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Adital
La decisión de la Suprema Corte de Guatemala de abrir el proceso de antejuicio al presidente Otto Pérez Molina como cabecilla principal de una gigantesca trama de corrupción, marca un punto de inflexión en la grave crisis política que sacude al país. El gobierno, paralizado hace semanas, ya se desmoronó.
El escándalo estalló en abril de este año y desencadenó un movimiento de indignación que ha llevado a multitudinarias protestas, inicialmente de las clases medias y estudiantes a las que se han sumado crecientes sectores de la población, incluyendo a las combativas comunidades indígenas y campesinas.
La investigación de la fiscalía y de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) ha evidenciado delitos de altos funcionarios del gobierno, entre ellos la vicepresidenta Roxana Baldetti, quien se vio forzada a renunciar y ya está presa y es juzgada por un tribunal.
Pero estos hechos no comienzan con el actual gobierno y no pueden explicarse a fondo si no se ahonda en sus profundas raíces en la historia guatemalteca, en las consecuencias socio-políticas de la grosera injerencia de Estados Unidos en los asuntos internos de este país y directamente relacionado con ello, la aplicación, a partir de los 80, de las criminales, superexplotadoras y depredadoras políticas neoliberales.
Sin ir más atrás, a partir del golpe de Estado orquestado en 1954 por la CIA y las más altas instancias de Washington, que derrocó al presidente constitucional Jacobo Arbenz, el país quedó gobernado por una estrecha alianza formada por la embajada estadunidense, las cámaras empresariales y los militares de ultraderecha, huevo de la serpiente de la genocida actividad contrainsurgente de las fuerzas armadas hasta la firma de los acuerdos de paz con la guerrilla en diciembre de 1996. Según los cálculos de la Comisión de Esclarecimiento Histórico de la ONU el genocidio maya arrojó un saldo de 200 mil muertos y desaparecidos de esa etnia, además de un número considerable de opositores políticos y bases de apoyo de la guerrilla.
Aunque el genocidio terminó, no así la impunidad de sus autores, entre ellos Pérez Molina, ni las masacres eventuales de indígenas, ni la represión. Los acuerdos de paz abrieron relativamente el espacio político con elecciones a la gringa pero apenas tocaron la secular estructura de dominación imperialista-oligárquica. Grandes empresarios, jefes militares y la gran mayoría de los políticos se subordinan a la embajada de Estados Unidos y son cómplices de aquella en el control sobre la sociedad civil. Igualmente, manejan grandes negocios nacidos durante la guerra sucia y desarrollados en los años posteriores, incluyendo una jugosa participación en el tráfico de drogas, en el contrabando y en otras actividades criminales.
De hecho, de los años de guerra nacieron dos grupos criminales en el seno del ejército: El Sindicato y la Cofradía, cuyas actividades han continuado después, casi siempre con la complicidad del Ejecutivo.
Teñidas por las características de cada país, es evidente que las políticas neoliberales han impulsado la corrupción en el paneta entero y no sólo en América Latina y el tercer mundo, al estimular la prevalencia del individualismo, el egoísmo, el consumismo, el edonismo, la pobreza, el desempleo y, en general, la subordinación de lo público a lo privado. Redes de corrupción y compadrazgo entre empresarios, políticos y militares, las hay también y muy tupidas en el mundo «desarrollado», comenzando por Estados Unidos. Remember el monumental e impune fraude financiero de 2008.
Causa hilaridad cuando se lee u oye a los loros amaestrados del sistema llenarse la boca para decir: «esto no pasa en las democracias consolidadas. ¿Cuáles? ¿Esas donde se compran las elecciones? Y es inevitable volver a pensar en el vecino del norte.
La calle pide la renuncia y el enjuiciamiento de López Molina y es muy probable que lo consiga pues ya logró asustar a las cámaras empresariales, que de la noche a la mañana, exigen lo mismo. Y a la embajada gringa, que a través de aquellos y de la CCIG tira de los hilos para impedir que el país se le vaya de las manos, que las elecciones neoliberales «resuelvan» el problema para que todo siga igual. Los horroriza el fermento de indignación popular desatado, que si logra organizarse puede eventualmente pelear por cambios democráticos verdaderos que desemboquen en una Asamblea Constituyente ciudadana, no de los partidos políticos del sistema.
Fuente: La Jornada
Ángel Guerra Cabrera
Periodista cubano residente en México y columnista del diario La Jornada.
Twitter:@aguerraguerra
Pronunciamiento de los cristianos y cristianas por Honduras
DOCUMENTO
Adital, 28.08.2015
Estimados amigos, amigas, hermanos y hermanas, soplan vientos de unidad en la lucha por una Honduras más justa y digna. Las figuras cristianas del Monseñor Luis Alfonzo Santos, por los católicos y del pastor Rigoberto Ulloa, por los evangélicos, se unen en el siguiente pronunciamiento:.
