Germán Doig, del Sodalicio, otro caso Maciel en Perú -- José Manuel Vidal

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Religión Digital

Siguen explotando los casos de abusos sexuales entre los líderes de las nuevas instituciones eclesiales de la galaxia neoconservadora. Oganizaciones trufadas de abusadores so capa de nueva evangelización y de fidelidad doctrinal absoluta a la Iglesia. Organizaciones bendecidas por Roma y que, en su tiempo, fueron puestas como modélicas por el propio Vaticano.

Tras el inconmensurable escandalo Maciel, explotó el caso del argentino Carlos Buela, fundador del Instituto del verbo Encarnado, obligado a renunciar a su cargo. Y, ahora, en Perú, el de Germán Doig, uno de los máximos líderes del Sodalicio de Vida Cristiana, acusado de abuso de menores.

Ahora, como en el caso de los Legionarios, los sodalites se hacen el sueco, aseguran que están conmocionados, que no sabian nada, por supuesto, y que lo de su líder ha sido una «traición». Pero, hasta ahora, ya habían conseguido introducir su proceso de beatificación, que se ha parado en seco. Y eso, a pesar de que circulaban más que rumores sobre su doble vida y sus andanzas de abusador de menores.

Y, también en este caso, como en el de Maciel, circula por la Red una foto de Juan Pablo II con Germán Doig.

Otro escándalo, pues, en la galaxia neocon eclesiástica. Esta súltimas décadas crecieron como las setas instituciones y organizaciones religiosas superconservadoras. Todas ellas ofrecen seguridad doctrinal y vocaciones. Algunas esconden suciedad, pecado, corrupción y delitos.

Y lo peor es que la cúpula eclesiástica no sólo las bendijo, sino que las proclamó ejemplos y les concedió influencia y poder. El Sodalicio tiene una enorme influencia en la Iglesia peruana. Tanta que cuenta ya con dos obispos.

No nos cansaremos de repetir que la historia decanta y purifica las instituciones religiosas. Y que, prescindir de las seculares y beneméricas congregaciones religiosas de siempre, para echarse con armas y bagajes en manos de estas nuevas realidades que aún no han pasado por el crisol, entraña muchos riesgos. Y a las pruebas me remito.