Tras un evento de la categoría y repercusiones mediáticas del V Encuentro Mundial de las Familias celebrado en Valencia siempre se producen consecuencias sociales, políticas y religiosas. Porque siempre hay perdedores y ganadores. Está claro que, religiosamente hablando, salen reforzados del evento la Iglesia española en general y especialmente el cardenal López Trujillo y el arzobispo de Valencia, monseñor García Gasco.
El cardenal López Trujillo podría asumir un nuevo dicasterio nacido de la fusión de los actuales Pontificios Consejos de Laicos y Familia o, si Familia sigue siendo Pontificio Consejo, podría pasar a ocupar otro de los importantes dicasterios de la Curia. Monseñor García Gasco se ganó el birrete. Lástima que tenga ya 77 años y que los consistorios se hagan cada tres años. Aún así, dentro de tres años, el arzobispo de Valencia podría conseguir su sueño, si en la mente del Papa sigue vivo el recuerdo de Valencia.
El tono utilizado por el Papa parece haber beneficiado al presidente de la Conferencia episcopal, Ricardo Blázquez, sin que eso quiera decir que Roma desautoriza a la otra línea, la liderada por los cardenales Rouco y Cañizares. A todos, Benedicto XVI les ha pedido explícitamente unidad y comunión. Las formas concretas de lograrlas tendrán que encontrarlas los obispos españoles.
Ha sentado muy mal en el Vaticano y entre la jerarquía española el papel de «muñidor» del evento que, según la revista Tiempo, se ha atribuido el obispo de Ibiza, monseñor Vicente Juan. La verdad es que estuvo en Valencia, metiéndose en todo, con gran malestar de la organización local y vaticana. Pero de ahí a gran organizador, hay mucho trecho.
Dicen que el otrora oficial de la Secretaría de Estado tiene prisa y quiere opositar a sucesor de García Gasco en Valencia. ¡Con el historial que tiene, como para echarse a temblar! ¿No hay nadie que le pare los pies y antes de que «exploten» sus andanzas?
Tamibén ha molestado en la Conferencia episcopal el artículo que el Abc titulaba así: «Benedicto XVI muestra a los obispòs un nuevo modelo de relación con el Ejecutivo». Dicen en Añastro que el Abc ha vuelto a donde solía, es decir a intentar dar lecciones a los obispos. Y eso no lo aguantan. Pero,mientras tanto, permiten que un día sí y el otro tamibén, Jiménez Losantos arremeta contra el diario de Vocento, a pesar de las advertencias de la Justicia.