Esta de arriba no es la Iglesia de Jesús. Lo son los de abajo -- Franz Wieser (Perú)

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El origen de la Iglesia, la Iglesia del origen se encuentra en los hombres y mujeres que, aparte de los apóstoles, en los discípulos de Jesús. Son aquellas y aquellos que en él descubrían, apreciaron y se adherían a él como a un profeta, a un enviado por Dios, incluso al mesías largamente esperado.

A los más cercanos los enviaba a los pueblos, para que anuncien su Buena Noticia y curen las enfermedades. Era para los más cercanos, como era Juan ?el camino, la verdad y la vida?? que promete vida en plenitud.

Jesús no propuso un modelo concreto de lo que debería ser su Iglesia, la comunidad que le cree y confía. Más bien: ?Donde dos o más estén reunidos a mi nombre, allí estoy yo??. Así lo entendieron en el curso de los siglos personajes como Ignacio de Antioquía, Cardenal Lehmann, presidente de la Conf.Episc.Alemana, o Martín Lutero: «Donde está Cristo, ahí está también la Iglesia Católica entera.» Las Iglesias como instituciones, diferenciadas según regiones, en los primeros dos siglos se formaron por la necesidad ante herejías y persecuciones. Se fortalecieron y se jerarquizaron bajo los emperadores Constantino y Teodosio. Total son creaciones humanas, donde lo humano causó enfrentamientos y divisiones continuos. Como dijo el Papa Juan XXIII: ?Lo que une, viene de Dios; lo que separa es obra del hombre.

Por eso urge una profunda conversión de las Iglesias, principalmente de la nuestra, la católica. Hay que regresar a las fuentes y reavivar el Espíritu de su fundador y, a la vez adaptarla a los signos de nuestros tiempos. El Evangelio de Jesús queda como constitutivo para todas las Iglesias. Los primeros responsables para ser fiel a Jesús son aquellos en la Iglesia que se atribuyen ser ?seguidores de los apóstoles??, ?representantes de Jesús??, ?pastores de su rebaño??. Para indagarlo, dejemos al lado metáforas y símbolos que se prestan para diferentes interpretaciónes, a menudo a favor de intereses ajenas al Evangelio y veamos directivas tan cristalinas de Jesús y de apóstoles que hasta el más humilde las puede entender:

I.Lo Grande en lo pequeño

¿Quién es mayor, el que está a la mesa o el que sirve? ¿No es el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de vosotros como el que sirve (Lc 22,27)

El que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.» (Mt 20,27-28)

«Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar «Rabbí», porque uno solo es vuestro Maestro; y vosotros sois todos hermanos. Ni llaméis a nadie «Padre» vuestro en la tierra, porque uno solo es vuestro Padre: el del cielo. Ni tampoco os dejéis llamar «Directores», porque uno solo es vuestro Director: el Cristo. El mayor entre vosotros será vuestro servidor. Pues el que se ensalce, será humillado; y el que se humille, será ensalzado (Mt 23, 8-12).

«Sabéis que los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las oprimen con su poder. No ha de ser así entre vosotros, sino que el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros, será vuestro esclavo; de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.» (Mt 20, 25-28)

?En aquel mismo momento Jesús se llenó de gozo en el Espíritu Santo y dijo: Yo te alabo, Padre, Señor del Cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a los sabios y prudentes y las revelaste a los pequeños.??

Cuando Pedro entraba salió Cornelio a su encuentro y cayó postrado a sus pies.
Pedro le levantó diciéndole: «Levántate, que también yo soy un hombre.»(Hech 10, 25-26)

Apacentad la grey de Dios que os está encomendada, vigilando, no forzados, sino voluntariamente, según Dios; no por mezquino afán de ganancia, sino de corazón; no tiranizando a los que os ha tocado cuidar, sino siendo modelos de la grey. (1 Pe 5,2-3)

No es que pretendamos dominar sobre vuestra fe, sino que contribuimos a vuestro gozo, pues os mantenéis firmes en la fe. (2 Cor 1,24)

II. Ser y no aparentar (el anti-modelo)


«Cuidado con los maestros de la ley. Les gusta pasearse con túnicas y que los saluden en las plazas, y tienen la importante mayoría de los asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes 40. Devoran ‘casas de las viudas y para una vez hacen largas plegarias. Estos hombres serán castigados más severamente» (Mc 12,38-40)

Jesús habló a la gente y a sus discípulos diciendo: En la cátedra de Moisés se han sentado los letrados y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e insoportables y se los cargan a la gente en los hombros; pero no están dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; que les hagan reverencia por la calle y que la gente los llame «maestro» (Mt 23, 1-7).

