GUERRA DE NUEVO EN LOS GRANDES LAGOS. JCR

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Religión Digital

Durante los últimos días están pasando cosas muy graves en el Este de la República Democrática del Congo y en Burundi que tienen todas las trazas de ser el comienzo de una nueva guerra. Llama la atención que estos hechos apenas despiertan el interés de los medios de comunicación españoles, cuyas secciones de información internacional están más pendientes de la violencia en Irak y los huracanes en Centroamérica.

El pasado 3 de septiembre el ejército de la República Democrática del Congo anunciaba que había matado a 80 rebeldes en operaciones de bombardeo en zonas del Este del país, más concretamente en Karuba, 80 kilómetros al Norte de la ciudad de Goma, capital de la región de Kivu del Norte. En estas batallas el ejército habría utilizado helicópteros de combate. Otro foco de violencia ha sido el Oeste de Goma, donde según fuentes militares habrían matado a 100 rebeldes más. Los insurgentes pertenecen al grupo de Bañamulengues (Tutsis congoleños) liderados por el general Laurent Nkunda, que siempre ha recibido apoyo militar del vecino Ruanda. Algunas informaciones señalan incluso que Ruanda ?que ve con muy malos ojos la presencia de los Interahamwe a pocos kilómetros de su frontera- tiene ya tropas dentro del vecino Congo. De confirmarse esto, podría repetirse un situación muy similar a la guerra de 1998 a 2002 que causó tres millones de muertos. Para complicar las cosas, Congo anda también a la greña con el vecino Uganda por problemas fronterizos en la zona del Lago Alberto, donde dos empresas internacionales (la canadiense Heritage y la irlandesa Tuwoll) han comenzado a extraer petróleo.

Nkunda se ha negado siempre a implementar un acuerdo de paz según el cual tenía que haber integrado sus fuerzas (calculadas en 4.000 hombres armados) en el ejército regular del Congo. Según Nkunda, el ejército congoleño no hace nada para controlar a las bandas de antiguos Hutu Interahamwe, responsables del genocidio en Ruanda en 1994, que siguen armados campando por sus fueros.

Según el ACNUR, los combates de las últimas semanas han provocado el desplazamiento de 170.000 personas.

Pero, curiosamente, la atención internacional parece mostrar más interés y preocupación por los 700 gorilas de montaña que habitan el parque nacional de Virunga, cuartel general de los Interahamwe, donde en los últimos días se han desarrollado combates al realizar los rebeldes Tutsis ataques contra los Interahamwe.

La fuerza internacional de paz de Naciones Unidas en Congo (MONUC, en siglas francesas) tiene en el país 17.000 efectivos. Es la misión de paz mayor de Naciones Unidas en este momento. En los últimos días ha despachado 200 soldados a la zona de conflicto de Kivu del Norte.

También el pasado 3 de noviembre tuvieron lugar combates en Burundi, los primeros tras dos años de calma. Se trata de escaramuzas entre dos facciones rivales del último grupo rebelde de este país, el Frente Nacional de Liberación (FNL), integrado por miembros de la mayoría étnica Hutu. Algunos de sus efectivos, que no aceptan el liderazgo del jefe del FNL Agathon Rwasa, atacaron al grupo fiel a éste en el barrio de Buterere, situado al norte de la capital Bujumbura.

Una cruenta guerra entre rebeldes Hutus y el gobierno burundés ?cuyo ejército estaba dominado por la minoría Tutsi- causó más de 300.000 muertos entre 1993 y 2005, año en que el antiguo rebelde Hutu Pierre Nkurunziza ?líder del CNN, también Hutu- ganó las elecciones. Desde entonces el país ha conocido una relativa paz, aunque el clima político continúa siendo de gran tensión, especialmente desde que el `presidente del partido CNN Hussein Radjabu fuera detenido en mayo de este año acusado de preparar un golpe de Estado. Asimismo, el pasado mes de agosto fueron detenidos en Bujumbura varios parlamentarios del FRODEBU, principal partido de la oposición, también de mayoría Hutu.

Pero curiosamente, su mayor oposición ha procedido siempre del FNL, que aunque observaba un acuerdo de alto el fuego desde 2005, nunca quiso entregar las armas hasta que se les concedieran algunos puestos ministeriales. Nkurunziza insiste en que tienen que esperar hasta las próximas elecciones.

En julio de este año el FNL rompió la tregua y desde entonces un grupo de moderados no aceptan a Rwasa y quieren que se vuelva a los acuerdos de paz.