El rincón del peregrino
¡Ahí tienes a tu hermano Jesús, doblado de pies y manos y te atreves a pedirle…! ¡Cuando ?l te pide que lo bajes de tu Cruz…!
Sentados cómodamente en el banco de la Iglesia.
Y en nuestra suficiencia respiramos aliviados porque hemos cumplido con el primer mandamiento. Ver noticia original en …