Por dar cobijo en su emisora a la teoría de la conspiración sobre el 11-M
El director del Informativo de Noche de Cuatro, Iñaki Gabilondo, dijo este miércoles que es «inaceptable», lo que hace todas las mañanas la emisora de radio de la COPE, que «consolida la teoría de la conspiración» en relación con el 11-M.
En un desayuno informativo del Foro de la Nueva Sociedad, Gabilondo afirmó que «no hay derecho a que se permita esto en una emisora de la Conferencia Episcopal».
También criticó las dificultades que desde determinados medios de comunicación se pone al acercamiento del Gobierno a ETA para conseguir el proceso de paz, opinó que «no se observa al Estado con el respeto que se merece» y consideró esta actitud como «una traición».
El periodista subrayó la creciente distancia entre la realidad del país y lo que se fabrica en algunos centros de poder», cuando España debería estar preocupada por los grandes temas, como son la desertización, el envejecimiento social o la productividad.
Recordó que España ha tenido una historia desgraciada y afirmó que ahora, cuando al fin somos una sociedad próspera, «algunos políticos y periodistas se han apoderado de una falsa realidad en una especie de siglo XIX que nos resistimos a abandonar».
Complicidad de la Iglesia
Afirmó que no está en contra de la investigación periodística, ni de las observaciones críticas, sino de que «se haya construido una teoría con desvergüenza en la cadena COPE», con «la complicidad de algunas instituciones, que fabrican la especulación».
Por ello, insistió en que acusa «a la Iglesia Católica, en la que me eduqué, de participar en algo intolerable».
El director del informativo de Noche de Cuatro se refirió también al sentido de disciplina de los partidos políticos, con una fuerza que ya no se vive «ni en los cuarteles», y apuntó que es necesaria la modernización de las fuerzas políticas para llegar a la sociedad.
Gabilondo dijo hablar desde lo que él cree, con sinceridad y se lamentó de que se pongan en el centro de la pelea política asuntos como el atentado del 11-M, que costó la vida a 192 personas, y que en nombre de la libertad de expresión se hayan cargado la presunción de inocencia y el secreto sumarial.