblo por lo que se hace un Dios cercano que está junto a la historia del hondureño, no en los templos y las liturgias que se ha cerrado al clamor del pueblo junto con sus más altos dignatarios sino a un movimiento que está en las calles exigiendo algo tan sencillo como un retorno al estado de derecho en contra de un golpe de estado, no piden que los ricos les den sus riquezas, no piden a nadie sus casas ni quieren quitarle a nadie sus hijos que son los mismos hijos de ellos porque ellos mismos son el pueblo, solamente piden que se les respete su dignidad.
Al igual que el pueblo del éxodo el hondureño se ha puesto en marcha y de la misma manera ha negociado de múltiples formas de manera pacífica a pesar de la soberbia y cerrazón de los poderosos quienes no miran las plagas económicas y sociales que se vienen sobre Honduras pero sigue perseverante confiando con esperanza en su futuro simplemente en marcha.
Pero esta crisis política es para Honduras una oportunidad una luz que si bien nos vislumbra una guerra civil también se puede virar a una nueva forma de política a un éxodo a otra política en donde el centro de todo no sea la voluntad de unos pocos con sus dioses del ocaso sino que por el contrario sea la voluntad acorde con el Dios de la vida el que es el que es, sin manipulaciones mostrado por Jesús, un Dios Padre, con entrañas de misericordia, llevando junto al hombre la cruz de su historia; con hambre, represión y desaparecidos pero que nos conduzca a una política fuera de la inhumana globalización, en una participación activa de los más pobres y sobre todo dejando fuera a esos falsos líderes y grupitos que siendo la minoría se han apropiado del 80% de la riqueza de Honduras, si sigue esta voz de los sin voz, escuchando a los más necesitados marcharemos a una patria donde mane leche y miel para todos.
(Información recibida de la Red Mundial de Comunidades Eclesiales de Base)