Galardón Cortes de Cádiz a la libertad, un premio trucado y desprestigiado -- Pedro Castilla Madriñán, Comité Oscar Romero de Cádiz

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La concesión de este galardón suele proclamarse, como es natural, una vez concluido el año, dos o tres meses antes de su imposición, como habitualmente se ha producido. En esta ocasión, sorpresivamente y con mucha premura, el anterior gabinete municipal anunció su decisión en el pasado mes de Junio, un día antes de su salida. Acuerdo que, en buena lógica, debería haber tomado el nuevo consistorio, máxime cuando aún restaban cerca de 10 meses para la celebración del acto. Como era previsible, ?tocaba?? asignarlo a un férreo opositor al gobierno venezolano, como anteriormente se lo concedieron al expresidente Álvaro Uribe- rechazado por numerosas asociaciones gaditanas- y a Vargas Llosa, ambos enemigos acérrimos de Venezuela.

En esta ocasión los tres galardonados, Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, tres despiadados opositores al gobierno de Nicolás Maduro, que distan mucho en destacarse por la defensa de la libertad y los derechos humanos, más bien todo lo contrario. Son tres personas de actitudes nada democráticas, que han provocado la violencia en numerosas ocasiones e incitado diversas intentonas de golpes de Estado contra un gobierno elegido democráticamente. Ello ha producido numerosos asesinatos y cuantiosos daños en edificios, mobiliario urbano y floresta antiquísima. Estas tres personas, desean conseguir por métodos antidemocráticos y terroríficos lo que las urnas nunca le otorgaran, ya que el pueblo venezolano disfruta de un bienestar social, laboral y democrático, como nuca antes lo había gozado y desea continuar usufructuando en paz tan colmado bienestar. Razones por la que estos tres individuos, alejándose de los lícitos procedimientos democráticos, desean tomar el gobierno.

Los dos primeros, son auténticos hijos de la oligarquía venezolana, acostumbrada a manejar todos los poderes desde tiempos coloniales. No en vano, a la familia de Leopoldo López- miembro activo del golpe de 2002- le llaman ?los dueños del Valle?? (Caracas). Está claro que ser rico en Venezuela no supone ningún delito, pero tampoco presupone una licencia para saltarse la legalidad, como sí lo era en tiempos anteriores a Chávez. En épocas precedentes, ningún juez se hubiese planteado investigar a López, condenado a 13 años de cárcel, o a Machado, privada de su acta como diputado o a Ledezma como imputado en la última intentona de Golpe, con planificado bombardeo de siete instituciones emblemáticas, y que podría haber sumido a Venezuela en un gran rio de sangre. Eran tiempos donde la élite lo controlaba todo: los partidos políticos, el Gobierno, el parlamento, el entramado petrolífero??El sólo hecho de haber tomado estas medidas ya supone una excelente reválida para la democracia venezolana. No existen intocables. Muchos países deberían tomar nota, entre ellos España??

Estas élites, enfurecidas por sus pérdidas de ?privilegios??, enrabietadas por los logros sociales conquistados por el pueblo, que es quien verdaderamente gobiernan en Venezuela y sentenciados, como todo ciudadano, por unas acciones altamente delictivas, acuden a sus primos hermanos ideológicos, una y otra vez, para que muevan medios y mentiras en su favor, derroquen al gobierno venezolano y devuelvan el poder a las élites. Cada vez que al Neoliberalismo no se le pliega una democracia, siempre saca a relucir su pezuña fascista. Pero el digno pueblo venezolano está muy unido y dispuesto a defender su destino, su democracia, sus logros sociales y la paz basada en la justicia.

No es lícito utilizar el premio gaditano como arma arrojadiza contra un gobierno democrático, en aras a colaborar con la perversa campaña mediática que, Estados Unidos, tiene orquestada contra todos los países progresistas de latinoamericana, y el gobierno español, en particular, contra Venezuela. Así como marchitar el nombre de Cádiz, y el valor que representa sus Cortes de 1812, en el reconocimiento de unos valores a unas personas que, precisamente, representan todo lo contario.
Desde esta tribuna exigimos la derogación del premio Cortes de Cádiz 2015 a las mencionadas personas.