Y oyendo todo el pueblo, dijo a sus discípulos: «Guardaos de los escribas que quieren andar con ropas talares, y gustan de ser saludados en las plazas, y de las primeras sillas en las sinagogas, y de los primeros asientos en los convites: Que devoran las casas de las viudas, pretextando larga oración. Estos recibirán mayor condenación». (Lc 20, 45-47)

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas!, que limpiáis por fiera la copa y el plato, mientras por dentro quedan llenos de carroña e inmundicia. Fariseo ciego, limpia primero el interior de la copa, para que llegue a estar limpio también el exterior» (Mateo 23, 23-26)

Y luego que hubo hablado, le rogó un Fariseo que comiese con él: y entrado Jesús, se sentó á la mesa. Y el Fariseo, como lo vio, se maravilló de que no se lavó antes de comer. Y el Señor le dijo: Ahora vosotros los Fariseos lo de fuera del vaso y del plato limpian; mas lo interior de ustedes está lleno de rapiña y de maldad. Necios, ¿el que hizo lo de fuera, no hizo también lo de dentro? Empero de lo que les resta, den limosna; y he aquí todo les será limpio.

¡Ay de ustedes, Fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza; mas el juicio y la caridad de Dios pasáis de largo. Pues estas cosas era necesario hacer, y no dejar las otras. ¡Ay de vosotros, Fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas. Ay de ustedes, escribas y Fariseos, hipócritas! que son como sepulcros que no se ven, y los hombres que andan encima no lo saben. Y respondiendo uno de los doctores de la ley, le dice: Maestro, cuando dices esto, también nos afrentas á nosotros.

Y él dijo: ¡Ay de ustedes también, doctores de la ley! que cargan á los hombres con cargas que no pueden llevar; mas ustedes ni aun con un dedo tocan las cargas. ¡Ay de ustedes! que edifican los sepulcros de los profetas, y los mataron vuestros padres. De cierto dan testimonio que consienten en los hechos de sus padres; porque á la verdad ellos los mataron, mas ustedes edifican sus sepulcros. Por tanto, la sabiduría de Dios también dijo: Enviaré á ellos profetas y apóstoles; y de ellos á unos matarán y á otros perseguirán; ??

¡Ay de ustedes, doctores de la ley! que han quitado la llave de la ciencia; ustedes mismos no entran, y á los que entraban les impiden. Y diciéndoles estas cosas, los escribas y los Fariseos comenzaron á apretar le en gran manera, y á provocarle á que hablase de muchas cosas; (Lc 11, 37-54) Véase también la misma vida de Jesús, el ?Buen Pastor??, nuestro c a m i n o, así como las tentaciones con las que el demonio quiso desviarlo sugiriéndole caminos de éxito a modo del mundo: vía magia benéfica, signos apoteósicos, genuflexiones ante los príncipes de este mundo.

IV. ¿Con qué y con quién quedar?

A sus ovejas las llama por nombre y las conduce afuera. 4 Y cuando saca fuera a todas las suyas, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 Pero al extraño jamás seguirán; más bien, huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.» (Jn 10, 3-4)

Jn 13,31-35: ?En esto reconocerán todos que ustedes son mis discípulos: en el amor que se tengan unos a otros??(Jn 13, 3)

?Juzguen por ustedes mismos lo que es Justo?? (Lc 12,57)

?Examinen todo y aténganse a lo que consideran bueno?? (1 Tim 5,21)

?Donde hay Espíritu de Dios, ahí hay libertad??(2 Cor 3,17)

V. El amor como único criterio en el Juicio final

Mt 25,31-46: ?Se sentará en el trono de su gloria y separará a unos de otros??

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con ?l, se sentará en el trono de su gloria, y serán reunidas ante ?l todas las naciones. ?l separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: ?Vengan ustedes, benditos de mi Padre; hereden el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y ustedes me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, fui forastero y me dieron hospedaje, estuve desnudo y ustedes me vistieron, enfermo y me visitaron, estuve en la cárcel y vinieron a verme??.

Entonces los justos le contestarán: ?Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte???. Y el rey les dirá: ?Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, conmigo lo hicieron??.
(Mt 25,31)

Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? – Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu mente. 38 Este es el grande y el primer mandamiento. 39 Y el segundo es semejante a él: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas. Mt 22, 37-40)

Pregunta clave: ¿Nos reconocemos en este espejo como comunidad eclesial, como Jesús la esperaba? La pregunta se dirige principalmente a los líderes en esta nuestra Iglesia como encargados de cuidar el rebaño del Jesús, modelo del buen pastor. Pero, no solamente a estos. Todos los creyentes están invitados a seguir a Jesús como CAMINO, VERDAD Y VIDA. Es decir, todos tenemos responsabilidad, para que como Iglesia, seamos luz para el mundo, sal de la tierra y fermento en la masa para que venga el Reino de Dios, distinto a una de estas Teocracias en manos de hombres. Vamos por partes.

Lo grande está en lo pequeño.No está en la cúspide de la pirámide institucional de nuestra Iglesia, sino allí donde Jesús se había movido, entre los marginados, pecadores, sufrientes, abusados por el poder. Ojalá que los de arriba aprendan la lección, y sepan leer los signos de los tiempos: En la inauguración del año sacerdotal, Benedicto XVI se pasaba en enaltecer la imagen del ?sacerdote??. Con la palabras de un ?santo?? del siglo 19, proclamaba: ?¡Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría??

