Gritar y gritar otra vez -- Faustino Vilabrille

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Enviado a la página web de Redes Cristianas

Cada diez minutos está muriendo un niño de hambre en el Yemen, y ya van más de 85.000 mil, menores de 5 años.
La Declaración Universal de Derechos Humanos Y LA IGLESIA
Hoy celebramos el ANIVERSARIO la Declaración Universal de los Derechos Humanos que fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en París, el 10 de diciembre de 1948:
Preámbulo: ?Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana??

?Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad, y que se ha proclamado, como la aspiración más elevada del hombre, el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias??.
Todo muy bien, pero??
Considerando las imágenes siguientes del Yemen, pasados ya 70 años y 2000 del mensaje de Jesús de Nazaret, ¿dónde están los Derechos Humanos?
¡Mueran las guerras y vivan los que muren en ellas y a causa de ellas!
Yemen, uno de los países más pobres del mundo árabe, está envuelto en una guerra de poder entre los rebeldes huthi, alineados con Irán, y una coalición militar encabezada por Arabia Saudí, y los Emiratos Arabes Unidos, respaldados por los Estados Unidos, que han impuesto un bloqueo, que impide las importaciones comerciales, por lo que es imposible la entrada de alimentos, medicinas y combustible al Yemen, lo que está llevando a los hospitales a cerrar y dejando a ciudades enteras
sin agua potable, utilizando el hambre como arma de guerra contra la población civil.

¡Cómo será que los EE. UU., casi siempre aparen implicados en todos los conflictos armados del planeta!
España tampoco es ajena a la venta de armas de Arabia Saudí, pues en 2015 batió record de ventas, justo el año en que estalló la guerra con el Yemen.
Consecuencias:
-3 millones de desplazados de sus hogares
-22.2 millones necesitan ayuda humanitaria urgente.
-Cada diez minutos está muriendo un niño de hambre en el Yemen, y ya van más de 85.000 mil, menores de 5 años
Los niños y niñas del Yemen mueren por una hambruna espantosa causada por la guerra con armas que venden a los países árabes los EE.UU.(61 %), Reino Unido (23%), Francia (3.6%) y España (2,4%), incluso
bombardeando un autobús escolar con 29 niños, además de los conflictos internos que enfrentan unos con otros al interior del país:
?Mi hijo murió con sólo catorce horas de vida… Los médicos nos dijeron que necesitaba cuidados intensivos y oxígeno porque no tenía suficiente líquido. Lo llevamos a todos los hospitales que pudimos hasta que finalmente murió. Quise llevármelo fuera de la ciudad, pero no había modo de salir??, cuenta un padre Yemení.

El negocio de las armas mueve muchos millones y el petróleo da mucho dinero para comprarlas. Arabia Saudí continuará proporcionándoles miles de millones a los exportadores de armas a cambio de armamento con el que atacar a la población civil yemení.
Cerca de 400 Líderes mundiales, ONGs y organismos internacionales responsabilizan en particular a «Estados Unidos, Reino Unido y Francia, como miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, y les piden clamorosamente que fuercen el cese de la guerra.

¡Mueran la guerras y vivan los que muren en ellas y a causa de ellas! Hermano Francisco, Obispo de Roma: Estás a diario lanzando al mundo un mensaje de coherencia con el Evangelio, como no hizo ningún
predecesor tuyo, pero aun debes llegar más adelante:
Como Presidente de un Estado soberano como es el Vaticano no debes tardar ni un día más en firmar en nombre de la Iglesia la Declaración Universal de los Derechos Humanos, del Niño y de la Mujer, y
comprometernos todos sin límite en la lucha por su defensa. La firma de los mismos obligaría a la Iglesia a hacer profundas reformas internas y sociales como la elección de los obispos, la instauración de un poder judicial independiente, la no prescripción de los delitos de pedofilia, la igualdad de las mujeres en la Iglesia y el celibato opcional.

Todo esto es imprescindible para devolver a la Iglesia la credibilidad perdida, pero sobre todo para que esté a la altura de la realidad de nuestro tiempo, y cumpla su misión de ser camino de luz, verdad y vida, con sus hechos y sus palabras, para la humanidad, en plena coherencia con el mensaje de Jesús
de Nazaret, pues ?Yo he venido para que todos tengan vida y vida en abundancia??. Si pedimos a los demás que cumplan los Derechos Humanos, prediquemos con el ejemplo, y empecemos por cumplirlos en la
propia casa.
No te lo van a agradecer los conservadores e integristas eclesiásticos, pero seguro que te lo agradecerá la humanidad.
Un cordial abrazo a tod@s, y muy especial para los niños/as yemeníes.-
Faustino.
faustino.vilabrille@gmail.com