Ante el actual contexto de crisis ética, política, social, económica y ambiental que vive nuestro país, nos pronunciamos en los siguientes términos:
1. Denunciamos y condenamos la escandalosa corrupción e impunidad con la que los grupos de poder (políticos, empresarios, banqueros, religiosos y militares) que han gobernado el país, mantienen en la actualidad sumida a la población, en los niveles más humillantes de pobreza, miseria y violencia.
2. Celebramos como «buenas nuevas”, las denuncias valientes, hechas por el periodista David Romero, sobre los actos de corrupción e impunidad, las que han desnudado y señalan con nombre y apellido a los responsables de tales actos y para quienes la población pide y exige castigo.
3. Demandamos del Ministerio Público y de los demás operadores de justicia, que cumplan con su papel «de oficio” en investigar, requerir y acusar, de forma inmediata, a todos aquellos denunciados públicamente con pruebas contundentes de sus actos de corrupción, por los cuales han muerto miles de vidas en el país y siguen muriendo cada día más.
4. Reprendemos a las cúpulas religiosas, tanto católicas como evangélicas, quienes han preferido los beneficios que da el poder en vez de defender y pastorear al pueblo pobre, como lo hizo nuestro señor Jesucristo.
5. Exigimos al Estado de Honduras y a los organismos internacionales defensores de los derechos humanos, la protección de la vida y la libertad de expresión del periodista David Romero, así como la de todos los defensores y defensoras de derechos humanos en el país, quienes permanentemente corren riesgos por su trabajo de investigación y denuncia de los actos de corrupción e impunidad de quienes ostentan actualmente el poder.
6. Convocamos a la población en general y en particular a todos los hombres y mujeres de fe cristiana, a que se sumen a los actos de protesta contra la corrupción e impunidad y a los actos de demanda de justicia para los corruptos e impunes. Esto en cumplimiento de la palabra de Dios que nos dice «Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados”
A partir de este momento el movimiento ecuménico «Cristianos y cristianas por Honduras”, nos declaramos en vigilancia permanente del actuar de los grupos de poder y en acompañamiento pastoral del pueblo que demanda justicia en las calles.
Tegucigalpa, 28 de agosto del 2015
Monseñor Luis Alfonzo Santos Pastor Rigoberto Ulloa
Por la comunidad de fe Católica Por la comunidad de fe Evangélica
CRISTIANOS Y CRISTIANAS POR HONDURAS
HONDURAS.
Indignados en huelga de hambre, permanecen firmes en sus demandas
Adital, Agosto 28 de 2015
Sandra Rodríguez
Defensores en Línea
Miles de personas pasan a diario por el parque central de Tegucigalpa, algunas se detienen a leer los grandes letreros que dicen «Indignados en huelga de hambre”. A diferencia de la actitud que han tomado las autoridades gubernamentales que muestran total indiferencia por la acción de seis hondureños que están sobreviviendo a pura agua y miel, y su salud se debilita día a día.
Es que ellos han continuado una huelga de hambre que inició el pasado 22 de junio en las cercanías a Casa Presidencial por unos jóvenes que se manifestaron en contra la impunidad y corrupción en Honduras. Leonel Díaz y Óscar Maldonado son dos de los indignados que el 20 de julio se unieron a esta manifestación, pero en su ciudad natal, San Pedro Sula, al norte del país. En Tegucigalpa se suspendió el pasado 31 de julio, para dar paso a una mesa de trabajo contra la impunidad.
En San Pedro Sula, acamparon los dos hombres decididos a luchar por un país donde se respeten los derechos e integridad humana. Pero ante la indiferencia manifestada, el día 17 de agosto llegaron a la plaza central «General Francisco Morazán”, en Tegucigalpa. Ya no eran sólo dos, sino seis los indignados dispuestos a mantenerse en esa línea de presión para exigir al Estado hondureño que solicite a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) la instalación de una Comisión Internacional contra la Impunidad (CICIH).
Asimismo, que se realice un juicio político para los involucrados en el desfalco de 7 mil 300 millones de lempiras (300 mil dólares) del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). Y la destitución del fiscal general del Ministerio Público (MP), Óscar Chinchilla, y del fiscal adjunto Rigoberto Cuéllar.
La lucha contra la impunidad y corrupción que impera en el país, se manifestó al inicio por lo sucedido en el IHSS, lo que ha provocado la muerte de unas 2800 personas entre 2012-2014. Hay algunas personas recluidas en un batallón militar y otras con medidas provisionales después de pagar cuantiosas multas. Aún hay prófugos de la justicia, en este caso se han visto envueltos empresarios, políticos, administradores de esa institución y sus familiares.
Las manifestaciones públicas se iniciaron con caminatas en las calles de Tegucigalpa, cuando al atardecer salían miles de personas con antorchas en mano, en señal de la luz de la esperanza y búsqueda de justicia, extendiéndose la actividad a nivel nacional. Después que se instalaron las huelgas de hambre en varias ciudades del país se ha puesto en juego la vida humana.
