Enviado a la página web de Redes Cristianas
Estamos celebrando nuestra Asamblea Nacional CEB celebrando también los 50 años de MEDELLIN que ratifica nuestra ciudadanía como CEB en comunión con la Iglesia toda de América Latina con el compromiso de trabajar en su transformación. Queremos ser fieles al llamado que nuestros pastores hicieron en 1968 a la Iglesia y que sigue vigente hoy de modo que a la luz de la Fe que profesamos realicemos un esfuerzo serio para ir descubriendo el plan de Dios en los Signos de los Tiempos (Vaticano II). En esta XXXII Asamblea Nacional de nuestras Comunidades Eclesiales de Base, articuladas en la Fundación Cristiano Nicaragüense por los Pobres, queremos ser eco del clamor de nuestra Madre Tierra y de las aspiraciones de transformación y liberación del Pueblo pobre de Nicaragua.
Con el lema: Las CEB comprometidas con Jesús, Renovamos nuestra Esperanza, Resignificando la Fe y la Vida del Pueblo Pobre.
Con alegría:
Asumimos el compromiso cristiano de iglesia con nuestra condición de ser peregrinos en el mundo y que somos enviados al mundo para anunciar las Buenas Nuevas de Jesús y hacer presente el Reino de Dios en la sociedad, uniendo Fe y Política. Queremos ver a la luz de su Evangelio ver las causas sociales más amplias en defensa de la Madre Tierra y la promoción de los Derechos Humanos especialmente el de las Mujeres y de los Niñas y Niños, para darle sabor a la vida, como la sal a las comidas. Queremos como Jesús cambiar radicalmente la mirada sobre las Mujeres se visibilicen de una manera nueva y no como objetos, sino como Sujetas de su liberación, no como reproductoras sino como Mujeres constructoras de la Historia de Salvación. Esta es una tarea fundamental y señal clara del qué hacer de nuestras Mesas de Trabajo: Procesos Pastorales, Profetismo y Compromiso Ciudadano, Proyectos y Experiencias Sociales por la Vida y Nuestra Pastoral Juvenil.
Caminamos con pasión y fidelidad a Jesús Señor de la Vida.
Caminamos viviendo nuestra Fe en el Proyecto de Jesús, que es el acontecimiento del Reino de Dios encarnada en Nuestra Realidad, en Nuestras Familias y Comunidades.
Siendo Comunidades incluyentes, luchamos por la vida y la Dignificación de las personas, para que aprendamos a tener confianzas en nosotros, nosotras mismas y podamos poner en práctica los valores del Evangelio Liberador de Jesús. Servicio, diálogo, apertura, compartir, solidaridad, colaboración, compromiso, respeto, creatividad, fraternidad y participación. Son valores que nos ayudan a dejarnos guiar por el Espíritu Resucitado de Jesús por que es el motor que nos guía como seguidores de Jesús.
Resignificando la Fe y la Vida:
La Comunidad no únicamente escucha la Palabra sino que también la vive y la celebra. Y en la celebración experimentamos la presencia de Jesús que santifica y fortalece nuestro caminar y nos invita a concretizar nuestra fe en los diversos Ministerios que nos ayudan a dignificar la Vida con motivaciones propias del Discípulo Misionero, con una Espiritualidad centrada en el Reino de Dios. El Papa nos recuerda que el documento de Aparecida dice que las CEB somos un instrumento que permite al Pueblo llegar a un mayor conocimiento de la Palabra de Dios, al compromiso social en nombre del Evangelio, al surgimiento de nuevos servicios (Ministerios)
Nuestro compromiso:
Con la Luz del Espíritu Santo queremos seguir promoviendo la protección de nuestra Madre tierra, acogiendo la Encíclica Ecológica del Papa Francisco donde nos llama a que no permitamos que la Tierra se convierta en un montón de escombros, articulando nuestras acciones con otros organismos afines a nuestro compromiso. Desde el seno de la Sociedad podemos conocer mejor nuestra realidad, las estructuras sociales, económicas y políticas que atentan contra la vida de nosotros los pobres, y para que así emprendamos acciones que tengan como horizonte la Justicia (Isaías 4,18- 19).
Traer un nuevo Ardor Evangelizador y una capacidad de diálogo con el mundo que renuevan a la Iglesia. Así recordamos la exhortación del Papa La Alegría del Evangelio.
Queremos hacer nuestro el llamado del Papa: que como Iglesia, como Pueblo de Dios tenemos el deber de Evangelizar (la Evangelización es un deber de toda la Iglesia, de todo el Pueblo de Dios) y de ser peregrinos llevando la Alegría del Evangelio a cada mujer y cada hombre.
Hagamos nuestra la invitación que hace el Papa: Vivamos con pasión nuestro encuentro de Misión, como Discípulos Misioneros que caminan con Jesús anunciando y testimoniando con los Pobres la Profecía de los Nuevos Cielos y la Nueva Tierra.
Que en cada una de las Comunidades donde trabajaremos estos dos días siguientes según nuestras 4 Mesas podamos llevar:
1 – Deseos profundos de crecer en el camino del Evangelio que nos inspiren, nos alienten a luchar por una Vida Digna.
2 – Un Oído puesto en el clamor del pueblo y el otro en el clamor de nuestra Madre Tierra (para fortalecer nuestra espiritualidad en la Ecología Ambiental, económica y social).
3 – Palabras que hagan arder nuestros corazones, para que nuestras metas y desafíos sean coherentes con la Fe y la Vida.
Que la gracia del Espíritu del Resucitado nos conceda alcanzar nuestras metas y desafíos. ! Viva la XXXII Asamblea Nacional de las CEB!
Y aclamemos todos: Las CEB comprometidas con Jesús, Renovamos nuestra Esperanza, Resignificando la Fe y la Vida del Pueblo Pobre.
Daysi Loza (Miembro de la Mesa de Procesos pastorales)
Fuente: Red Mundial de Comunidades Eclesiales