El mundo se construye a partir de nuestro imaginario, de lo que consideramos bueno o malo, posible o imposible, inútil o eficaz. Los límites de lo posible, dependen a menudo de nuestra percepción, teniendo en cuenta, evidentemente, las constricciones y oportunidades del período. He aquí la clave de la victoria o el fracaso.
Aún recuerdo en un ya lejano año 2000, cuando varios activistas sociales organizamos, el mismo día de las elecciones generales, la Consulta Social por la Abolición de la Deuda Externa de los Países del Sur. Centenares de mesas de votación fueron instaladas, más de un millón de votos recogidos contra el pago de una deuda ilegítima e ilegal, miles de personas movilizadas. Se trató de una experiencia iniciática para muchos, que como toda práctica de introducción a un rito, el de no claudicar, dejó huella. Una frase fue de las más repetidas en los múltiples balances: «Lo consiguieron porque no sabían que era imposible», una cita del poeta francés Jean Cocteau. ··· Ver noticia ···