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El jueves, 24 de abril, Papa Francisco, usted ha rezado con los empleados del Vaticano, en la capilla de la Casa Santa Marta. Usted ha recordado el día primero de Mayo, el día de los trabadores et de os empleados.
Me alegra la sencillez con la que ha predicado y oró. Usted fue en profundidad, dijo la clara verdad, nada que añadir. ¡Sólo espero que vayamos a seguir más y en más lugares sus exhortaciones! Como obispo de Roma, es un regalo del cielo, en un mundo y en un momento donde todo parece “destruirse” alrededor del dinero, del poder, del tener, del placer, del parecer… Gracias, y que el poder del Espíritu nos guíe y nos una en la paz tan querida y solicitada por Jesucristo. ¡A todos ustedes, Paz y Comunión!
Papa Francisco, usted habló a los empleados del Vaticano en los términos siguientes. Ha establecido tres criterios para que una comunidad sea cristiana y viva: 1) Vivir en la paz, 2) Testimoniar de Cristo resucitado y 3) Cuidar de los pobres. Y usted ha puesto en guardia a los empleados contra el demonio que pretende dividirnos, porque él es el padre de la división.
1. Vivir en paz
Para ser una comunidad viva y cristiana, no debe haber rumores, palabras de envidia, calumnias o difamaciones.
Para usted, cualquier comunidad debe confrontar su propia vida con la comunidad de la primitiva Iglesia y comprobar su propia capacidad para vivir en armonía y en paz. Esto es lo que se describe en los Hechos de los apóstoles.
Insistió, usted, en el acuerdo interno de sus miembros, para que no se falsifique el testimonio de Cristo resucitado y que la caridad a favor de los pobres no sea incongruente y engañosa. Esto es lo que entendemos por «renacer de lo Alto», es el Espíritu que dio vida al primer núcleo de los nuevos cristianos, aún cuando no se llamaban así. «Tenían un solo corazón y una sola alma», es decir, paz. Una comunidad en paz. Esto significa que en esta comunidad que no haya cabida para chismes, palabras de envidia, antojos, calumnias y difamaciones. La Paz, el perdón, el Amor que lo cubre todo.
Para describir la comunidad cristiana, usted ha hecho unas cuantas preguntas acerca de los cristianos.
¿Son suaves y humildes? ¿Luchan por el poder? ¿Pelean entre sí a causa de rumores, envidias, calumnias y difamaciones? Si es así, no están en el camino de Jesucristo. Esta característica es muy importante, porque el diablo siempre intenta dividirnos. Repito, él es el padre de la división.
Esto no significa que no hubo problemas en la primera comunidad. Nos recordó, Papa Francisco, que hubo luchas internas, conflictos doctrinales, peleas por el poder, cuando algunos reclamaban e estar al lado de Pedro, de Pablo o de Apolo. Por ejemplo, usted hizo referencia a los lamentos de las viudas que eran descuidadas y que no recibían ayuda por parte de los apóstoles, y que así recurrieron al servicio de los diáconos.
2. Testigo de Cristo resucitado
Usted ha planteado la siguiente pregunta. ¿Cuándo se definió la esencia de la comunidad nacida del Espíritu? En el momento en que se convirtió en una comunidad de testigos de la fe en Jesús resucitado. Hoy la comunidad cristiana está siendo confrontada con esta realidad. ¿Su comunidad da testimonio de la resurrección de Jesucristo? O dice que sí, que es resucitado hace siglos, no cree que esté aquí y el corazón está lejos de esta fuerza. Como quien se limitara a escuchar una noticia contada por otros, y no como testigos reales de sus gestos y palabras de salvación. Ser testigo no se resume en narrar una historia, sino en afirmar que Jesús está vivo en mí, en la comunidad, en el mundo, y que está escribiendo una nueva historia en medio de nosotros. Su historia sigue un hilo conductor a través de nuestras resistencias, fuerzas y debilidades, éxitos y fracasos, pecados y gracias. Debemos guardar los ojos fijados sobre la vitoria de la cruz, la victoria del amor. Y así podemos comprobar la salud de una comunidad cristiana.
3. Cuidar de los pobres
Una tercera característica para verificar la vida de una comunidad cristiana es su relación con los pobres. En primer lugar, ¿cómo es tu actitud o la actitud de esta (su) comunidad con los pobres? ¿Y en segundo lugar, vive esta comunidad pobremente? ¿Es pobre de corazón y de espíritu? ¿O pone su confianza en las riquezas? ¿En el poder? ¿En la armonía? ¿En el testimonio? ¿En la pobreza y atención a los pobres? Y eso es lo que Jesús explicó a Nicodemo: que se debía nacer de lo Alto. El único que puede hacerlo es el Espíritu. Es el trabajo que opera el Espíritu. Es el Espíritu que hace la Iglesia. El Espíritu es la unidad. El Espíritu le empuja a testimoniar. El Espíritu os hace pobres, porque es la riqueza y os lleva a cuidar de los pobres.
En conclusión, Papa Francisco, usted solicitó al Espíritu Santo para que nos ayude a caminar por el sendero de los cristianos nacidos de nuevo por la fuerza del bautismo. Es una experiencia espiritual, profunda, íntima, personal, comunitaria y social.
Fraternalmente
Marius Morín
1 de Mayo de 2014