Los franciscanos guipuzcoanos de Aránzazu han pedido hoy que sea dentro de la Iglesia donde se desarrolle «el proceso de diálogo iniciado hace tiempo con Joxe Arregi», el teólogo de esta orden que acusa al obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, de querer desterrarlo por su actitud crítica. Lamentan que «unilateralmente se haya roto la privacidad y confidencialidad». Indican asimismo que, con frecuencia, «una expresión sacada de su contexto se distorsiona en su significado»
El Consejo de la Provincia Franciscana de Aránzazu ha emitido hoy un comunicado después de que el Obispado donostiarra dijera ayer que es «absolutamente falso» que Munilla haya pedido a los superiores de Arregi que lo destierren a América como asegura el propio teólogo franciscano en una carta que ha hecho pública en internet.
Joxe Arregi difundió una misiva en «Atrio», una página web, en la que denuncia las presiones sufridas y asegura que Munilla citó hace diez días al superior provincial y al vicario de la provincia franciscana a la que pertenece para «trasmitirles órdenes tajantes».
«Debéis callar del todo a Joxe Arregi. Yo no puedo, hasta dentro de dos años -hasta que haya tomado las riendas de la diócesis- adoptar directamente esta medida contra él. Pero ahora debéis actuar vosotros. Os exijo que lo hagáis» son las palabras que, según Arregi, trasladó a sus superiores Munilla, quien les pidió asimismo que le trasladaran a América a trabajar con los pobres.
El Obispado afirma que la misiva de Arregi contiene «graves falsedades» y «numerosas deformidades de la realidad» y considera que «la comunicación entre un obispo y un sacerdote tiene lugar en el fuero interno de la Iglesia».
Los franciscanos de esta provincia guipuzcoana han lamentado hoy que «unilateralmente se haya roto la privacidad y confidencialidad de un proceso de conversaciones no acabadas» que, a su entender, debe desarrollarse dentro de los «ámbitos internos de la orden y de la Iglesia».
Indican asimismo que, con frecuencia, «una expresión sacada de su contexto se distorsiona en su significado y adquiere muchas veces proporciones distintas a las reales» como «lamentablemente» -aseguran- ha ocurrido también en este caso.
Señalan, por último, que harán «todo lo posible para que el conflicto se resuelva del mejor modo, dentro de los cauces normales de una institución, con el mayor respeto a la persona y a la misma institución». (RD/Efe)