FELIGRESES SE RESISTEN A QUE EL ARZOBISPADO CIERRE PARROQUIA DE VALLECAS

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EFE-Terra

La decisión del arzobispado de Madrid de cerrar la parroquia de San Carlos Borromeo (Vallecas), que trabaja con población excluida socialmente, y destinar el edificio a un centro dirigido por Cáritas, ha caído como un jarro de agua fría sobre los feligreses y sus tres sacerdotes, que han decidido ‘resistir’ a la medida. Estos curas -uno de ellos es el histórico Enrique de Castro, conocido como el ‘cura rojo’- opinan que el arzobispado no ha entendido la labor y la acción social que desarrollan.

El arzobispado les ha transmitido esta semana que la parroquia, levantada en el barrio de Entrevías (distrito de Puente de Vallecas) hace casi 30 años, se aparta de los cánones de la Iglesia (ofician misas vestidos de seglar o se sustituyen las obleas por rosquillas en la comunión), mientras que los sacerdotes defienden que no se puede separar ‘Eucaristía y acción social’.

‘Desde el arzobispado dicen que la atención que prestamos a los pobres es maravillosa, que la liturgia es un desastre y que las catequesis no están homologadas’, indicó hoy a Efe-TV José Ortega Ortiz, sacerdote de la parroquia.

En un comunicado, el arzobispado recuerda que esta parroquia, según las decisiones tomadas en 1985 por el arzobispado de Madrid, fue ‘eximida de las responsabilidades pastorales y ha estado orientada, cada vez más, exclusivamente a la atención y el servicio en el ámbito de la marginación social, especialmente de adolescentes, jóvenes e inmigrantes’.

Ahora, veintidós años después, los responsables de la Iglesia católica madrileña, con el cardenal Antonio María Rouco Varela a la cabeza, han acometido una ‘organización pastoral’ que ‘da forma jurídica’ a lo establecido en 1985.

‘Con el parecer favorable unánime del Consejo Presbiteral y buscando siempre el mejor servicio social que desde esa parroquia se venía prestando’, añade el arzobispado, se ha acordado ‘destinar las instalaciones de dicha parroquia para un centro dirigido por Cáritas con el fin de mantener y potenciar del modo debido el servicio a los pobres’.

Esta tarde se celebró en las instalaciones de la parroquia una ‘asamblea abierta’ para decidir ‘qué hacer y hacia dónde tirar’, según explicó a Efe Javier Baeza, otro de los sacerdotes.

Los curas de San Carlos Borromeo han convocado para mañana una conferencia de prensa para explicar las razones que ha dado el arzobispado para el cierre, así como el resultado de la asamblea, a la que no pudieron acceder los medios de comunicación.

‘Cerrar una parroquia es dejar en la calle a personas que han sufrido muchísimo y que han encontrado aquí fuerzas para seguir adelante. Lo primero es continuar. Es lo que nos pide y reclama la gente’, aseguró Ortega.

Desde su convicción justifican su forma de liturgia en la necesidad de ser cercanos a sus feligreses y destacan que allí ‘han nacido grupos como el de las Madres, Traperos de Emaús, Coordinadora de Barrios, Escuela sobre Marginación, Fundación Raíces…’

La polémica ya ha saltado a la arena política. La portavoz de IU en el Ayuntamiento de Madrid, Inés Sabanés, ha expresado su ‘apoyo y solidaridad’ con la parroquia.

‘El trato y la implicación que esta gente ha tenido, tiene y tendrá con centenares de personas excluidas socialmente no se puede sustituir por otro modelo, por mucho que se trate de imponer desde la jerarquía eclesiástica’, consideró.

De las misma opinión son los vecinos de la zona. En declaraciones a Efe-TV, María Luz Rebollo afirmó que el arzobispado quiere cerrar la parroquia por ‘revolucionarios’.

‘No hay derecho a que les cierren la iglesia. Si tenemos que hacer manifestaciones las haremos’, agregó.