Queridos: Ha llegado la noticia de la muerte de Díez Alegría. ?l ya ha saltado el acantilado de la muerte y está en la plena alegría de Dios. Teólogo, sociólogo, libre de espíritu, cabeza y corazón de frontera, dando un testimonio único por la coherencia , por la constancia, por la serenidad. «Jesuita sin papeles» pero con la gratitud de todos los compañeros de Jesús, con sotana o sin sotana.
La Iglesia de los Pobres le debe mucha gratitud; yo mismo he recibido en varias situaciones su respaldo de maestro y compañero de camino. Tengo también una vinculación con él dando «El Credo que ha dado sentido a mi Vida». Siguiendo sus pasos ( Yo creo en la Esperanza) publiqué en esa colección Yo creo en la justicia y en la esperanza.
Que sigamos estimulados por su ejemplo y acompañados por el Espíritu de Jesús que siempre lo acompañó. Con el buen humor de la esperanza pascual, con actitud de dialogo ecuménico y macroecuménico, junto a los varios Pozos de Tío Raimundo, en las Vallecas de la vida. Para todas las amistades de por ahí un fuerte abrazo en la paz subversiva del Evangelio
———————————————-
ELLA VENDRA
Ya la acogí, en las sombras, muchas veces,
y la temí, rondándome, callada.
No era el vino nupcial, eran sus heces;
era el miedo al amor, más que la amada.
Pero sé que vendrá… Confío en ella,
amada fiel de todos, pero maldita.
No hay modo de escapar a su querella.
Sin hora y sin lugar, ella es la cita.
Vendrá. Saldrá de mí. La llevo dentro
desde que soy. Y voy hacia su encuentro
con todo el peso de mis años vivos.
Pero vendrá… para pasar de largo.
Y en la centella de su beso amargo,
Vendremos Dios y yo definitivos.
(Pedro Casaldáliga)