Dios le obedece: pronuncia dos palabras y Nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña hostia???? ?Si desapareciese el sacramento del Orden, no tendríamos al Señor??. ?Todas las buenas obras juntas no son comparables al Sacrificio de la Misa. ? Y, justamente en este año el mundo se entero de crímenes e encubrimientos que comprometen a sacerdotes y obispos. Con acierto dijo hace poco Mons. Rouet, arzobispo de Poitiers ?Para que haya pedofilia se precisa dos condiciones: una perversión profunda y poder. Lo que significa que todo sistema cerrado, idealizado, sacralizado es un peligro.????La debilidad de Cristo es constitutiva de la forma de ser Iglesia?? Poder, en el sentido dominio sobre los demás crea dogmas, leyes y cánones. Dominio significan castigos, suspensiones, excomuniones.

Dominio representan palacios, tronos, mitras, capas, catedrales y alienación con suntuosas ceremonias, concordatos con poderosos. Ya los romanos sabían que vía ?panem et circensem?? se apacigua a las masas. En casos extremos con violencia. Hemos visto, lo que ensañaba Jesús con palabras y ejemplo. ??La debilidad de Cristo es constitutiva de la forma de ser Iglesia?? (Mons. Rouet)

Ser y no aparentar
El secretismos es un lastre que nuestra alta jerarquía arrastra desde muchos siglos. El encubrimiento de sacerdotes pederastas, es sólo un sector encubierto durante años por obispos, curiales y Papas. Se trataba en el fondo de aparentar lo que no se es, de una constante de mentiras. Transparencia es sinónimo con verdad, y antónimo con corrupción. Investiduras, ornamentos llamativos y títulos altisonantes, son ante Dios pura mascarada.

La verdad se presenta desnuda y no requiere defensas, se defiende por sí sola. Un juez, un militar, un hechicero metido en su traje de oficio no parece cualquier persona en los ojos de la gente, más aún en un entorno de solemnidad y gestos apoteósicos. Lo mismo pasa con sacerdotes en sotanas, obispos ornados con mitras y ornamento dorado, cintas purpuras, sentados sobre tronos, envueltos en incienso y acompañados con canticos y música sacra. Apariencias que impactan, allanan, hasta pone en trance. Lo admirable y lo horrendo se alteran ante tanto espectáculo alucinante, solo superado en Hollywood. ¡Ah, Jesús! ¿Por qué no flotaste desde la altura del templo? Las masas allí abajo te hubiesen aplaudido y los mercenarios sagrados jamás te hubieran entregado a Pilato.

¿Con qué y con quien quedar
La conciencia de cada persona es la máxima autoridad del ser humano. Es imperativo que en la oración y meditación busquemos siempre acercarnos a la Verdad. Lo básico hará el Espíritu de Dios que sopla por donde a él le place, sin dejarse monopolizar por nadie. Ordenaciones bajo criterios desde autoridades eclesiales contradicen a esta verdad. Peor, cuando se atribuyen la facultad de dictarle con leyes como el celibato, o con la exclusión de las mujeres al Espíritu de Dios canales y condiciones bajo los cuales ha de actuar, y como ha de compartir sus carismas.

Hay que regresar a la práctica de la Iglesia en sus albores, donde era el pueblo creyente que detectaba y promovía a sus representantes y pastores. Aquí dos testigos: «Desde el comienzo me propuse de no tomar ninguna decisión sola, cuando se trata de un asunto que atañan a todos, sin el consejo y el consentimiento del pueblo??. Y, ?Que no se le imponga al pueblo un obispo que el pueblo no desee?? (San Cipriano, Siglo II) «Aquel que debe presidir a todos debe ser elegido por todos». «No se debe ordenar obispo a nadie contra el deseo de los cristianos y sin haberles consultado expresamente al respecto» (León Magno, papa de 440 a 461). Nosotros en el siglo XXI tenemos ?representantes??, todos designados a dedo desde arriba.

El amor como único criterio en el juicio final
Esta Iglesia bajo un régimen totalitario es fuente de muchos miedos y sufrimientos, al subordinar el Primer Mandamiento de Jesús a su leyes y tradiciones. Para Jesús valía: vencer el mal por el bien, que mucho se le perdona que mucho ama. Nunca era excluyente para quienes no se excluyeron a sí mismos.

A Judas solo invita a hacer lo que ya había planeado, sin quitarle su amistad. No recibir representantes del Movimiento Internacional Somos Iglesia, con Millones de Católicos que ansían una Iglesia más acorde con el Evangelio y los Signos de los tiempos, como sucedió con este Papa, que si aceptó a grupos tradicionalistas lefebristas , demuestra ausencia total de amor fraternal y de espíritu cristiano.

Téngase presente que en el juicio final, no entrarán cuestiones sobre la fe en la supuesta infalibilidad del Papa, el cumplimiento de leyes eclesiales, la devoción a la Virgen etc. ?nicamente seremos todos juzgado sobre cómo hemos tratado a nuestros semejantes, más aún: independientemente si el juzgado conocía a Jesús o no en su vida.