Mientras se suceden fuertes debates y manifestaciones contra el proyecto del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre los países centroamericanos y República Dominicana con los Estados Unidos de América que se discute en la Asamblea Legislativa de Costa Rica actualmente, sacerdotes y diáconos de la Iglesia Católica Diócesis de Alajuela fijaron su posición frente al mismo.
En un comunicado fechado el 6 de febrero, los religiosos se aferran al magisterio social de sus obispos, citando la Carta Pastoral del Episcopado Costarricense del año 1981, donde los prelados exigen justicia y estímulo para los pequeños y medianos agricultores.
Consideran que el actual proyecto de TLC que se discute en la Asamblea Legislativa trae como consecuencia grandes lesiones a los intereses de los medianos, pequeños agricultores y campesinos, en cuanto que produciría disgregación del campesino costarricense, forzado a competir con agricultores subsidiados por el gobierno de EE.UU con sumas excesivas; miles de hombres y mujeres campesinos se verían obligados a emigrar, sea al exterior, como a EE.UU tropezando con grandes muros de concreto; esta migración significará desintegración de los núcleos familiares, pérdida, de valores propios del ser costarricense y la cultura campesina; descampenización del agro que traería como consecuencia el surgimiento de amplios anillos de miseria, hacinamiento en tugurios, más prostitución, mendicidad, drogadicción, saturación de servicios públicos de salud, educación y de telecomunicaciones; pérdida de valores y prácticas de devoción de fe cristiana popular, por ejemplo, las prácticas sacramentales y el ausentismo en la asistencia dominical a iglesias parroquiales y filiales, así como la búsqueda de otras expresiones de fe, extrañas a la cultura costarricense.
«Por todo esto, nos oponemos a la forma en que está planteado el actual proyecto de Tratado de Libre Comercio, no así a una revisión del mismo donde se tome muy en cuenta el respeto y la dignidad de miles de medianos, pequeños agricultores, campesinos/as que han sido agentes gestores de esto que llamamos democracia costarricense».
En tanto la Coordinadora Nacional de Lucha contra el TLC del país centroamericano, difundió la información de la represión que sufrieron grupos opositores al Pacto comercial, cuando el pasado lunes fueron atacados por aproximadamente 30 miembros de la fuerza pública en el edificio de la Asamblea Legislativa, mientras los y las ciudadanas se manifestaban pacíficamente. Según informan, la represión y filmación de los manifestantes por parte de las fuerzas de seguridad fueron por órdenes emanadas del presidente de la Asamblea Legislativa Francisco Antonio Pacheco.
Al respecto, y sintetizando el sentir de quienes se oponen al TLC, el profesor Helio Gallardo, chileno radicado en Costa Rica desde hace más de treinta años, expresó en una nota para la agencia Alai, que «la tramitación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos ha tenido el peor curso posible y culminará con una votación en la Asamblea aún peor. Negociado desde el fetiche del ?libre mercado? por una tropa de neoliberales y oportunistas sin preocupación alguna por la justicia social y en ausencia de todo control ciudadano, la administración de los hermanos Arias considera su aprobación sin discusión como pilar básico de su gobierno. Su enfoque, codicias aparte, se centra enteramente en arrimarse a la competitividad
mercantil vía la captación de inversión directa extranjera y la exaltación ideológica de los ?buenos negocios?? y la ?soberanía compartida?? con transnacionales y estados poderosos, sin interesarse, o interesándose selectivamente, en la fuerza de trabajo y las condiciones de vida de la población».