Hoy los sampedranos Leonel y Óscar llegan a 37 días sin probar alimento sólido, los demás compañeros que se unieron a la huelga de hambre hace unos 10 días, manifiestan preocupación por su estado de salud, ya que no han recibido atención médica, mucho menos respuesta del gobierno ante sus peticiones.
«Al gobierno parece no importarle, pero hemos iniciado esta lucha porque queremos un cambio en nuestro país, y que la población tome conciencia, que la corrupción y la impunidad nos afecta a todos y todas”, comentan los huelguistas que son Leonel Díaz, Oscar Maldonado, Roberto Zelaya, Gerson Suazo, Claudio Castellanos y German Ayala.
Huelguistas a la intempérie
En los últimos días han sido acompañados por el pueblo solidario, pero lamentan que el gobierno no ha mostrado ningún interés en asistirlos. Los huelguistas no tienen un servicio sanitario donde hacer sus necesidades físicas, donde bañarse, tampoco tienen agua a su disposición.
A veces esperan a que llegue algún tanque cisterna a regar los jardines del parque central, y solicitan les den un poco de vital líquido. Incluso para vestirse, la situación es un poco incomoda, pues deben hacerlo dentro de las pequeñas tiendas de campaña. No hay seguridad de ningún tipo, y a veces la tensión sube de nivel cuando les dicen que hay planes en contra de su vida, por la actitud de oposición indignada.
Leonel Díaz, pasó su cumpleaños número 50 en la huelga el pasado 15 de agosto y lo celebró con el ánimo por una vida con dignidad e igual para los 8 millones de hondureños. Él dejó a 250 kilómetros de distancia a su familia, se instaló en el Centro de la capital hondureña, con la esperanza que su voz en nombre del pueblo hondureño, sea escuchada.
Leonel, generalmente viste camisetas negras con leyendas alusivas a «no más impunidad”, es comerciante individual, y ha dejado este espacio de su vida para crear conciencio social en miles de personas que transitan a diario por la plaza «Gral. Francisco Morazán”, incluyendo a empresarios y políticos que por allí transitan.
También está Óscar Maldonado, quien es agricultor y empezó la huelga de hambre el 20 de julio en SPS, con la idea de sembrar esperanza en la sociedad y en memoria de las más de 2800 víctimas mortales a causa de mala atención en el IHSS. Estas producto del desfalco en el que están implicados empresarios, políticos, diputados, dirigentes del IHSS, médicos y sus familiares, y hasta el Partido Nacional, que es el que pertenece el mandatario del país, Juan Orlando Hernández.
Su estado de salud se ha visto deteriorado, pues tiene casi 40 días sin comer, la pérdida de peso es notable, y no recibe atención médica, pero la convicción por su lucha lo mantiene de pie.
A sus 25 años, el estudiante de Filosofía e Ingeniería Industrial, Roberto Zelaya, es capitalino, se unió a la huelga de hambre en el parque Central. Su motivación es por el amor que se ha perdido hacia el prójimo, la patria y el hermano hondureño. Zelaya ha sido víctima de asaltos, ha visito conflictos que dividen a la sociedad, por lo que desea que esa unidad vuelva reinar entre el pueblo, que se vean como hermanos y se apoyen unos a otros.
«Es así que esta lucha, es para que se aplique en el futuro del país, que hay una revolución mental y cultural en el país. Y el cambio iniciará en la casa propia, después ayudar al vecino con los cambios y así ir poco a poco cambiando la sociedad”, explicó el joven indignado en huelga de hambre, que también dedica tiempo para hablar públicamente a las personas que llegan al parque central a descansar un rato.
Claudio Castellanos es un joven indignado que se sumó a la huelga de hambre hace unos 10 días, el mismo día que lo hicieron Gerson Suazo y German Ayala, quienes estuvieron cerca de un mes en la huelga instalada en las cercanías a Casa Presidencial.
La huelga de hambre en el parque central de Tegucigalpa, está rodeada de gente que va y viene. «Y bajo la sombra de los árboles se da cita el arte llevada por escritores, ensayistas, músicos, pintores, malabaristas, estatuas humanas, queremos tener un contacto directo con la gente”, afirman los huelguistas dispuestos a ser escuchados para que cese la corrupción e impunidad en Honduras, que no haya más violencia, que no se criminalice a los indignados, que no se les ataque o asesine, como sucedió con Elmer Ávila, dirigente de las antorchas en Bonito Oriental. Este fue asesinado el mismo día que la huelga se trasladó al parque central de Tegucigalpa, y apenas a dos cuadras del Congreso Nacional.
Las acciones de las huelgas de hambre, son parte del movimiento de los indignados a nivel nacional e internacional y que realizan diversidad de actividades para pronunciarse contra la impunidad y corrupción que azota el país.
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